"LOS DOS TESOROS DE ASOSOSCA"
Según la leyenda, Asososca alberga entre sus misteriosas aguas dos fabulosos tesoros. Uno es el que nos recrea la vista e impulsa el ánimo ante tanta belleza natural, ahora protegida como reserva estratégica para los habitantes de Managua.
Bajar al pie de la Laguna de Asososca es una concesión que muy pocas personas pueden tener o han tenido, para gozar del encanto natural y embrujador de sus siete kilómetros cuadrados; porque al igual que la mítica "Serpiente Emplumada", que a través de la oscuridad de los siglos, ha protegido este hermoso tesoro que son sus aguas cristalinas, mismas que hoy protege celosamente ENACAL, por ser líquido vital para la vida. El ingreso a Asososca está totalmente restringido al público y sólo tienen acceso los técnicos que constantemente realizan un monitoreo de la calidad del agua y el personal encargado de operar las bombas que succionan el agua para su reparto posterior en algunos lugares de la ciudad capital.
El contorno de Asososca está rodeado en su totalidad con malla ciclón y un cuerpo de vigilancia que la custodia las 24 horas del día con desconfianza.
En el año de 1993, por medio de un proyecto sus laderas fueron reforestadas ya que desde 1983 se había refrendado a la Laguna como "Reserva Natural" y por Decreto Presidencial de 1991 se declaró "Area protegida de interés nacional".
El segundo tesoro está protegido en el tiempo antes de la presencia española en nuestras tierras, es la época de las tribus de las Niquiranos y los Nagrandanos, y específicamente de la tribu del Cacique Nequecheri, jefe de los Nagrandanos que habitan en los alrededores de la laguna.
Cuenta la historia que los súbditos del gran Cacique Nequecheri, precedidos por los ancianos de la tribu, llegaba hasta el centro de la laguna en frágiles canoas para depositar en el altar, que ahí se encontraba, sus ofrendas de oro, plata y piedras preciosas al dios supremo. Un viejo guerrero, a quien todos respetaban como a una divinidad, cuidaba el templo. Tenía músculos grandes, el pecho lleno de tatuajes y su piel marcada por cicatrices. Vencedor de cien gloriosos combates por su tierra y por su dios.
Una tarde la princesa IZAYANA, la hija mayor del cacique Nequecheri, conocida como "la perfumada flor de las campiñas", llegó a la orilla de la laguna acompañada por los conquistadores españoles, pretendiendo entrar en el templo. Izayana, creyendo en su ingenuidad, que eran hijos del sol los condujo a donde estaba el templo del dios supremo. El fiero depositario no comprendió el engaño del que había sido víctima la joven princesa, y tomándolo como una traición, el viejo guerrero contrajo terriblemente sus facciones; una intensa cólera brilló en sus ojos y levantando su cuchillo de obsidiana sobre la preciosa Izayana le dio muerte; los rubios conquistadores que sólo querían apropiarse del tesoro, dispararon sus mosquetes sobre el viejo vigilante, que cayó mal herido. Agrega la tradición que el guerrero al sentirse lesionado, se arrastró dentro del templo al igual que un reptil y que, al conmover desde sus cimientos, quien sabe que base, el templo del dios supremo se hundió para siempre junto con sus ricos tesoros a las profundas aguas de la laguna de Asososca.
Sólo la "Serpiente Emplumada" siguió protegiendo la laguna misteriosa de Asososca como un sortilegio encantador.
¿Se podrá descubrir algún día los ricos tesoros de Asososca?.
Están esperando por alguien que los rescate.