Fiebre para siempre es la primera novela de Irene Gracia, nacida en Madrid en 1956. Más que una narradora al uso, Irene Gracia es una artista que sabe plasmar su notable trasfondo onírico sobre cualquier superficie. Fiebre para siempre cuenta la historia de dos hermanos, Frida y Mateo, cautivos por igual de un entorno familiar asfixiante y su propia fantasía desbocada. El texto es, pues, una larga pesadilla donde sueño vigilia diluyen sus contornos avanzando en clave de mágica tragedia. A veces la infancia de estos hermanos parece un reverso malévolo a algunos cuentos de hadas, como en La noche del cazador de Ch. Laughton; otras, una larga visita a La Feria de los monstruos, donde descubrirán el lado inexplicable y morboso de la vida. Pero ante todo, Fiebre para siempre es un viaje hacia la locura. Pues el futuro boxeador Mateo irá sumergiéndose en un abismo de interpretaciones fuera de foco que acabarán en la pura esquizofrenia. El acierto de Irene Gracia es haber escrito una novela que admite diversas interpretaciones: desde una historia de amor levemente incestuoso, hasta un caso clínico muy áspero; una parábola donde el boxeo es signo de la autodestrucción contemporánea, o un bildungsroman en que la formación del héroe es, en realidad, su deformación aniquiladora, es decir, el efímero ascenso de Ícaro, antes de la elemental caída del después. Como en sus mejores cuadros, Irene Gracia ha sabido mostramos con poesía de tonos malva que el Paraíso Perdido sólo es un Infierno perpetuamente recobrado.
Miguel Dalmau Noviembre 1994