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Crítica
El fuego, el mas leve y activo de los cuatro elementos que
en la constitución del mundo distinguían muchos filósofos antiguos, es capaz de producir, debidamente controlado y utilizado por la mano del hombre para quemar y oradar, para ensombrecer y hasta para pintar de uno y mil matices la madera o cualquier otro soporte similar o parecido, obras de artesanía y de arte."
Este es el caso y el empeño del joven pirograbador, Manu Pagola (Donostia. Añorga-1956), quien tras varios años de lucha y aprendizaje con el arte de grabar en fuego sobre madera, presenta su colección de pirograbados en los que se puede apreciar su evolución desde un grabado lineal y cercano al dibujo, a otro más complejo y matizado, más próximo a la pintura y la fotografía, lenguajes de los que se vale para plasmar y trazar sus imágenes, tanto modernas como antiguas."
A Pagola le interesa por un lado el rostro humano y su
psicología más profunda, por otro, el ser humano anclado en su contexto social y
deportivo. Junto a retratos y desnudos femeninos, destacan las escenas vascas de carácter
etnográfico y su composiciones de traineras, pelotaris, espatadantzaris ó
ttuntturros."
EDORTA KORTARI
Profesor y Critico de arte
Universidad de Deusto-Donostia.
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