La revelación del Gran
Secreto
Mensajes
de Trinity y Neo
A los
esclavos del sistema que quieren seguir siendo esclavos
LA PARADOJA DE
LA LIBRE ELECCIÓN DE NO SER LIBRES
Ustedes
saben muy bien cómo funciona el mundo; saben que cumplen un papel
predeterminado para servir a tal funcionamiento. Saben que para gozar de
los beneficios del sistema, deben comportarse obedientemente, sin oponerse,
sin cuestionar. Saben que tienen la libertad de rebelarse, de ser distintos
del resto, de no ser unos serviles ejecutores de lo que desde arriba se
les destina a hacer. Pero prefieren seguir formando parte de la masa, pasar
inadvertidos, evitar los riesgos que la rebeldía genera. Saben que
siempre hubo y habrá rebeldes, y que de ellos unos terminaron y
terminarán con éxito, y otros en el más absoluto fracaso.
Unos sobreviviendo, y otros muertos en combate. Ustedes oscilan entre la
admiración a esos que se atreven, y el menosprecio, considerándolos
unos ilusos utopistas. A veces ven a esa gente como lo que ustedes quisieran
ser y no se animan. Otras veces se conforman con ser como son, como si
los que hacen lo correcto fueran ustedes, y esos idealistas rebeldes fueran
unos estúpidos que se buscan problemas para complicarse la existencia.
Ustedes
prefieren disfrutar la existencia, o sufrirla, antes que meterse
en problemas; la ley del mínimo esfuerzo, el facilismo, la inercia
existencial. Pueden sobrecargarse de trabajo, de compromisos, de responsabilidades
en la oficina, el estudio o la familia, y así sentirse útiles,
vitales en el funcionamiento de la sociedad, importantes, necesarios y
demasiado ocupados para estar perdiendo el tiempo en dedicarse a leer,
conversar o reflexionar sobre cuestiones trascendentes sobre la vida y
el mundo, encaminadas a comprender mejor la realidad y a hacer algo por
modificarla. No: eso es pérdida de tiempo para ustedes; han decidido
que la porción del mundo que les toca atender, siga funcionando
como siempre lo hizo. Con ustedes como pasajeros y no como tripulantes:
el timón les quema en las manos; prefieren ser llevados. El golpe
de timón para cambiar el rumbo es cosa de otros, de los esclavos
del sistema que quieren dejar de ser esclavos. Esos que les inspiran admiración
pero que no se animan a imitar, o que les parecen ridículos, ilusos
estúpidos dignos de burla o de lástima.
Ellos
a ustedes también los ven como dignos de burla o de lástima,
porque les parecen ridículos, estúpidos autómatas
de ilusiones muertas. Suelen envidiarlos cuando los ven tan despreocupados
del mundo, tan contentos con esa existencia sumisa que no les crea conflicto
con el sistema al que obedecen. Y es allí cuando los que quieren
dejar de ser esclavos, por un momento se detienen a imaginar las ventajas
de seguir en la esclavitud y ser como ustedes, gozar de lo que gozan. Hasta
que ven mucho más lejos de donde la mediocre visión de ustedes
alcanza, y se dan cuenta de lo mal que van a terminar si van por ese camino.
También se dan cuenta de que antes de llegar al mal final de ese
camino, las ventajas y goces de ese caminar no compensan la pérdida
de la libertad. Ellos, ven cómo ustedes negocian su libertad a tan
bajo precio, que se conforman con la poca cosa que el sistema les proporciona,
con envoltorios relucientes para deslumbrarlos. Y ellos no quieren
negociar tan tristemente la condición de libres para terminar como
ustedes.
Ellos
saben que ustedes tienen toda la capacidad de liberarse y que no quieren.
Por eso no los ven como esencialmente distintos, sino como iguales que
han hecho otra elección. Que no eran ningunos incapaces de dejar
de ser esclavos, pero que prefirieron negociar su libertad y seguir siéndolo.
Eso es lo que a ellos les repudia de ustedes, porque si fueran unos pobrecitos
debiloides incapaces de rebelarse, además de lástima, les
merecerían comprensión. Compadecidos de ustedes, tratarían
de ayudarlos de algún modo. Pero como ustedes tienen todo para dejar
de ser esclavos y no lo hacen, a los rebeldes les resultan aborrecibles,
sin derecho a que ellos pierdan el tiempo con ustedes tratando de ayudarlos,
de mostrarles que es mejor la libertad que las ventajas que el sistema
ofrece si se renuncia a ella. A ellos ustedes no les importan en absoluto:
son meros estorbos que dificultan el camino de los que tienen vivos los
ideales y que modifican conforme a ellos la parte del mundo en la que pueden
actuar. Ustedes les parecen cobardes, mezquinos, serviles; los prefieren
lo más lejos posible de sus existencias, y si deben tratar con ustedes,
no los miran como a enjaulados animales de zoológico, que quisieran
salir, sino como a embalsamados especímenes de museo, exhibidos
al público del Universo como exponentes de lo que ya no se mueve,
de la inmutabilidad, de lo que ya no vive.
Sin
embargo, ellos creen en la posibilidad de la resurrección, de que
el museo del planeta pueda de pronto verse habitado de huesos que recobren
carne, y carne reseca que recobre vitalidad y movimiento. Que los que quieren
seguir siendo esclavos se den cuenta de la desventaja de tal elección
y opten por liberarse. Pero saben que eso es más utópico
que las utopías de ellos. Por lo que de ustedes no esperan nada;
sin ustedes se las arreglan muy bien, no los necesitan. Así como
ustedes no necesitan que en el mundo haya quienes dejen de ser esclavos.
Cuando
ustedes hicieron la elección de permanecer en la esclavitud, creyeron
ser libres porque "eligieron". Creyeron que la elección de no ser
libres es una forma de libertad. Que ustedes hacen lo que quieren porque
eligieron eso. Son esclavos que reprimen, bloquean la conciencia de lo
que son, mediante la falsa idea de que elegir la obediencia al sistema
es ejercicio de la facultad de obrar libremente. Creen que están
donde están porque la renuncia a una forma de libertad los habilita
para el goce de otra forma de ella. El servilismo libremente elegido, una
libertad (?)… ¡qué paradoja!
Neo
27 de mayo de 2000
¡POBRE HUMANIDAD!
"La
ignorancia es el arma principal del enemigo"; quien desconoce la verdad,
vive inmerso en la mentira, quien continúe viviendo en la
inconciencia, jamás verá la luz de la verdad.
Por
eso, quienes prefieran la comodidad de la ignorancia, pertenecerán
siempre al mundo de los esclavos, y jamás conocerán la libertad
que da el conocimiento.
Quien
decida abrir los ojos, conocerá la verdadera realidad. Y ustedes
los mediocres ignorantes, los que han decidido simplemente navegar, sin
esforzarse por alcanzar nuevas rutas, continuarán en el mundo de
la ignorancia y la mentira.
Este mundo está
lleno de seres humanos tibios, carentes de sueños, de retos que
cumplir, asumiendo roles de estúpidos serviles, contribuyendo a
los fines que los amos del mundo establecieron premeditadamente y sin respetar
la dignidad del ser humano.
¡Pobre
humanidad!, si tan sólo decidiera abrir los ojos, el mundo sería
distinto, pues entre todos lucharíamos contra el dominio de quienes
la controlan y manejan a su antojo.
La
decisión es de ustedes, hombres y mujeres agotados de sufrir, de
llorar, de caminar robotizados por la vida sin rumbo fijo, amenazados
por la depresión y la angustia, sin saber a dónde ir.
¡Pobre
humanidad!, víctima de seres insensibles, imperfectos y ruines que
idearon todo este plan y que poco les importa nuestra suerte. Seres que
no se detienen ante nada, y nos someten a sus caprichos experimentales,
olvidando que también sentimos, que también merecemos respeto
y que por el simple hecho de existir, tenemos derecho a decidir.
Que
la luz les ilumine,
Trinity
27
de mayo de 2000
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