Haber descubierto la verdad de la Gran Mentira impide vivir con la dicha que la ignorancia concede. Cada vez que revelo esa verdad a alguien cuya ignorancia le permite vivir en paz, soy conciente del estado de conflicto en el que pongo a la persona. Soy conciente de ser un indeseable perturbador de su existencia. Existencia a la cual los dichosos ignorantes le suelen llamar "vida", porque ese insignificante existir en ese lamentable estado de despreocupación, para ellos es vivir.
   Soy conciente de ser un indeseable perturbador de tal existencia de los que en tal estado existen. Pero soy conciente también de ser propiciador de cambios de mentalidad que conducen a un existir digno de ser llamado vida. Digno, porque sólo la vida dignifica la existencia. Y la vida existe en tanto y en cuanto no se exista en estado de muerte: muerte de la conciencia de para qué se existe, de para qué se ha venido al mundo; muerte del sentido de la vida, muerte de los sueños e ideales, muerte del espíritu de lucha, de rebelión ante lo injusto; muerte de la necesidad de indagar qué hay detrás de lo poco o de lo falso que nos muestran para convencernos de que no vayamos más allá; muerte de las ganas o la necesidad de informarse, de descubrir cosas, de obtener conocimiento, de procurar sabiduría, de no ser un ignorante más.
   Todo integrante de la humanidad tiene el potencial de existir en estado de vida, y de vencer la tendencia a la muerte en sus diversas formas a las que me referí. Pero esto es muy difícil en un mundo de cadáveres andantes, muñecos automatizados para cumplir los movimientos necesarios para que el mundo funcione como fue programado. El potencial de revitalizar las zonas muertas de la existencia diaria, es inhibido por una realidad adversa; realidad armada de falsedades.
   En un sistema que funciona con la falsedad como suprema realidad, aceptada por la humanidad ciegamente, sumisamente, se hace muy difícil la lucha de los que son concientes de lo que sucede. La mayoría no tiene la menor idea de lo que está sucediendo, nada hace por cambiar las cosas; someterse es más cómodo y seguro que oponerse.
   La humanidad con sus injusticias y fallas de fábrica, no es un error de la naturaleza, ni una cosa que le salió mal a Dios o a "los dioses" del espacio, de la antigüedad. Es un producto acabado, concebido como lo que es, ejecutado para que sea lo que es: un campo de experimentación donde todo lo que quisiéramos que no exista para que no nos perturbe, fue ideado para perturbarnos, porque se quiso tenernos en este estado de esclavitud. Ninguna providencia celestial bienintencionada sería capaz de armarnos un mundo así. En cambio, a cierta clase de inteligencia cósmica, jugar a fabricar mundos mal hechos le resulta útil a sus fines. Fines que nos hicieron creer que eran para nuestro bien, para nuestro aprendizaje. Esa inteligencia cósmica, esa mente que diseñó el programa en que estamos metidos, nos hizo creer que ésta su obra está bien hecha, que no hay otras obras mejores, otros programas mejores, otras inteligencias cósmicas capaces de programar algo mejor que esto. O bien, que si algo mejor existe, no es para nosotros, porque para seres como nosotros es necesario estar en un mundo perturbado y no en un mundo mejor. Por lo tanto, se nos ha inducido a creernos "pecadores", merecedores de castigo.
   Ningún futuro mejor para la humanidad puede alcanzarse bajo tales creencias, bajo la autocrítica de creernos causantes de todo lo que define a este mundo como imperfecto al extremo. Sólo hay alguna posibilidad de superarnos, al ser concientes de que la causa que generó todas las alteraciones que padecemos, está situada fuera de nosotros, antes de nuestra historia, de nuestra prehistoria, en "El Plan" que mentes cósmicas manipuladoras de mundos concibieron para la Tierra. En ese plan existían Herodes, Rockefeller, Hitler y Hussein. Los Budas, los Cristos, los Krishnas, como elementos lumínicos colocados en la realidad mundial, no variarían el funcionamiento del oscuro plan. Aunque revelaran conocimiento capaz de iluminar a quienes lo recibieran, el mundo seguiría cumpliendo con el programa previsto.
   Aunque mis revelaciones lleguen a muchos, el mundo seguirá funcionando como lo hace. Pero todo este sistema de control que el enemigo manipulador ha instalado, no ha podido doblegarme, y tampoco a mis compañeros de la resistencia. La acción que estamos ejecutando ha producido una FALLA EN EL SISTEMA: al enemigo le hemos hecho perder control, le estamos ganado posiciones. Esta página es una de ellas. Toda persona ingresante a este site, desde que toma conciencia de la trama oculta que aquí revelamos, es una posición más que le ganamos al enemigo, es control que él pierde y fuerza que aumentamos. 

   Conocer lo que conocí, me exigió actuar como una mujer audaz, valiente y decidida. De no hacerlo, terminaría en la sumisión y el miedo. Tomada mi determinación, no  temo a nada ni a nadie, por lo que enfrento a  "la mentira" en la cual se encuentra sumergida la humanidad de este planeta, y tengo el propósito de revelar lo que sé.
   El secreto que vengo a revelarles, es el sistema de manipulación de mentes controlado por seres negativos, cuyos agentes se encuentran entre nosotros, cada día de nuestras vidas, cada momento, a cada instante…
   Este es el sistema en el cual vivimos a diario, con las reglas de juego que tenemos que jugar porque no hay otra opción. Nos guste o no, el planteamiento de nuestras vidas está hecho, y debemos seguirlo al pie de la letra sin protestar.
Sufrimiento, dolor, penas constantes, esfuerzo inútil por lograr nuestros sueños, traiciones, envidias, y un sinfín de situaciones que detestamos y que "obligatoriamente" seguimos como esclavos, sin ninguna posibilidad de elegir aquello que nos podría hacer felices.
   ¿Nos hemos detenido a pensar alguna vez en esto? ¿Alguno de ustedes ha hecho un alto en el camino para preguntarse por qué ha sido así? ¿Con qué finalidad nos han sometido a tal forma de vivir? ¿Quién o quiénes están detrás de todo este manejo absurdo?
   Nos han convencido de que todo obedece a un "plan divino", que Dios creó este mundo y todas sus imperfecciones, y que el sufrimiento es "su voluntad". ¿Acaso es posible que un Dios de amor, pudiese haber creado un mundo como éste, en donde lo que menos existe es precisamente el amor? Un mundo injusto, cruel, en donde los seres humanos se destruyen unos a otros, un mundo donde cualquiera mata a su hermano por ambición de poder y bienes materiales. ¿Es éste un mundo creado por ese Dios bueno que en algún lugar del Universo existirá?
   La realidad es que éste y otros mundos, fueron interferidos por "seres cósmicos" o "dioses imperfectos" que, para lograr sus propósitos, idearon un "experimento" o "plan de evolución", en el cual la humanidad tendría que lograr la iluminación por medio del sufrimiento.
   Les revelo este engaño, para que quienes "tengan ojos para ver", descubran este manejo y, si así lo desean, cambiar su vida, dejando de ser esclavos de este sistema y luchar junto con nosotros, por la libertad.

   Con amor,

   Trinity
   25 de mayo de 2000
 
 

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