Esta verdad que conmigo encontraron era demasiado para ustedes. Quisieron ver de qué se trataba, sin medir las consecuencias. Entusiasmados y curiosos, se dejaron llevar por la tentación de acceder a lo prohibido. ¿Y ahora…qué? ¿Qué van a hacer, si ya saben cómo es la realidad del mundo? ¿Van a vivir como si nada supieran? ¿Cómo se hace para no pensar en lo que se ha descubierto? No hay salida. No son las mismas personas que cuando llegaron hasta aquí.
   Están en el punto intermedio entre arrepentirse de haber buscado tanto, y sentirse satisfechos de haberlo hecho. Pueden culparse a sí mismos, por haberse metido en un gran problema, en vez de quedarse en la ignorancia a vivir tranquilos, o aceptar con entusiasmo el desafío que tienen por delante.
   La información de que disponen los ha convertido en gente peligrosa para el sistema. Ya no podrán vivir en paz, y sienten que eso es una desdicha. En cambio, los que ven el lado positivo de todo esto, se sienten dichosos de haber descubierto que nacieron como esclavos y que ahora pueden liberarse.
   Si para ustedes hubiera sido preferible vivir en el engaño, es porque no valoran lo que han encontrado. O porque se sienten débiles para enfrentar la lucha que se debe sostener si se milita en esta causa.
   Si no comprenden lo que esta verdad revelada significa, o no se sienten capaces de vivir y morir por ella, entonces vivan lamentándose por haberse enterado, o reaccionen para no tener que lamentarlo. Sufran la verdad, o gocen de ella; no hay otra alternativa. Podía haber sido la de hacer de cuenta que nada supieron, pero por más que lo intentaran, sería imposible. Ahora sólo pueden escoger entre ser espectadores de la lucha de los que se atrevieron, o ser protagonistas de su propia lucha.

   Morpheus 
   Jun 6, 2000
 
 
 

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