La revelación del Gran
Secreto
Mensajes
de Morpheus
A los
que prefieren saber y sufrir, y no la "dicha" de ignorar
BIENVENIDOS
Cuando ustedes recuerdan el
tiempo en que ignoraban el Gran Secreto, les vienen a la mente imágenes
felices. Recuerdan los momentos de despreocupación, de pasatiempos
para entretenerse, de los regalos navideños o de no hacerse problema
por el origen y el destino del mundo. Recuerdan cuando podían ser
vistos por los demás como personas normales, inadvertidas en la
masa, divirtiéndose con las propuestas de la sociedad de consumo.
Cuando ustedes imaginan el
futuro que les espera por saber lo que ahora saben, les vienen a
la mente imágenes preocupantes. Piensan que ya no hay tiempo que
perder en pasatiempos. La gran mentira de la Navidad les repugna. El origen
y el destino del mundo es el eje de sus reflexiones y acciones diarias.
A los ojos de los demás, se sienten vistos como personas anormales,
disonantes de la masa. Y los divertimentos propuestos por la sociedad de
consumo les parecen tonterías enajenantes para mediocres.
El mundo en que antes se
encontraban más a gusto que ahora, les incomoda, a veces se les
hace insoportable. Los temas de conversación de la mayoría
de la gente les parecen inútiles, vacíos y sin sentido. Cuando
ustedes hablan de estas cosas, sienten que les han echado perlas a los
puercos. Otras veces, ni siquiera mencionan el tema, teniendo la sensación
de que están tratando con zombies. Cada uno de ustedes no
conoce momento más significativo que cuando se encuentra con alguien
que piensa o sabe lo mismo. Para ustedes es un hallazgo de valor inmenso.
Un oasis en el desierto, entre tantísimas personas con las que es
imposible compartirlo todo, ser compañeros en un sentido pleno,
integrados por una misma razón y propósito.
Ustedes han hecho un balance
entre la dicha que la ignorancia les concedía, y las desventajas
que el conocimiento les hará sufrir. Han preferido la lucha, porque
han entendido que aquella dicha es para los débiles que están
adaptados a la esclavitud. Ustedes, como todos, nacieron esclavos, pero
han conseguido alterar el programa que se les asignó, y están
liberándose. Quizá por tener alguna fuerza, algún
don interior, algo que los hace distintos.
Cuando traten con cualquiera
de los esclavos del programa, no se muestren como distintos, sino como
semejantes, tratándolos con el respeto que se le debe. Pero no olviden
que ustedes no son como ellos, a la hora de compartir momentos y cosas
de la vida cotidiana. Sepan ubicarse frente al mundo sabiendo manejar la
realidad, y no como los demás, manejados por ella. Esto no significa
que el destino de ellos sea irreversiblemente malo, ni que ustedes vayan
a terminar mejor que ellos. Las esperanzas de ellos no están agotadas,
y la suerte de ustedes no está asegurada. Lo que saben los convierte
en guerreros de la resistencia, pero esta arma que tienen, el conocimiento,
de nada les vale si no la emplean. Aquí no es cuestión de
saber y nada más: hay que actuar. Si no, lo mismo da ser un esclarecido
que un ignorante.
La libertad no se logra con
sólo saber el secreto, sino con luchar para que deje de ser el descubrimiento
de unos pocos. Tenemos mucho trabajo por delante, para que el enemigo pierda
cada vez más esclavos. Cada palabra que pronunciamos, cada acción
que emprendemos para que la verdad se sepa, nos hacen libertadores de esclavos.
Ustedes eligieron cumplir este papel. O, quizá, estén cumpliendo
el papel que alguien ajeno y opuesto al programa del mundo les haya dado.
Quizá muchos o algunos de ustedes no hayan hecho la elección,
sino que hayan sido elegidos. O ambas cosas a la vez, sin que una excluya
a la otra. Hay inserciones de seres ajenos al programa, que en él
son introducidos, al ser elegidos y enviados al mundo a combatir contra
el sistema. Hubo un elegido que se destacó entre todos. No lo entendieron…
Regresaría… Pero sólo con él no basta. Es preciso
que nuestro ejército crezca. Gracias por sumarse, y bienvenidos
a la resistencia.
Morpheus
Jun 6, 2000
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