Capítulo 1: ¡Sigan a Hades!

Giudecca.

    Atena acaba de llegar.

- "Al fin apareces, Atena. Para ofrecerme tu vida..." la recibe Hades.
- "¡Atena! Por favor vete ahora. ¡Es peligroso!" le pide Shaka.

    Shaka se deshará de Hades.

- "No debes de hacerlo. ¿No es ese hombre Shun?" pregunta Atena.
- "Estás equivocada... ¡Ya no es Shun!" dice Shaka.

    El verdadero Shun ya está muerto así que solo les queda destruir a Hades. Pero Atena detiene su puño, diciéndole que no podría destruir a Hades fácilmente aunque lo golpeara ahora. Ella le dice que mejor no intervenga, y entonces sube las escaleras hasta Hades. Shaka le advierte no acercarse, o será asesinada.

    Hades y Atena se miran fijamente.

- "Hades, vine aquí para pedirte algo" le dice Atena.
- "¿Una petición... dices?" pregunta Hades.

    Atena se arrodilla y le implora que detenga el Eclipse más grande. Hades está un poco sorprendido y divertido por la situación.

    Le revela que el Eclipse más grande ya ha empezado. Ahora, nadie puede detenerlo. Ella le dice que ya sabía, y que por eso le pide que lo detenga. Ella propone intercambiar su vida por ello. Hades queda de acuerdo.

    La lanza de Pandora se acerca por sí misma a Shaka. Hades le pide matar a Atena con ella.

- "¿Qué pasa? Te digo que sacrifiques la vida de Atena para salvar a la Tierra. ¿No la
    atravesarás con placer?" pregunta Hades.
- "Atravesaré con placer... ¡¡A tí, Hades!!" grita Shaka.

    Shaka tira la lanza hacia Hades.

    Pero Atena la intercepta. La deja caer pero Hades la levanta con su poder. El la atravesará. Ella le promete no moverse.

    Pero detiene la cuchilla con su mano, a pesar de que se la cortó. Hades le pregunta porqué. Ella le ordena detener el eclipse. Mientras no lo haga, ella no dejará que nadie muera. Ni a Shaka ni a Shun. Ella hace arder su cosmos.

    Ella le dice que tiene la obligación de proteger la vida de todos los seres vivos. ¡Por eso recibió vida en este mundo! Su sangre fluye en la lanza.

- "¿Qué es esto? ¡Está tan caliente como el fuego! ¡La sangre de Atena está caliente!"
    grita Hades.

    De repente Atena siente que el cosmos perdido de Shun revive en su cuerpo. Ella lo anima a que expulse a Hades de su cuerpo.

    Hades no puede permanecer más tiempo, su alma deja el cuerpo de Shun.

    Su alma está flotando en el aire.

- "Es imposible... El cuerpo de Shun ha rechazado mi alma... ¿¡Que no ha sido
    decidido que Shun debe ser mi cuerpo?! ¿Porqué?" pregunta Hades.

    Atena le dice que está equivocado: Shun nació para ser el Santo de Andrómeda, no para ser el cuerpo de Hades. Ahora que Shun ha sido despertado por su sangre caliente, ¡Ya no hay lugar para Hades! Se debe de rendir: No es tiempo para su renacimiento. No tiene un cuerpo donde revivir. Ella le dice que ya no hay necesidad de pelear, más vale que detenga el Eclipse más grande y vuelva a dormir. Pero Hades se rehúsa.

    Su alma salta hacia Atena. Quiere destruír su cuerpo. Ella le tira la lanza.

    Una gran explosión ocurre.

    Un momento después, Seiya entra y encuentra a Shun, con todo y Armadura. Shun despierta pero no puede contestar a las preguntas de Seiya sobre Atena. El le dice que su cosmos desapareció detrás del cuarto.

    Suben las escaleras, y ven que en la parte trasera del cuarto hay una gran muro. ¡Pero no hay rastro de Atena ni de Hades! Se le quedan viendo. Seiya se pregunta lo que es. Alguien responde que eso marca el fin del Infierno: El Muro de los Lamentos.

    Voltean y ven a Shaka.

    Shaka les dice que Atena desapareció junto con Hades más allá de la pared. Seiya les sugiere hacer lo mismo inmediatamente, pero Shaka le dice que es imposible cruzarla si no eres un Dios. Seiya les sugiere destruirla, pero Shaka les revela que eso ya ha sido intentado varias veces. ¡No hay manera!

    Pero Seiya no se rinde. Deben de llevarle su Armadura a Atena para que pueda matar a Hades. De otra manera, Atena será asesinada. Seiya le pregunta a Shaka qué hay más allá del Muro, ya que esta es la última tierra del Infierno. Desafortunadamente, Shaka no lo sabe.

    De repente entra una premonición en su mente: Más allá del Muro de los Lamentos están....

    ¡Los Campos Elíseos! 


Capítulo 2:¡Derriben! El Muro de los Lamentos

    Seiya le da la Armadura de Atena a Shun y se acerca al Muro. Planea arder su cosmos hasta el último nivel y tirar su cuerpo contra el Muro.

    Shun trata de persuadirlo de que es absurdo. Seiya le pregunta que si ha olvidado que juraron nunca perder la esperanza cuando cruzaron la puerta al Infierno. ¡Está realmente determinado a romper el Muro!

    Finalmente, evita a Shun y embiste al Muro. Shaka se le atraviesa. Le ordena detenerse pero Seiya se rehúsa. Shaka lo golpea. Seiya cae inconsciente. Shaka le dice que acaba de recordar algo que oyó hace mucho tiempo.

    Para destruir el Muro de los Lamentos, se necesita de la Luz del Sol. Desafortunadamente eso no es posible, ¡Porque la Luz del Sol nunca podrá entrar al lugar más profundo del Infierno! Es absolutamente imposible. Pero como Atena siguió a Hades hasta los Campos Elíseos, y la Tierra está a punto de ser convertida en un Mundo Oscuro por el Eclipse más grande, tienen que arriesgar sus vidas. Shun está asombrado de descubrir que Shaka golpeó a Seiya sólo para él mismo tratar de destruir al Muro. Pequeñas ondas de energía salen de la Armadura de Atena.

    En Cocytos.

    Cuatro Espectros hallan al cadáver de Valentín. Suponen que fue Pegaso porque no está donde lo enterraron. Lo único que no entienden es cómo Pegaso logró salir de Cocytos. Súbitamente sienten un extraño cosmos.

    Es de Atena. Rodea a Mu, Aioria y Milo. Un momento después, el hielo alrededor de ellos se rompe.

    ¡Los Santos Dorados han sido resucitados! Matan a los Espectros.

    Shaka hace arder su cosmos para destruir al Muro pero sólo obtiene más heridas. Shun le dice que es inútil, que es mejor que se detenga,pero Shaka insiste. Entonces alguien que entra al cuarto le ordena detenerse.

    ¡Es el Antiguo Maestro - Dohko de Libra!

    Le dice a Shaka que un hombre como él no debe tener una muerte innecesaria. Otras tres personas están de acuerdo con las palabras de Dohko.

    ¡Son Milo, Aioria y Mu!

- "Shaka... el rosario que mantuve guardado... Ahora te lo regreso aquí. ¡Mira! El color
    de muchas cuentas ha cambiado. Sobre lo de morir, debe de ser después de que
    terminemos de colorear cada una de las 108 cuentas" dice Mu.
- "Mu..." dice Shaka.

    De repente Dohko recuerda algo:

- "Por supuesto... ¡Podemos destruir el Muro de los Lamentos!"


Capítulo 3: ¡Unión! Armaduras Doradas

- "Si combinamos el poder de los Santos Dorados, ¡Hasta producir la Luz del Sol no es
    imposible!" recuerda Dohko.
- "¿Eh? Luz del Sol, ¿Aquí...?" preguntan los Santos de Bronce.
- "Pueden producir Luz del Sol combinando el poder de los Santos Dorados..." dice
    Seiya.
- "Antiguo Maestro, eso... ¿Cómo?" pregunta Shun.
- "Hmmm... ¿Lo han olvidado?" pregunta Dohko.

- "Todas las constelaciones de los Santos Dorados están en la eclíptica, que es el
    camino que recorre el Sol cada año. ¿Entienden? Las Doce Armaduras Doradas,
    puestas en el camino del Sol, ¡¡Se bañan de Sol abundantemente desde los tiempos
    mitológicos!! ¡¡El poder del Sol está ilimitadamente guardado en las Armaduras
    Doradas!!"

    Dohko quiere que los Santos Dorados, que tienen la Luz del Sol, incrementen sus cosmos hasta el máximo nivel. Entonces si arrojan juntos sus vidas, con toda seguridad desplegarán un poder comparable al de un pequeño Sol. Les da a sus amigos sus armas.

    Mu recibe una espada, Shaka unas tenacillas, Milo una vara doble, Aioria una lanza y Dohko toma un escudo. Entonces queman sus cosmos...

    y tiran sus armas y vidas todos juntos al Muro de los Lamentos. Aparece una luz...

    Mientras tanto, en la Tierra.

    En Santuario, Jabú, Nachi e Ichi ven que comienza un eclipse. Ellos lo consideran de mal agüero en estos momentos. Shaina les dice que no hablen de cosas estúpidas mientras Seiya y los demás están peleando. Súbitamente, alguien se reúne con ellos, diciendo que es posible que el Sol ya no volverá a salir. Los Santos de Bronce y Shaina están asombrados.

    Es Marín.

    Shaina le pregunta dónde estaba. Marín le dice que no se enoje. Entonces ella le pregunta si no cree que el eclipse es extraño. Ella le recuerda que el Sol es lo más odiado por Hades. Shaina comprende que la Tierra estaría en completa oscuridad si Marín estuviera en lo cierto. De repente, algo como una estrella fugaz sale de la Casa de Sagitario. Y no solo de ella:

    De las Casas de Acuario, Capricornio, Tauro, Cáncer y Piscis. Todas las almas de los Santos Dorados muertos van a ayudar en el Mundo Oscuro.

    Giudecca.

    El Muro de los Lamentos sigue intacto. Los Santos Dorados han fallado. Seiya le pide a Dohko que los deje intentar, pero Dohko le responde que sería inútil. Si el Muro de los Lamentos realmente es el límite entre el Infierno y los Campos Elíseos, puede ser absolutamente imposible destruirlo con poderes humanos. Seiya le recuerda que ellos lograron destruir el Soporte Principal en el Reino de Poseidón de esa manera. Pero Dohko le dice otra vez que sería inútil. Para él, la única esperanza sería que los Doce Santos Dorados estuvieran aquí.

    Eso es precisamente lo que sucede: La venida de las otras seis Armaduras Doradas. ¡Ahora todos están en el Mundo Oscuro!

    Las Armaduras Doradas proucen resonancia.

    Al mismo tiempo, Kanon nota que su Armadura también está resonando. Entiende que las demás Armaduras Doradas están llamando a la suya, y se pregunta si en verdad todos están reunidos en el Mundo Oscuro. Al mirar a su Armadura, comprende que debe apresurarse. Sin embargo, Radamanthys llega diciéndole que no lo dejará ir. Kanon le revela que su derrota está cerca.

    Entonces se quita la Armadura. Radamanthys está atónito. Kanon le explica que le devuelve a su hermano algo que sabe que ya no necesita. Le ordena a la Armadura de Géminis volar hacia las otras Armaduras Doradas.

    Kanon la mira alejarse volando pensando "Adiós, Géminis... ¡Te confío a Saga!". Se voltea con Radamanthys. ¡Ahora pelearán hasta la muerte! Radamanthys ataca primero con su Gran Precaución.

    Hiere a Kanon varias veces. Sin su armadura, Kanon ya no está protegido.Radamanthys le pregunta si intenta ganar. Kanon le responde que no, sólo intentaba hacerlo su compañero. Entonces Kanon pone sus brazos alrededor de los hombros de Radamanthys, y mientras se elevan, Kanon agrega: "¡Mi compañero a la Muerte!".

    Kanon libera su Explosión de Galaxias, la que los golpea juntos. Shiryu y Hyoga ven una estrella fugaz ascendente y comprenden que es la Muerte de Kanon.

    En ese mismo tiempo, la Armadura de Géminis llegó a Giudecca. Se divide en sus partes. También las otras Armaduras Doradas.

    ¡Todos los Doce Santos Dorados han revivido!

    En orden, de Izquierda a Derecha: Máscara de Muerte de Cáncer, Saga de Géminis, Shura de Capricornio, Aioros de Sagitario, Aldebarán de Tauro, Afrodita de Piscis, y Camus de Acuario.

    Los cinco Santos Dorados vivos están sorprendidos de que sus compañeros, a pesar de que son solo almas, ¡Están a punto de pelear por Atena, la Justicia, y el Amor por la Tierra! De repente, Aioros toma su flecha y la apunta hacia el Muro.

    Dohko le ordena a Seiya y a Shun dejar el cuarto porque los Santos Dorados van a concentrar todo su cosmos para luego liberarlo en la Flecha de Aioros. Esto hará una Luz del Sol pequeña, una onda destructiva tremenda que llenará el cuarto y destruirá al Muro de los Lamentos. Dohko les recuerda de su misión: Darle su Armadura a Atena. Dohko agrega que es imposible para las personas normales el cruzar ese Muro. El no sabe si serán empujados o arrojados al espacio pero no pueden cruzar. Aún así, piensa que los Santos de Bronce pueden hacerlo.

    Es porque traen puesta una Armadura Especial que fue bañada en la sangre de Atena. ¡Ahora sus cuerpos están empapados con Sangre de Diosa! Dohko les explica que la guerra contra Hades, que ha durado desde los tiempos mitológicos, puede que acabe pronto. El verdadero cuerpo de Hades duerme en los Campos Elíseos. Como no quiere que su cuerpo sea dañado, Hades prefiere tomar cuerpos como el de Shun.

    Dohko les ordena de nuevo salir del cuarto. Ellos acceden y se van.

- "En ese momento..."

- "Tuve la impresión como si los Doce Dorados me sonrieran..."

- "Como nuestros hermanos..."

- "Sí, hemos peleado juntos desde tiempos mitológicos."

- "¿No, hermanos?"

- "Ahora, el tiempo ha llegado para decir adiós a estos hermanos..."

- "Adiós, guerreros de sangre caliente..."

- "Adiós, Santos..."

- "Dorados..."

    Los Santos Dorados forman un círculo y empiezan a concentrar toda su vida y su alma, y a quemar sus Cosmos Dorados.

    Liberan su energía en la flecha de Aioros. "Un Destello en este Mundo Oscuro."

    Seiya y Shun esperan afuera. Minos llega y les ordena quitarse de la puerta. Como no se quitan, los golpea y abre la puerta.

    ¡Desafortunadamente la Gran Explosión ocurre en ese momento! 


Capítulo 4: Entre el Infierno y la Utopía

    Shiryu y Hyoga llegan a Giudecca y son testigos de la explosión, que destruye parte del palacio.

    En el cuarto principal, Shun y Seiya miran al Muro de los Lamentos. Los Santos Dorados lo lograron: Un profundo y gran hoyo ha sido hecho en el Muro de los Lamentos. Buscan a los Santos Dorados.

    Ven las Doce Armaduras Doradas reconstituídas, pero no hay rastros de los Santos Dorados.

    Hyoga y Shiryu entran al cuarto. Ellos, también, ven a las Armaduras Doradas. Todos ellos comprenden que los Santos Dorados están muertos.

    Entran al túnel, a excepción de Shiryu, que se queda en Giudecca, diciendo que los alcanzará pronto. Corren a través del túnel y finalmente ven una luz.

    El túnel termina en otra dimensión, donde el tiempo y el espacio se retuercen. Ven a algo brillando a lo lejos.

    Mientras tanto, en el otro lado del túnel, Shiryu se enfrenta a tres Espectros: Reina de Alraune, Gordon de Minotauro y Sílfide de Basilisco. Le dicen a Shiryu que no dejarán ir a nadie a los Campos Elíseos, y le ordenan quitarse. Shiryu responde: "Si quieren pasar, tendrán que matarme..." Los Espectros dicen: "¿Planeas enfrentarnos a los tres tú solo?"

    Lo atacan al mismo tiempo y lo derriban. Súbitamente una cuchilla corta sus cascos.

    Es el Excalibur de Shiryu. Shiryu está preparado para morir.

    De regreso con Seiya, Shun y Hyoga.

    Ellos comprenden que los Campos Elíseos están en dirección de esa luz.

    Seiya y Shun saltan en el espacio, pero la reaparición de Minos detrás de él, impide que Hyoga haga lo mismo. Minos le dice que no dejará que nadie llegue a los Campos Elíseos. 


Capítulo 5: El camino a los Campos Elíseos

    Minos le ordena a Hyoga quitarse y se prepara para pelear y obligarlo.

    Pero una pared de hielo lo detiene. Hyoga le explica que es una forma alterna de el ataúd de hielo que es imposible de destruír hasta por los Santos Dorados. Minos no le cree y golpea a la pared.

    Minos logra atravesarla. Seiya y Shun le dicen a Hyoga que salte también, pero responde que sería inútil: Si salta, Minos podría apuntar y golpearlos. Así que prefiere quedarse y cuidar el camino con su cuerpo. Minos lo amenaza de muerte si lo molesta.

    Hyoga ataca con su Polvo de Diamante, que Minos repele con una mano. ¡Hyoga es derribado por su propio ataque!

- "¿Aún no has entendido? ¡Los ataques como tu golpe congelado no son válidos en
    mí! Vamos, ¡Levántate!" ordena Minos.
- "Uh... Uh..." dice Hyoga.
- "Si no te levantas, ¡Yo te levantaré!"

    Minos usa su Marionetación Cósmica en Hyoga para obligarlo a hacer una danza mortal.

    En el espacio, Shun y Seiya sufren por la presión. Más aún, se van en dirección opuesta a los Campos Elíseos. Shun es alejado de Seiya. El se pregunta si es posible ir a los Campos Elíseos.

    De repente, dos alas crecen en su Armadura, permitiendo a Seiya atrapar a Shun.

    Seiya comprende que las alas eran parte original de la Armadura de Pegaso y que crecieron gracias a la sangre de Atena. Ahora que pueden moverse hacia los Campos Elíseos, no esperan más y vuelan hacia la gran luz. En el túnel, Hyoga ha convertido a los hilos de Minos en hielo. Ahora que Shun y Seiya están a salvo, Hyoga también puede ir. Levanta sus brazos sobre su cabeza.

    Y libera el poder de la Ejecución Aurora, que golpea a Minos. Hyoga toma ventaja de esto para saltar en el espacio.

    Pero Minos logra ligarlo con un hilo. Está a punto de atacar a Hyoga cuando ocurre algo extraño. La presión actúa sobre él y, momentos después, Minos explota...

    dejando solo a Hyoga. Por eso es que los que no son Dioses no pueden ir a los Campos Elíseos. Los Santos de Bronce están usando Armaduras empapadas en sangre de Diosa, y por lo tanto están protegidos.

    En la entrada del túnel, Shiryu cae una vez más. Los tres Espectros le ordenan quitarse pero Shiryu responde, una vez más, que si quieren pasar, lo tienen que matar. Reina decide deshacerse de Shiryu sola.

- "Está bien... si quieres la muerte, yo te otorgaré ese deseo. Yo, Reina de Alraune, te
    cortaré la cabeza..." dice ella.

    Ataca con sus Tijeras de Flor de Sangre. Reina piensa que ha cortado la cabeza de Shiryu, así que sugiere a sus amigos que se vayan.

    Pero se dá cuenta que está equivocada. Sólo ha herido el cuello de Shiryu y Shiryu hizo lo mismo a su cuello con Excalibur. Gordon ataca: ¡Gran Hacha Trituradora!

    Shiryu se protege con su mano Excalibur, pero el Hacha es más fuerte y la mano de Shiryu se rompe. Gordon se prepara a romper la cabeza de Shiryu, pero Shiryu es más rápido. Golpea a Gordon, liberando el poder del Dragón Ascendente con su otra mano.

    Sílfide nota que Shiryu no se ha movido a pesar de todos sus ataques. Así que esta vez lo hará moverse de la entrada del túnel con su huracán de Basilisco.

    El huracán arroja a Shiryu en contra del Muro de los Lamentos. Cae enfrente del túnel.

    Shiryu piensa que es irónico que el Muro de los Lamentos lo haya salvado de ser acarreado a otra dimensión. El les dice otra vez que no pueden matarlo si lo atacan de uno en uno. ¡Deben atacar todos juntos! Sílfide no le cree. Después de todo, ya está medio muerto.

    Shiryu ataca con su Dragón Ascendente y derriba a Sílfide.

- "¿Entendiste? Si me quieren matar, ¡Ataquen los tres juntos! Entonces, ¡Les mostraré
    el último secreto del Dragón!" les advierte Shiryu.

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