"Debo
escoger esta mañana entre el mar desnudo y el cielo?, Entre las
orquídeas y el trigo para cuál es la preferencia?" (Neruda,
1992, p. 121, 151)
El ejemplo de la disputa
entre dos hermanas por unas naranjas presentado anteriormente es
un buen caso que ilustra la importancia de tener en cuenta los
intereses y las necesidades de la contraparte. En este ejemplo hay
una opción que permite una repartición de los recursos en una
forma óptima, permitiendo la máxima satisfacción posible de los
dos negociadores (puesto que cada hermana puede quedarse con el
100% de aquello que le interesa de las 10 naranjas).
Sin embargo, en algunas
controversias no parecen existir opciones de acuerdo que permitan
una satisfacción del 100% para cada una de las partes. A
continuación se presenta uno de estos casos.
Supóngase que un padre de
familia disfrutaba enormemente de la música tropical y de la música
clásica.
A lo largo de los años conformó una colección
de 1200 discos (600 de música clásica y 600 de música
tropical), que él junto con su esposa y sus dos hijos escuchaba
con frecuencia. Un día el padre decidió repartir los discos
entre sus hijos. A cada uno entregó 300 discos de música clásica
y 300 de música tropical.
Sus hijos se alegraron enormemente de este
regalo, y se fueron a celebrarlo juntos. Se sentaron en la sala de
la casa y empezaron a escuchar los discos. Rápidamente se dieron
cuenta que uno de los dos prefería siempre los de música
tropical frente a los de música clásica, y viceversa. Entonces
advirtieron, que aunque la repartición había sido satisfactoria,
no había sido la mejor. Después de unas copas decidieron que el
hermano que prefería las melodías tropicales se quedaría con
los 600 discos de esta música, mientras que el que prefería la música
clásica recibiría todos los 600 discos de este tipo de música.
¿Cuál es la evaluación que podría hacerse
de este acuerdo?
|