Pero... ¿qué será lo que quiere usted?

(IIIb)
Las Prioridades

(Reproducido para efectos exclusivamente académicos de la fuente: Proyecto BID-CCB, Una Visión Racional y Estratégica de la Negociación, Capitulo 3, Bogotá, 1999)

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America Latina, 2001





 

 

Aun cuando en este caso pareciera que no es necesario realizar una evaluación cuantitativa del acuerdo planteado por los dos, resulta útil efectuarla con el fin de aclarar algunos conceptos básicos aplicables a múltiples negociaciones.

Supóngase que el hermano que gusta de la música tropical (Alfonso) valora cada uno de estos discos el doble en comparación con un disco de música clásica (se supondrá que estos son promedios válidos para el conjunto de discos).

Imagínese entonces que la satisfacción que le representa cada disco de música clásica se puede representar con un valor de 1.0, y la satisfacción que le representa un disco de música tropical equivale comparativamente a un valor de 2.0 (obsérvese que los valores absolutos de las cifras seleccionadas hubieran podido ser otros; lo importante es que mantengan la relación de 2 a 1 entre ellos, dado que el negociador asigna una valoración 2 veces mayor a los discos de melodías tropicales sobre los de música clásica).

Aceptando estas cifras, para el negociador que prefiere los discos tropicales, Alfonso, la repartición original de su padre equivalía a una utilidad de 900 puntos:

  • 300 por los discos de música clásica (=300discos*1punto/disco),

  • más 600 puntos por los de melodías tropicales (=300discos*2puntos/disco).

  • Con la nueva asignación de los discos su utilidad equivale a 1200 puntos (=600discos*2puntos/disco).

Si se asume una valoración equivalente del otro hermano (Francisco) por los discos (con la única diferencia de que ahora a cada disco de música clásica se le asignan 2 puntos, y a cada disco de música tropical se le asigna 1 punto), entonces es claro que Francisco al realizar la negociación ha pasado de una situación que para él equivalía a 900 puntos, a una que ahora le reporta 1200 puntos (una satisfacción 33% superior a la anterior).

Evidentemente, ninguno de los dos hermanos debería aceptar un acuerdo que signifique un resultado inferior a los 900 puntos (valor que tiene garantizado si no llega a ningún acuerdo dentro de la negociación).

Por ejemplo, si Francisco le ofrece a Alfonso un acuerdo que implica para este último quedarse con 200 discos de melodías tropicales y 450 de música clásica, Alfonso debería rechazar este acuerdo pues para él sólo equivale a 850 puntos. 

Con el fin de saber si una opción de acuerdo planteada dentro de la negociación es aceptable o no, Alfonso debería compararla con su Mejor Alternativa a un Acuerdo Negociado (que se denominará MAAN en adelante). 

En este caso la MAAN equivale a 900 puntos. Obsérvese que la MAAN es la mejor alternativa que el negociador tiene por fuera de la mesa de negociación en caso de no llegar a ningún acuerdo con su contraparte.

¿Son los resultados mencionados las únicas alternativas posibles en una negociación entre Alfonso y Francisco sobre los discos? 

Evidentemente no. Otro resultado de la negociación hubiera podido ser, por ej.:

  • Para Alfonso, 400 discos de música tropical y 200 de música clásica; y

  • Para Francisco, 200 discos de música tropical y 400 de música clásica.

Esto equivale a 1000 puntos para cada uno (este punto se llamará C en la Figura 3.1).

Otro posible acuerdo podría ser:

  • Para Alfonso, 500 discos de música tropical; y

  • Para Francisco, 100 discos de música tropical y 600 de música clásica.

Este acuerdo equivaldría a 1000 puntos para Alfonso, y 1300 puntos para Francisco (este acuerdo se llamará D en la gráfica). Se propone como ejercicio al lector, calcular la zona de todos los acuerdos factibles entre Francisco y Alfonso.


 Figura 1 - Utilidades de Alfonso y Francisco

En el eje de las abscisas se registra la utilidad obtenida por Alfonso, y en el eje de las ordenadas la utilidad obtenida por Francisco. El punto A equivale a la situación inicial en la cual cada uno de los dos hermanos tenía una utilidad de 900 puntos, mientras que el punto B representa la situación después de la negociación en la cual la utilidad de los dos ha aumentado a 1200 puntos.

La zona comprendida entre la curva descendente y los ejes de la gráfica es la zona de posibles acuerdos entre Alfonso y Francisco. Obsérvese que en el mejor de los casos, Francisco podría llegar a obtener 1800 puntos, mientras que Alfonso obtendría 0 puntos (este es el caso en que Francisco se queda con todos los discos).

Un resultado inverso también se puede presentar, en el cual Alfonso obtiene 1800 puntos quedándose con todos los discos, mientras que Francisco no obtiene nada. Estos dos puntos son unidos en la Figura 3.1 por una línea recta descendente, conformada por dos rectas que se intersectan en el punto donde ambos hermanos obtienen 1200 puntos (se invita al lector interesado a calcular las ecuaciones que describen la forma de la curva).

Esta línea recta descendente es la que en negociación se conoce como la Frontera Optima de Pareto. Este concepto, que puede parecer un poco raro, resulta útil para comprender lo que significa "apropiarse de todas las ganancias en un proceso de negociación" (o "no dejar ganancias sobre la mesa").

El área comprendida entre la Frontera Optima de Pareto y los dos ejes de la figura (el de las ordenadas y el de las abscisas) es la zona de posibles acuerdos en esta negociación (bajo el supuesto de que lo único que negocian los dos hermanos son los discos de musical tropical y clásica). 

En otras palabras, cualquier acuerdo que puedan hacer los dos hermanos puede ser representado dentro de la zona de posibles acuerdos (evidentemente, bajo los supuestos especificados con anterioridad en este ejemplo). Inclusive, si los dos hermanos deciden regalar todos los discos a un tercero, aun estaríamos en la zona de posibles acuerdos (estaríamos en el punto (0,0) en el cual se cortan el eje de las abscisas y el de las ordenadas).

Sobre la gráfica aparecen además dos líneas rectas (una vertical y otra horizontal) que cortan los ejes en los 900 puntos. Estas dos líneas rectas representan la MAAN de las partes, y por ende, ninguno de los dos negociadores debería estar dispuesto a aceptar un resultado inferior a este MAAN (el cual fue resultado de la distribución de los discos que hizo el padre). 

Por ende, sólo deben ser aceptables para los negociadores puntos hacia el nordeste de la intersección entre las dos líneas rectas que cortan los ejes en los 900 puntos (puesto que sólo estos puntos significan un resultado superior o igual a los 900 puntos). 

Sin embargo, dadas las circunstancias del problema y los negociadores, los resultados en la negociación están limitados hacia el sudoeste de la Frontera Optima de Pareto. Por ende, sólo es posible encontrar un resultado razonable para los dos negociadores en el área comprendida entre las dos líneas rectas que representan la MAAN de las partes, y la Frontera Optima de Pareto. 

En adelante, esta área se denominará genéricamente la Zona de Acuerdos Factibles y Deseables.

En esta área hay puntos como C, que son mejores que un no acuerdo entre las partes (recuérdese que C equivale a 1000 puntos para cada uno de los dos negociadores). 

Sin embargo, nótese que aunque puntos como C son en principio aceptables para los dos negociadores, no constituyen una buena solución en la medida en que frente a ellos existen puntos como B que garantizan simultáneamente un mejor resultado para los dos negociadores. 

En este sentido, si dos negociadores llegan a un acuerdo equivalente a C, puede decirse que ellos dejaron ganancias sobre la mesa de negociación. En otras palabras, no estuvieron en capacidad de "agrandar el pastel" que tenían al frente, a pesar de que la situación les brindaba esta oportunidad.

Obsérvese que sólo si los negociadores logran un acuerdo sobre la Frontera Optima de Pareto, están ellos evitando dejar ganancias sobre la mesa de negociación. Obsérvese que la Frontera Optima de Pareto está conformada por el conjunto de acuerdos negociables a partir de los cuales no es posible incrementar la utilidad para un negociador sin reducir simultáneamente la utilidad obtenida por el otro negociador. 

Por ejemplo, un punto como D (1000 puntos para Alfonso, y 1300 puntos para Francisco) constituye un resultado frente al cual sólo es posible aumentar la utilidad para uno de los dos negociadores reduciendo la utilidad para su contraparte (lo cual no es cierto para puntos que no están sobre la Frontera Optima de Pareto como A o C).

En este sentido, puede decirse que un negociador debería preocuparse al menos por dos aspectos:

  1. obtener la mayor utilidad posible para él; y

  2. llegar a un acuerdo que esté sobre la Frontera Optima de Pareto.





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