El pasado 24 de marzo desenterramos
un lince en la localidad de Conquista (Córdoba), tras ser
avisados de que el animal había sido matado a las afueras de este
pueblo en diciembre de 1997.
Nos cuentan que el lince fue sorprendido
una mañana, dentro de un gallinero, en un estado extremo de delgadez
y junto a los cadáveres de varias gallinas. Si a ello le unimos
que el felino presentaba los colmillos algo desgastados, como pudimos comprobar
nosotros mismos, es de suponer que se trataba de un animal viejo errante
en busca de comida o de territorios donde no tuviese que competir con linces
más saludables.
Es cierto que las dehesas de Conquista
no ofrecen el hábitat óptimo para la especie, pero limitan
con dos interesantes zonas linceras de Sierra Morena: una más
cercana, en Sierra Madrona, donde una exigua población de linces
pervive pese a la mal gestión cinegética de la finca La Garganta.
Otra, la de Andújar-Arenoso, es la más importante par la
conservación de la especie.
En terrenos colindantes estas zonas,
como los de Conquista, no es raro el avistamiento o atropello de linces
en dispersión, que se ven especialmente afectados por los problemas
que están acabando con los último linces de Sierra Morena:
el declíve del conejo, el deterioro del hábitat, la mala
gestión cinegetica de los grandes latifundios el empleo masivo de
lazos, venenos y cajas trampa.
Francisco Buenestado y Francisco
Cabrera
Conquista, Córdoba
|