José Luis (JAÉN) - Citroën CX 25 D (1983)
1. INTRODUCCIÓN
Mi CX fue adquirido por mi familia en 1983, buscando un vehículo diesel, seguro y de altas prestaciones, ya que previamente con un Renault 18 GTS habíamos padecido desagradables experiencias. Aunque en principio el vehículo que mis padres tenían en mente era un Peugeot 505 SRD Turbo, la imagen de un CX negro en un escaparate hizo cuestionar la decisión. Aunque era algo más caro (2.200.000 pesetas de aquel año), nuestro CX entró en nuestro hogar, hasta nuestros días, ofreciendo muchas satisfacciones (al menos al principio).
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relatos de José García Rivas, conductor exclusivo de este
CX desde 1983 a 1994 > > La verdad es que no aparecieron grandes problemas mecánicos hasta 1994. En aquel año, estando de viaje, fue atendido puntualmente en un taller que no era el habitual y a partir de ahí todo fueron problemas. El CX nos dejó tirados al romperse la bomba del agua (dando la casualidad de que en ese instante lo conducía yo en una de mis primeras tomas de contacto con él). A partir de entonces, el motor fue perdiendo compresión y comenzó a consumir agua y aceite. La confianza en el CX decayó, por lo que mis padres se decidieron a comprar un nuevo vehículo en 1995, un Rover 620 Sdi, con un motor mucho más moderno, con inyección directa, turbocompresor e intercooler, pero sin el carácter y la exclusividad que aún posee el CX. Sin embargo, no se deshicieron del CX, sino que, animados por mí, decidieron repararlo en 1996, ya que por una moderada cantidad de dinero se dispondría de nuevo de un magnífico vehículo. En la actualidad pensamos que fue una decisión acertada, ya que ha pasado tiempo desde su reparación y el motor funciona a la perfección. En los últimos tiempos se están cambiando piezas poco habituales, pero es lógico que se haga, dada la edad del vehículo: soportes del motor, alternador, motor de arranque, radiador, fuelles de líquido hidráulico de los cilindros de la suspensión... Fue en 1994 cuando, por fin, tras 11 años observando la conducción del CX desde el asiento de atrás, obtuve la licencia de conducción. Puedo decir que es toda una experiencia que éste sea tu primer vehículo. Todavía recuerdo los primeros días en que lo conduje, en los que sus peculiaridades y diferencias respecto a cualquier otro automóvil me provocaban una fuerte inseguridad, pero fue algo que pasó rápido...
En mis primeros escarceos con él, tuve algún que otro problemilla del que aún se acuerdan mis compañeros de carrera... Era una tarde del curso 1994/95, en la que acudíamos a un descampado para realizar las prácticas de Topografía del 2º curso de Ingeniería Técnica en Topografía. Aquel día una pequeña zanja impedía pasar a los vehículos con los que acudíamos los alumnos a la zona de trabajo. En un principio pensé dejar el CX allí, pues tampoco estaba lejos la zona, pero tras animarme algún compañero (siglas R.B.C., jejeje) a pasar la zanja porque "no tendrás problema subiendo el coche y con esas pedazo de ruedas", iluso de mí, subí el CX a la máxima altura (algo poco recomendable) y empece a pasar con cuidado la zanja. La rigidez de la suspensión provocó un pequeño bote del tren delantero, que aceleró las ruedas motrices, con lo que mi paso por la zanja con el tren trasero fue aún más rápida y el bote de éste fue por lo menos de 1 metro de altura. No quiero ni pensar en los golpes que se llevó un compañero (Jorge de Abajo) que iba detrás y el instrumento topográfico que iba en el maletero; hasta el cierre centralizado dejó de funcionar, qué recuerdos...
Desde 1999 puedo decir que soy su único conductor. No hace falta mencionar lo contento que estoy de poder haber disfrutado de un vehículo como éste. Un vehículo que se adelantó a su tiempo, tanto por su diseño aerodinámico exterior, diseño interior, así como por sus soluciones de ingeniería, y que siempre mantendrá unas particularidades propias y un fuerte carácter. No hay duda de que llama la atención, tanto si gusta su diseño como si no. En suma, este CX es el automóvil de mi vida. Desde que tuve 7 años, viajé en él, crecí con él, estudié en la Universidad con él, NUNCA me desharé de él mientras sea posible.
2. SENSACIONES AL VOLANTE Respecto a las sensaciones al conducir, no se pueden imaginar si no se experimentan de verdad. Los peculiares sistemas de suspensión, dirección y frenado, provocan la sorpresa en un primer momento. De hecho, el CX es uno de los vehículos que necesitan un período más prolongado de adaptación por parte del conductor. Sin embargo, una vez se asimila la respuesta del CX, se tiene uno de los vehículos más cómodos y agradables de conducir que se hayan construído jamás. Por ejemplo:
3. CARACTERÍSTICAS DE MI CX MOTOR. Se trata de un diesel atmosférico de 2500 centímetros cúbicos. Aunque pudiera pensarse que es muy potente ante tal cubicaje, únicamente desarrolla 75 CV. Para valorarlo, hay que recordar que este motor fue desarrollado a finales de los 70, convirtiendo al CX en el diesel más rápido del mercado, sobre todo gracias a la aerodinámica de la carrocería. Permite rodar a una velocidad máxima de 160 km/h, con una acelaración de 0 a 100 km/h en 17 segundos. Su consumo homologado a 90 km/h es de tan sólo 5.5 litros, cifra realmente estupenda para semejante cubicaje. En cuanto a su sonoridad, evidentemente, es elevada. No obstante, sorprende el aislamiento del habitáculo respecto a las vibraciones y sonido. El bloque de este motor es prácticamente el mismo de las posteriores versiones turbo de 95 y 120 cv. Como curiosidad, no tiene correa ni cadena de distribución, sino cascada de piñones. Imágenes
en el taller (2001)
RESUMEN DE CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS / EQUIPAMIENTO
Imágenes del exterior (2001)
En cuanto al mantenimiento del CX, siempre intento tratarlo bien, tanto al motor como a la carrocería. No escatimo en su mantenimiento en el taller (Talleres Miguel e Hijos, especialistas en la marca), ya que se trata de un coche delicado, debido a la complejidad de sus elementos de dirección, frenado y suspensión. No se puede decir que sea un vehículo barato de mantener, pero hay que pensar que hay que pagar la seguridad y comodidad del CX. Lamentablemente desde 1996 hasta 2001 no pudo disfrutar de una plaza de garaje (fue desplazado de su "hogar" por el referido Rover). Es una lástima porque de estar en la calle tiene varios pequeños golpes. También es una pena el que no disponga de un vehículo alternativo para moverme por la ciudad, por lo que una gran parte del kilometraje de los últimos años del CX ha tenido lugar por las calles de Jaén... (ciudad caótica en cuanto al tráfico se refiere y con fuertes pendientes) ¡pero hay que ver lo bien que se desenvuelve un coche de semejante tamaño por ciudad! En suma, el estado de conservación se puede calificar como bueno, aunque no óptimo. El funcionamiento del motor en la actualidad es correcto: no gasta mucho aceite y nada de agua. Los consumos de gasoil se corresponden con los homologados por Citroën. Sin embargo esto no fue siempre así en el pasado. En 1996 se procedió a la reparación completa del motor, encamisando sus cilindros, ya que el motor había perdido compresión y gastaba mucha agua y aceite. La caja de cambios fue sustituída en 1998, ya que una rotura de su carcasa hizo que la bomba hidráulica vibrara demasiado, sufriendo continuas roturas en una de las tuberías de alta presión. RESPECTO
AL EXTERIOR:
Imágenes
con las nuevas llantas (2002, 2004)
RESPECTO AL INTERIOR:
Imágenes del interior (2001)
Imágenes
del interior (2005)
ANTIGÜEDAD
KILOMETRAJE
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