Jijiji,
está loco el patroncito, mira tú que quitarnos el poncho, con el
condenado frío que hace. Él cree que es como en su Lima, nublado,
friolenta, pero como aquí, ni soñando, ya cambiará de opinión
cuando la piel se le amorote y empiece a chupar chicha jora, pos que
su chela aquí no sirve. Aunque dicen que hay licores que te matan
en la tercera copa, como ese Cuba Libre.
A
veces cuando estoy en lo alto del cerro, me siento una reina. Una
Virgen del Sol, y busco al Inca. Pero, me despierto en un tris, ya sé
cholo que son sueños que voy recogiendo de esas revistas que dices
que son veneno, pero qué bien que te pones a mirar a esas mujeres.
Ya sé siempre me dices:
chola
como tú ninguna, esas son hechas para que los machos las miren y ahí
muere la cosa. Por el Inti sagrado, cholo te digo: esas son víboras,
se arrastran en su cochinada. Ah, no digas que no ti gusta lo que ti
digo, bien que cambias tu carota de yo no fuí. A mi me vale una
hoja de coca eso que dices. Ya te veo, ¿acaso tú eres un adonis?,
eres tan cholo como yo, indio como yo. A ver tú, ¿que crees que
haría esos maniquíes contigo?, si tienes mucha plata te pondrá su
cara de cojuda, te hará el amor como yo te hago una tortilla de
huevo a la apurada y tú, so pedazo de lo que ya sabes estarás en
la gloria, mientras que la otra se pondrá un montón de alcohol en
cada porito inmaculado (¿inmaculado, no será podrido?) Pero, ¿sabes
cholo? a mí esas me dan pena, porque el cuerito se les pudre en
unos cuantos años y luego les queda nada, se prestan al juego...
por Dios cholo que me dan pena y tú y los otros más. Ahora, cállate,
ya no chistes, estás acabado con tus pulmones podridos de trabajar
en la mina por unos cochinos soles, nuestros guaguas andan
corriendo imaginando que el mundo es justo, yo sigo cociendo papas,
de esas que sólo en Perú se consiguen, papas de a de veras, pero
me das pena, por eso te traje tu cochinada, tu ¿cómo se llama? a sí
ya lo leo:
Pley
boy.
Amparo
Tello
v2ajo@TTACS.TTU.EDU
Amparo
Tello Fuentes nace en la ciudad del Callao, Lima, Perú, el año
1956. La afición a las letras la muestra desde que aprendió a
escribir; a la edad de 7 años escribe "El ogro y el
hombre".
En el tercer año de Secundaria, gana el primer puesto en el
concurso de novela corta convocado por el colegio donde cursó todos
sus estudios escolares, "Santa Isabel de Hungría", con la
novela "Esquizofrenia". A pesar de su gusto por la
lectura, y afanes de escribir, equivoca su carrera estudiando
Arquitectura, carrera que dejó inconclusa en el cuarto año. En su
búsqueda, ingresa al grupo de Creación Literaria en el Museo de
Arte de Lima, conjuntamente con Clases prácticas de Teatro; ingresa
en el segundo puesto a la Escuela Nacional de Arte Dramático de
Lima, pero ya la responsabilidad de criar dos pequeñas hijas, la
obliga a deshacerse de otro sueño. Sintiendo que la mayor parte del
tiempo lo ha perdido en recovecos de identidad, es que decide
retomar en forma autodidacta sus estudios literarios. El año 1990,
va con su familia a Estados Unidos, y dedica su tiempo libre en
devorar libros. El año 1992 obtiene mención honrosa en World of
Poetry con el poema "WHAT IS THE DEATH". El año 1993,
obtiene el Tercer Puesto en el Concurso convocado por el Instituto
Nacional de Cultura Peruana de Miami, con el cuento corto "La
Puerta".
Amparo Tello, sabe que el camino es largo de recorrer, y sigue
disfrutando y aprendiendo de maestros como Vallejo, Borges, Quiroga,
Sartre, Ribeyro, Camus, Kafka. Aún abriga el sueño de estudiar
Literatura en la Universidad, apoyada en ese sabio dicho:
"Nunca es tarde para aprender"
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