Tu rostro mañana

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Título: Tu rostro mañana

Autor: Javier Marías

Editorial Alfaguara

9

 

              Resumen: El protagonista de la historia (Jaime o Jacobo o Jacques Deza) languidece en Oxford, donde tiempo atrás había dado clases, y a donde ha vuelto para alejarse de su ex esposa, aún reciente el divorcio. Allí contacta, a través de su anciano amigo sir Peter Wheeler, con un extraño grupo de inteligencia sin nombre ("sólo de las cosas que no tienen nombre se puede realmente negar su existencia") creado durante la Segunda Guerra Mundial. Ese grupo reúne a cierto número de personas con el don (o la maldición) de intuir en qué se convertirá la gente, cómo se comportará en el futuro, si es proclive a la traición o a la lealtad... Capaces, en suma, de saber hoy cómo serán sus rostros mañana.

 

             Opinión:   Si bien no es éste mi libro favorito de Javier Marías (sino que es más bien "Corazón tan blanco"), ni tampoco el más conocido (ahí se lleva el gato al agua "Todas las almas"), "Tu rostro mañana" sí resulta, por muchos motivos, un libro muy interesante y una dignísima primera parte de novela (falta la otra mitad, que saldrá en algún momento de 2004, creo).

          Nunca está de más avisar sobre el estilo digamos, reposado de Marías: no es precisamente un autor en el que lo importante sea el argumento y/o el ritmo de la narración. Lo que ocurre realmente en la novela podría resumirse en cinco páginas, pero lo interesante (y en algunos casos apasionante) son las reflexiones, corazonadas, análisis y pensamientos que se van desgranando página a página. Lo sé, suena a rollazo, pero no es así, creedme... De hecho es uno de los libros más entretenidos y que más me han hecho pensar de los últimos años.

         ¿Nunca os habéis preguntado si realmente es posible saber cómo es alguien al poco de conocerle? No hablo exactamente de la "primera impresión", sino de esa sensación que nos invade a veces cuando conocemos a una persona y hablamos con ella un rato, esa sensación indefinible de que "lo hemos calado". Sin tener auténtica base racional para ello, notamos que en esa persona podemos confiar, o que en cambio parece mentir a menudo, o que esconde un carácter fuerte bajo su sonrisa, o que podríamos amarla sin dificultad... Pero la mayoría de nosotros no tenemos el don del personaje de Marías para leer a la gente, y por tanto nos equivocamos, a veces nos desengañamos y otras nos sorprendemos gratamente con el paso de los días. Sin embargo, Marías dice que todos tenemos ese don o habilidad en mayor o menor grado, pero que inconscientemente lo acallamos, ignoramos sus juicios y veredictos, preferimos vivir en un limbo de incertidumbre por miedo o pereza o o desconfianza o simple autoprotección. Porque no está muy claro si hablamos de un don o una maldición: si leer las caras fuera tan fácil, ¿creéis que podríamos sobrevivir sabiendo, por ejemplo, que la persona que amamos nos traicionará, o que no está hecha para nosotros?

            Pero no quiero irme por las ramas: esto es un comentario de libro y no uno de mis "Seré breves". Otro punto de interés en la novela es la maestría con que se describe a los personajes: Peter Wheeler siempre con un punto entre malicioso, agudo y paternal, Tupra (el jefe de la organización) presentado como un tipo enigmático pero totalmente mundano,  la joven y talentosa Pérez-Nuix, los múltiples hombres y mujeres que son escrutados por la habilidad de los protagonistas... Y aún me estoy riendo con la cruel e inmisericorde descripción de un estúpido y bastorro joven agregado cultural español de visita en Oxford ("seguro que algún día llegará a Ministro de Cultura o por lo menos a Secretario de Estado del ramo").

          Además, para un aficionado amateur a estudiar historia como yo, resultan apasionantes las referencias a Andreu Nin y el POUM, y a la historia de la familia de Jacobo en la represión post-Guerra Civil, y a la situación de Venezuela y el reciente golpe de estado contra Chávez... Y, por supuesto, uno de los momentos clave del libro (tranquilos, no os chafo nada): la explicación del nacimiento de la organización sin nombre como consecuencia de una campaña durante la Segunda Guerra Mundial contra el "careless talking", o conversaciones imprudentes. Algunos carteles de la campaña aparecen reproducidos en el libro, y sobre ellos (y la campaña en sí) se hacen interesantes reflexiones.

           Para acabar, y como nota personal: no querría el don de Jacobo o Jacques o Yago ni regalado. Prefiero depender de mis imperfectísimas impresiones personales: agradezco algo de incertidumbre en la vida cotidiana, y que la gente que conozco me sorprenda agradable o desagradablemente... Además, la gente cambia a cada momento. Y no sólo "tu rostro mañana", sino "tu rostro dentro de un minuto" puede ser totalmente diferente, un nido de sorpresas... Eso lo hace todo más entretenido.

 

             Fragmento: [El protagonista habla de la traición de que fue víctima su padre] "¿Cómo era posible que mi padre no hubiera sospechado ni detectado nada? Era un hombre inteligente y culto, ningún tonto, y bastante precoz, aunque desde luego un optimista irredento, confiado en principio con todo el mundo. Pero aún así. ¿Cómo se pudo pasar media vida junto a un compañero, un amigo íntimo (...), sin percatarse de su naturaleza, o al menos de su naturaleza posible? (Pero acaso en todos cualquier naturaleza es posible). ¿Cómo puede no verse en el tiempo largo que quien acabará y acaba perdiéndonos nos va a perder? (...) ¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que me enseñas o la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?"

 

 

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