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Muy estimados todos, es con legítimo orgullo y fina cortesía que anunciamos la maratón gastronómica de cuesta
sera, a disputarse desde las 21.30.
Antes que nada, noblesse oblige, adviértese a la afición que la matrícula será en la oportunidad de seis (6) pesos, porque de otra manera no darían las números, aunque de ésta
tampoco.
El concierto tendrá un programa abierto y no desdeñará bises fuera de cálculo. Pasará por las clásicas tortillas, los bollos verdúricos y los knishes, tendrá microalbóndigas saboridas (vegetariantes
abstenerse), boconchinos ávicos, zuchini piclizados oriental way, aceitunas rellenas de chancho, rebozadas y fritas extra virgenmente, snobmente llamadas olivas por los seudo gourmets nuevos ricos del yantar, panes de
los nuestros y varios pares de cosas que este amanuense no recuerda, atento la presente deshora madrugadil.
El método será el propio de una degustación:situados los comensales en sus puestos de lucha, pelearán por
concitar la atención de una precoz camarera que evolucionará grácil entre las mesas con bandejas cargadas de manjares a repartir, en tandas caprichosas de escalada suculenta.
Los pícaros y los inteligentes harán bien
reservándose sin anotarse a lo bobo en todos los turnos, pues disfruta más quien saborea lento, estirado, y no se atiborra neciamente al principio cual novicio en una orgía.
Se supone está claro, y que sabéis la
conseja: a la oportunidad la pintan calva, y una vez pasada, no hay pelo de dónde recuperarla
Por lo tanto, osperamos con tamaña sonrisa de bienvenida
Si el asunto prospera y algo sobra, tal vez se repita el sábado
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