VIENTO DE POPA

Como todos ustedes saben, un navegador o browser (es decir: ÎhojeadorÌ, en inglés) es un aparatejo informático que sirve para surcar las procelosas aguas de Internet. Dentro de poco, estas aplicaciones habrán perdido gran parte de su personalidad, y hasta puede que de su función, porque irán siendo sustituidas por procedimientos cada vez más sencillos; pero, por el momento, nos resultan indispensables.

 Ahora, para paliar en algo el demoledor efecto que va a tener en su posición de mercado la salida de Windows 98, Netscape nos frece una nueva versión, gratuita, de su ya clásico navegador: el Communicator 4.5. En realidad, todos los inversores de la in-formática saben o creen saber que el campo de batalla, el ámbito donde se van a jugar los grandes dólares del futuro, está en la Red. Quien controle Internet controlará el mayor depósito de di-nero que han visto los siglos. Y una forma de controlar Internet estriba en conseguir que la mayoría de los interneteros utilice nuestra programa para navegar.

 Durante varios años, el navegador por antonomasia fue Nets-cape, a pesar de los empeñados esfuerzos de Microsoft por roerle el terreno y la reputación. Pero esta situación ha cambiado de tal modo en los últimos tiempos, que las actuales estadísticas nos sitúan ya el Microsoft Internet Explorer, versión 4.01, a muy po-cos puntos de Netscape. En los últimos días, como acabo de su-gerir, la salida de Windows 98, que lleva el navegador de Micro-soft incorporado, está asestando un tremendo golpe en las vísce-ras de Netscape.

 Ustedes, como yo, se van a comprar Windows 98 en fila india, y cuando terminen de instalarlo se encontrarán con la cruda rea-lidad de que todo en él está previsto para funcionar en Internet con el iE.4.01 (o versión superior que nos sirvan). Por eso, en este artículo, me voy a dar el gusto de hacerles a ustedes una o dos advertencias.

 Primera y principal: La situación es reversible. En la página de Netscape le enseñan a usted cómo desinstalar Internet Explorer. No es nada difícil.

 Segundo: Ni siquiera hace falta desinstalar el Explorer para trabajar con Netscape. Ambos navegadores pueden coexistir en el mismo equipo sin ningún problema, y nada nos impide fijar Netscape como navegador predeterminado y olvidarnos del otro. (Esto es importante, porque, hoy por hoy, no sabemos con cer-teza qué consecuencias tendrá en Windows 98 el hecho de que desinstalemos el iE).

 Tercero: La versión 4.5 de Communicator tiene una enorme cantidad de ventajas e innovaciones y es, sin duda alguna, el mejor navegador que nadie ha visto hasta ahora (la semana que viene les daremos un repaso). Ciertamente, hay que considerar muy probable que el próximo avatar de iE lleve los mismos o parecidos adelantos; pero, miren, yo les digo una cosa, aquí, en-tre nosotros: el pajolero navegador de Microsoft siempre falla en algo y siempre nos mete cosas inútiles a porrillo. El de Netscape también, desde luego, pero mucho menos. Y, qué diablos, sea-mos objetivos: es más simpático.

 En fin: seguiremos navegando el tema.

 

La página española de Netscape está en www.netscape.com/es

  Todas estas direcciones funcionaban perfectamente en el momento de escribirse este artículo.


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