El nuevo navegador de Netscape, la versión 4.5 de Communicator
Ûque deberían tener ustedes disponible en la página de la
compañía cuando lean este artículoÛ, afronta con alguna
osadía varios de los problemas graves que nos desalientan en nuestras
paseatas por la Red. No estoy macizamente seguro de que las soluciones
ofrecidas vayan a funcionar a plena satisfacción, ni tampoco de
que el esfuerzo por parte de Netscape que algunas requieren vaya a sostenerse
de modo indefinido. Puede que todo quede en agua de borrajas, como tantas
cosas en informática. Pero echemos un vistazo a lo más importante.
No hace falta ser arúspice diplomado para percatarse de
que uno de los grandísimos problemas de la Red es la dispersión
de los datos. Sabemos que en Internet está todo, pero buena parte
de las veces no sabemos encontrarlo entre los millones y millones de páginas,
en crecimiento exponencial, que nos agobian. Para aliviarnos las penas,
Netscape se descuelga con un invento llamado «Smart Browsing»
(navegación inteligente, en traducción no literal). En esencia,
lo que hace el navegador es acudir a una base de datos (tremenda y creciente,
imagino) llamada Netcenter, donde las diversas páginas están
relacionadas por su contenido y por otros criterios de enlace. Un nuevo
icono del programa nos permite ahora obtener información sobre todas
las páginas emparentadas con la materia que estamos considerando
(el todas va en cursiva para señalar cierto escepticismo por mi
parte). Así, si estamos buscando información sobre lugares
de veraneo con puerto para yates (para qué poner ejemplos pobretones,
oiga) y nos encontramos en una página de Ibiza, Netcenter nos dará
casi automáticamente una relación de otras páginas
con la misma oferta. ¿Puede servirnos el truqui para algo concreto?
Todavía no estoy seguro. Además, claro, todo depende del
contenido de la base de datos. Netscape nos da su palabrita del Niño
Jesús de que cada vez será más gorda y lustrosa, es
decir más práctica. Pero lo mismo se han echado encima una
tarea imposible.
Otro adelanto de Smart Browser consiste en que ahora podemos
escribir directamente en el localizador lo que estamos buscando. Quiero
decir: en vez de teclear una dirección exacta, ponemos lo que nos
interesa y el navegador nos lleva a la página o páginas donde
podemos hallarlo. Ello equivale a saltarnos el buscador tradicional, modelo
Altavista o Yahoo, pero, otra vez, depende de lo bueno que llegue a ser
el buscador del propio Netscape. Por ahora no es ninguna maravilla, aunque
la compañía tampoco ahorre promesas de brillante futuro en
este campo.
Lo cierto, desde luego, es que la vida internetera nos puede
resultar mucho más sencilla si estos ingeniosos mecanismos funcionan.
Esperemos que sí. Seamos optimistas.
El servicio de mensajería es otra de las mejoras rotundas
que ofrece Communicator 4.5 y que el programa necesitaba de modo urgente.
Ahora tenemos más cómodo acceso a las carpetas de las personas
con quienes nos escribimos, una utilización más sensata de
la agenda de direcciones, mejores filtros contra el correo basura, acuse
de recibo, etc. El manejo del mail en Netscape es ya tan bueno como en
los mejores programas. Iba siendo horita, de todas formas. (Por cierto:
también hay mejoras notables en el campo de grupos de noticias.)
Y, por último, para quienes manejen portátiles,
asistentes digitales personales o varias máquinas, Communicator
se hace ahora mucho más fácil de traspasar.
En definitiva, estamos en lo que apuntaba la última semana:
la guerra de los navegadores es a muerte, porque en ella está en
juego el control de la red. No crea usted que optar por uno u otro es cuestión
baladí. Ni mucho menos. Es como votar por Microsoft o por los demás.
Hagamos valer nuestro voto.