LILA.- (Coqueta al diablo).
¿Cómo le hiciste?
DIABLO.- Ya ves, uno que puede.
ÁNGEL.- (Emocionado otra vez). Pero qué buena onda eres,
y pensar que allá arriba hablan tan mal de ti. Cuando regrese les
voy a decir cómo eres de bueno.
DIABLO.- No te fijes en eso, todos los que ayudamos desinteresadamente
nos exponemos a habladurías.
ERNESTO.- Sigamos viaje.
SERAFÍN.- Un momentito. Voy a echar una firma.
Serafín junto a un árbol se pone a orinar, las mujeres
discretamente ven para otro lado, el ángel es el que trata de verlo.
DIABLO.- (Al Ángel9. Te va a salir una perrilla.
ÁNGEL.- (Fingiendo inocencia). ¿Por qué?
DIABLO.- Nomás decía.
ÁNGEL.- Está bueno.
DIABLO.- ¿Quién? ¿El Serafín?
ÁNGEL.- Está bueno es una expresión.
DIABLO.- Calla ojos, olvida lo que dije.
Regresa Serafín, todos se suben al auto. El diablo les vuelve
a decir adiós. Caminan un largo trecho, alguno dormita, cambio
de luces para dar transcurso de tiempo. Llegan a la capital. Una gran
nube de smog los cubre de momento. Todos tosen.
MARÍA.- Qué bueno que ya llegamos al D.F. Con el hambre
que tengo.
EUGENIO.- Ahí está una fonda.
Bajan del auto, se estiran, entran a la fonda. Una mesera limpia una
mesa de mala gana.
MESERA.- ¿Qué quieren?
ÁNGEL.- Buenos días.
MESERA.- (Ríe). De esos no tenemos.
EUGENIO.- Qué buena puntada, no tiene buenos días.
LILA.-¿ Tendrá un menudo, pero bien picante?
MESERA.- No hay.
SERAFÍN.- (Se sienta a la mesa). Yo quiero una cecina con frijoles.
MESERA.- No hay.
LILA.- Entonces sírvame un machacado con huevo.
MESERA.- No hay.
ERNESTO.- ¿Chilorio?
MESERA.- No hay.
EUGENIO.- ¿Al menos tortillas de harina y café?
MESERA.- No hay.
ÁNGEL.- Cabrito...
MESERA.- No hay, no hay, no hay.
ENRIQUETA.- (Sonríe a la mesera). No importa, sírvanos de
lo que tenga: frijoles, chilaquiles, tacos, pan...cualquier cosa.
MESERA.- No hay nada, es día de limpieza.
SERAFÍN.- ¿Por qué no lo dijo antes?
MESERA.- No lo preguntaron
EUGENIO.- Habrá alguna tortilla...
MESERA.- Me están haciendo perder el tiempo.
SERAFÍN.- ¿Dónde hay otro restaurante?
MESERA.- No sé.
MARÍA.- (Burlona). Gracias por la información, chula.
MESERA.- (Igual). De nada, tesoro.
MARÍA.- (Enojada, se enfrenta a la mesera). Pues ahora mismo nos
sirves de comer.
MESERA.- ¿De casualidad viene su mamá?
MARÍA.- ¿Para qué?
MESERA.- (Ríe). Para que ella les sirva.
MARÍA.- ¡Desgraciada!
MESERA.- Se me largan de aquí si no quieren que llame a la policía.
ERNESTO.- ¿De qué nos puede acusar?
MESERA.- Me están asaltando. (Grita) ¡Auxilio, un asalto.
Socorro. Ayuda!
LILA.- ¡Cállese!
MESERA.- ¡Me matan, me asesinan, socorro!
Se escucha una sirena de policía, los peregrinos y el ángel
salen corriendo. La mesera ríe. Los peregrinos corren un rato.
Se detienen.
MARÍA.- Vamos a buscar otro lado para comer.
ENRIQUETA.- Sí, me voy a morir de hambre.
SERAFÍN.- (Busca con la mirada). ¿Se acuerdan dónde
estacioné el auto? No lo veo.
LILA.- Lo dejaste aquí. Estoy segura.
SERAFÍN.- No puede ser.
ERNESTO.- Se lo habrá llevado la grúa.
EUGENIO.- Pa’mí que se lo volaron. Ya ven como son los chilangos.
ÁNGEL.- (Asustado). Ni lo digan. Ahí viene el regalo del
diablo.
Se acerca una pandilla, clásica banda juvenil.
MARÍA.- Miren, esos deben ser los rateros.
LILA.- No me gustan.
EUGENIO.- Si no te vas a casar con ellos.
La pandilla rodea al grupo, se ríen de ellos.
PANDILLERO 1.- ¿Y estos güeyes?
PANDILLERO 2.- Nomás nos están mirando.
PANDILLERO 3.- Se ven de lana.
PANDILLERO 4.- Vamos bajándosela.
EUGENIO.- Perdonen, de casualidad no vieron ustedes un auto...
ENRIQUETA.- (En voz baja). Para qué les preguntas, mejor vamos
a la delegación.
SERAFÍN.- ¡Ustedes se lo llevaron!
PANDILLERO 2.- (Ríe. Qué, ¿no me digan que ya les
bajaron el auto?
SERAFÍN.- ¡Fueron ustedes!
PANDILLERO 3.- (Ríe). Si se descuidan otro poco les van a bajar
a sus viejas.
ERNESTO.- Miren, jovencitos, ustedes nos devuelven el auto y nosotros
no decimos nada. ¿O.K?
PANDILLERO 3. - (Arrepentido). Sí, papi.
ENRIQUETA.- No deben andar robando cosas.
ÁNGEL.- Eso es pecado.
PANDILLERO 2.- ¡Perdón!
LILA.- Además con eso ahuyentan al turismo.
PANDILLERO 3.- Tienen razón.
MARÍA.- Y eso que no queremos hablar de las drogas. Porque ustedes
se drogan. No digan que no.
PANDILLERO 4.- No lo volveremos a hacer.
ÁNGEL.- Pueden irse. (Les echa la bendición)
Los pandilleros ríen a carcajadas, sacan navajas de muelle, las
abren, con una coreografía que recuerda a " West side history"
amenazan a los peregrinos. Estos se asustan .
PANDILLERO 1.- ¿ Si les damos en la mother?
PANDILLERO 2.- Ya vas.
PANDILLERO 3.- Primero que nos gocen las viejas.
PANDILLERO 4.- Chido.
PANDILLERO 2.- La verdad que es necesario disminuir la población
en la capirucha. Ya somos un chingo y un montón.
PANDILLERO 3.- (Elegante). Lamento profundamente verme en la necesidad
de teñir de púrpura el asfalto.
PANDILLERO 1.- (Ríe). Y dejar restos de carne y hueso regados por
todos lados. (Todos ríen.)
MARÍA.- (Temblando). Ya les dimos todo lo que traíamos.
PANDILLERO 4.- ¿Cuándo mamacita? Tú no me has dado
nada. Hace movimientos eróticos.
MARÍA.- Aquí está. (Arroja todo lo que trae a mano.
Lo mismo hacen los demás).
LILA.- Somos gente buena del norte, no le hacemos mal a nadie.
PANDILLERO 3.- ¡Fuereños! Ya se les notaba.
EUGENIO.- Venimos a ver el nacimiento de un niño.
PANDILLERO 4.- Van de ganancia. En lugar de nacimiento van a ver la muerte
de muchos adultos. (Ríen).
ENRIQUETA.- Déjenos ir. Por favor.
|