Muchas de las personas que asisten a las corridas no tienen ni idea de los que realmente ocurre antes del ingreso del toro al ruedo. Lo que en un instante les contaremos no es producto de la imaginación de sensibles proteccionistas, es tan sólo el relato de gente que conoce a profundidad el tema.
Días previos a la corrida, el toro es confinado en un lugar sumamente oscuro en el casi no tiene espacio para moverse. En esta mazmorra se le somete a una serie de vejaciones y torturas como golpearle los riñones con costales de arena y colocarle pesados sacos en el cuello con el único fin de debilitarlo.
Cuando llega el "Gran día" y antes de ingresar al ruedo, el toro es conducido al toril en donde, además de ser pateado en los testículos varias veces, se le recortan las puntas de los cuernos para que así pierda totalmente su ángulo de ataque cada vez que trate de embestir al "matador". Además se le aplica aguarrás o kerosene en las pezuñas ocasionando que no pueda quedarse quieto y golpee el suelo. Se le cubren los ojos con vaselina, diminuyendo así significativamente su ya deficiente visión y también se le introduce algodón o estopa en la nariz y garganta para dificultarle la respiración. Luego "ayudado" por el golpe de instrumentos punzantes e hirientes se le obliga a entrar al ruedo.
Por supuesto que todos estos trucos sucios se realizan en la más absoluta reserva y es que, qué dirían los amantes de las corridas y los fanáticos seguidores de los toreros, si supieran que esos hombrecitos mal llamados "matadores" no podrían siquiera hacerle cosquillas a un toro en sus reales condiciones físicas.
Conozcamos al "toro de lidia":
Para empezar, esta raza tanta veces mencionada, no existe. La familia del toro bravo, es un grupo étnico y no una raza propiamente dicha. La agresividad del "toro de lidia" se ha obtenido a través de una selección artificial inducida por el hombre. Lo que el ganadero pretende conseguir es un animal muy poco inteligente, que ante una situación de peligro reaccione solamente atacando y no piense en huir, consistiendo en eso la nobleza del toro.
El campo visual directo del toro es sumamente pobre, debido a la posición de los ojos a los lados de la cabeza. Mientras su campo visual es de 260°, su área ciega es de 100°.
De acuerdo a estudios que se han hecho al respecto, los toros son incapaces de distinguir los colores, pero sí reaccionan ante las cosas u objetos que se mueven con insistencia porque les resultan molestos, es por eso que embisten el capote del torero. pero sí reaccionan ante las cosas u objetos que se mueven con insistencia porque les resultan molestos, es por eso que embisten el capote del torero
Los cuernos el
toro son derivaciones del hueso frontal.
Crecen en forma aerodinámica, son huecos y dentro de éstos se distribuyen
láminas y tabiques que refuerzan el hueso. Entre la masa ósea se encuentra
distribuida una red nerviosa altamente sensible. Cuando el toro es
"afeitado" o "rasurado" (recorte de los cuernos) se pierden
actividades anatomofisiológicas. Este recorte le ocasiona un dolor intenso y
altera su percepción de la distancia.
El toro siente
un inmenso temor, desde
la preparación y encierro que sufre antes de salir al ruedo hasta el momento en
que empieza su más despiadada tortura con la pica y los seis garfios y arpones que no son otra cosa que las banderillas.
Estas piezas de hierro punzo cortante se encargan de desgarrarle la carne en cada
movimiento que el animal hace.