Este ritual sangriento tiene varias fases. Para empezar, el toro es obligado a salir al ruedo luego de haber sido golpeado durante algunas horas, es por eso que cuando hace su aparición recorre a galope toda la arena central en actitud aparentemente furiosa. Cuando realmente es tan solo un animal aterrorizado que busca con desesperación una salida.

Una vez que el "matador" se enfrenta al toro con una serie de maniobras y piruetas entra en escena el "picador", que es un hombre montado a caballo con una larga lanza llamada pica, que termina en un arpón de 10 cm y debe ser de acero punzo cortante. El objetivo de este personaje es clavarle la pica al toro para lastimarlo, cortándole los músculos del cuello y la espalda. Lo que ocasionará que el animal no pueda alzar la cabeza, otorgando así al torero un fácil acceso a la espalda del toro. Algunos picadores retuercen la pica para aumentar la penetración y desgarramiento de la carne del animal.

Una vez terminada la participación del "picador", ingresan al ruedo los "banderilleros" portando cortas lanzas decoradas (banderillas) que serán incrustadas en el lomo del toro que ha sido previamente lastimado por el "picador". Empieza la fase de la agonía del pobre animal. La hemorragia será evidente y profusa, a esto se sumará el desangramiento interno y el pánico que de hecho siente advirtiendo su injusto final. Los banderilleros terminan su participación incapacitando al toro para que de esta forma el trabajo final del torero sea mucho más sencillo.El toro se debilita rápidamente debido al sangrado pero sigue luchando por su vida

Nuevamente entra en escena el "matador", quien utilizando su capote se aprovecha de la ingenuidad del toro que piensa que, este trapo en movimiento es el causante de todos sus males, y trata de embestirlo en repetidas ocasiones sin darse cuanta que estas piruetas finales terminarán por extenuarlo. Esta es la fase más popular y esperada por la multitud que va coreando excitada cada pase y maniobra del torero. (las ocasiones en el que algún torero ha sido corneado por el toro se debe a que el animal advirtió el propósito de quien se encontraba detrás del capote, entonces embistió contra el torero y no contra el trapo).

Luego de varios minutos de "faena" y cuando el toro se encuentra ya profundamente fatigado, el torero pretende clavarle una espada de casi un metro cerca de las vértebras para lesionar el corazón o algún vaso sanguíneo importante. Pero rara vez consigue ser "tan exacto", por lo general la espada acierta en los pulmones lo que provoca que el toro agonice lentamente, ahogándose en su propia sangre. Permaneciendo en este estado por varios minutos. En este punto, el toro ya solamente puede gemir lastimeramente, vomitar sangre y perder orina. Mientras tanto la multitud delira, arroja flores al ruedo y aplaude a rabiar por el excelente espectáculo en el que una vez más se pone de manifiesto, que sí pues, el hombre es superior por naturaleza.

Finalmente, se le da la puntilla para intentar seccionar la médula espinal. Si la médula no es seccionada, sino solamente dañada, el toro no morirá aún, se encontrará con cierto grado de parálisis y así será arrastrado en estado conciente. Antes de ser sacado del ruedo, se procede a cortarle las orejas, para beneplácito de la concurrencia y del torero.
El toro rara vez llega muerto a la trastienda en donde no es necesario vestir apretados trajecitos decorados con lentejuelas para descuartizarlo.