

- Origen de las corridas
de toros
- Las corridas de
toros nacieron como una práctica religiosa en la antigua Grecia, en las
que además se sacrificaban otros animales. Cientos de años después
fueron llevadas a España y posteriormente al Nuevo Mundo. Teniendo en
cuenta que las tradiciones son costumbres aprendidas que pasan de
generación en generación y que en ese transcurso sufren algunas
modificaciones, no es correcto afirmar que las corridas de toros
representen una parte sustancial de la cultura latina. En Argentina, Chile,
Uruguay, Paraguay y Cuba no existen las corridas de toros y en Venezuela
está prohibido que menores de 14 años presencien este tipo de
espectáculos. Podemos afirmar también que en Colombia, Bolivia, México
y nuestro país, a quienes siempre se nos ha representado como naciones
eminentemente taurinas, existe una oposición creciente a este sangriento
evento.
-
- Avances contra la
barbarie
- En
1998 México se convirtió en un foco importante de actividades anti-taurinas.
El Partido Verde Nacional mediante su presidente, Sr. Jorge González, participó
en la creación y cedió fondos para integrar un programa de educación
humanitaria en todas las escuelas públicas. Una encuesta realizada entre
110,000 mexicanos reveló que el 84% de los encuestados se oponían a este cruel
espectáculo. En Colombia, luego de una exitosa conferencia organizada por el
Movimiento Anti-Taurino de Colombia en marzo de 1999, miembros de la Humane
Society International se reunieron con representantes de grupos humanitarios
colombianos para enmendar las leyes de protección animal. Esta enmienda
convertiría a los actos de crueldad contra los animales en un delito mayor y
prohibiría el ingreso a las corridas de toros a los menores de edad. En
Bolivia, desde 1997, las corridas de toros que envolvían la muerte del animal fueron
terminantemente prohibidas. Encuestas realizadas en nuestro país en 1998,
revelaron que el 97% de los encuestados se oponían a las corridas de toros. Y
en Panamá, dos grupos de protección animal, Humánitas y la Asociación Amigos
de los Animales, lograron cancelar una de las dos corridas programadas para
llevarse a cabo en el Nuevo Gimnasio de Panamá en febrero de 1999.
-
- Los
españoles contra las corridas
- Es
importante considerar que las asociaciones anti-taurinas más activas del mundo
se encuentran ubicadas en países típicamente considerados taurinos. Encuestas
realizadas en España, lugar de origen del toreo moderno, revelan que la mayoría
del público rechaza o no favorece a las corridas de toros. En 1992 y 1995 los
españoles fueron los responsables directos de la organización de protestas
anti-taurinas a nivel nacional e internacional. Las protestas ante el Parlamento
Europeo, el boicot a los Juegos Olímpicos de Barcelona y a la Expo-Sevilla en
conmemoración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América son prueba
fehaciente del éxito alcanzado mediante estos esfuerzos. Asimismo, muchas
ciudades españolas como Tossa de Mar, L’Escala y San Pedro Pescador se han
proclamado oficialmente ciudades anti-taurinas.
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- Estados
Unidos rechaza los espectáculos en los que se torturan animales
- Las
corridas de toros nunca han formado parte de la cultura en los Estados Unidos
(algunas corridas se llevaron a cabo solamente y por muy corto tiempo en el
estado de Nuevo México). En encuestas llevadas a cabo a nivel nacional, los
estadounidenses han indicado repetidamente que los espectáculos sangrientos que
involucran animales y la crueldad en contra de los animales en general, son
repugnantes e inmorales. Las encuestas realizadas dentro de los últimos cinco años,
demuestran que el 71% de los estadounidenses están de acuerdo en que la crueldad
contra los animales en todas sus formas, sea considerada un delito mayor. En
1998, los ciudadanos de Arizona dejaron bien en claro su opinión y sentimientos
referentes a los espectáculos crueles con animales cuando votaron en forma
masiva para declarar ilegales a las peleas de gallos en el estado. Las encuestas
realizadas en esas fechas demostraron que más del 90% de los Arizonenses
consideraban inhumanos los espectáculos sangrientos con animales. En Agosto
de 1999, la legislatura de Arizona aprobó por unanimidad, la ley SB1174, una
nueva ley que convierte a la crueldad contra los animales en un delito mayor. Si
se llevaran a cabo corridas de toros en Arizona, sus organizadores serían
arrestados y juzgados bajo esta nueva ley sin lugar a dudas. Los promotores de
las corridas de toros han utilizado el argumento "cultural" hasta el
cansancio, pero no han considerado la sensibilidad cultural de los Arizonenses.
Finalmente,
desde hace mucho tiempo las organizaciones humanitarias han declarado que
cualquier tradición de tipo "cultural" que perpetúe el dolor, el
sufrimiento o la muerte innecesaria de seres capaces de sentir debe ser revisada
o eliminada. Citando al Dr. Albert Schweitzer diremos que: "Llegará el día
en el que la opinión pública no tolerará más la diversión que se basa en el
maltrato y la matanza de animales."
