Diario Liberación y César
Hildebrandt
Si a alguien en este país
se le puede llamar PERIODISTA, con todas sus letras y todo lo que implica, es a
César Hildebrandt. Cada vez que llega a mis manos algo de su autoría, quedo
siempre maravillada. Gracias a su impecable labor no solamente entendí lo que
significa la palabra Democracia, sino también comprendí que existen seres que en
apariencia pueden distar mucho de ser "humanos" pero que, de seguro
valen mil veces más que muchos que andan por ahí causando terribles
sufrimientos o lo que es peor, gozando de ellos.
Jamás olvidaré aquella
oportunidad en que se "atrevió" a decir, en un desaparecido programa
televisivo, que en los ojos de su perro encontraba la mirada de un ángel.
Jamás me sentí tan identificada con alguien porque a mí, me ocurre
exactamente lo mismo. Jamás olvidaré tampoco los innumerables reportajes que
buscaron justicia para tantos animales maltratados, como Laritza, una osa de un
sucio circo cuyo maldito dueño no quería alimentar y la mantenía amarrada del
cuello en una mazmorra de tres por tres. Hasta el día de hoy, me pregunto que
habrá sido de ella. Y también me pregunto por los pobres animales del
zoológico de Huancayo, que de zoológico no tenía absolutamente nada, tan
sólo era un chiquero en donde lo único que el propietario y alcalde del lugar
quería era ganarse una mugre propina a costa del sufrimiento de tristes monos,
cóndores, jaguares y hasta leones que había hecho traer desde muy lejos. Estos
desafortunados e indefensos seres, veían cómo se consumían sus vidas dentro
de asquerosas jaulas y en muchas ocasiones, ya sea por enfermedad o depresión,
no les quedó mejor alternativa que dejarse morir.
- Todo esto suena horrible
¿no?
- Ahora, alguien puede
dignarse a explicarme: ¿Cuál es la diferencia, entre lo que acabo de
hacerles recordar y las corridas de toros? Por supuesto que no existe
ninguna diferencia. Todas son atrocidades cometidas por aquel que se dice
"humano, superior, pensante, racional". Que ironía.

Que todo se paga en esta
vida, o en la siguiente, no es un secreto. Porque llegará el día en que los
papeles se inviertan y todo aquel que gozó haciendo sufrir a seres inocentes
sentirá en su propia carne, el daño que causó. Esto No me lo he inventado yo,
simplemente es la ley de la VIDA.
Quiero compartir con todos
ustedes esta magnífica columna escrita por César Hildebrandt quien, con
magistral estilo, les dice a los infames taurófilos, qué es lo que les espera.
DECIRES
- CÉSAR HILDEBRANDT
-
TOROS SERÉIS
DF
- Un tipo me escribe una
carta llena de insultos porque dice que así responde a los que he proferido
en contra de la tauromaquia y de los taurófilos. ¿insultos?
- Pero si apenas he llamado
Bestia rugiente y multicéfala a la que puebla las graderías del matadero.
- No, mi querido embajador
de la Bestia: a quien puedo haber insultado con la implícita comparación
es a los animales, que son la vida misma, sin predicados ni apellidos, ni
hipocresías ni maldades culturosas.
- A ustedes, Bestia de mil
caras y una sola hemofilia, Bestia cursi que se ampara en el ballet para
poder matar y en la muerte para ejercerla en contra de un toro, a ustedes,
mis queridas Bestias, apenas las he descrito con insuficiencia y palidez.
- Porque ustedes son, en
verdad, indescriptibles.
- Hijos de la burguesía
que perdió todas las guerras y traicionó todas las causas, hijosdalgos en
la imaginación, no vienen ustedes -es verdad- sólo de la hispanidad
retorcida. Vienen del antropocentrismo más chusco, de la deificación del
hombre, de la conversión de la humanidad en especie impune. Y todo eso
puede conducir a muchas cosas: a una carta como la que he recibido, al
nazismo, a la tauromaquia y, en general, al cretino concepto de que la
crueldad nos es intrínseca, los "animales inferiores" carecen de
alma (y teológicamente, por tanto, de derechos) y que la tradición es, por
lo general, respetable.
- Yo sólo le pido al azar
(a la providencia, al destino, vamos, al que corta el jamón en donde quiera
que esté) que los católicos taurófilos que creen en los misterios de la
fe y, desde luego, en la reencarnación, se reencarnen, por Dios, en un toro
Miura.
- Y que salgan un día a la
arena de Acho creyendo que van a jugar, convencidos de que ya van a comer,
furiosos por los golpes recibidos y con la vista borrosa por la vaselina.
- Y quiero que después les
claven unos arpones de marica, con blondas, que les ablandarán la
musculatura del lomo. Y que después venga un caballo disfrazado de
Rocinante en feriado con un caballero disfrazado de Sancho usurpador (tan
bien disfrazado que apenas tiene dientes) y que les claven esa lanza que
terminará de sangrarlos. Pero que se las claven con ganas: arriba, abajo,
hacia el costado, rompiendo, abriéndose paso entre los tendones.
- Y que después los mareen
unos valientes que llueven sobre mojado y gritan y provocan porque son
varios y no hay como atacarlos a la vez.
- ¿A quién cargar? ¿A
quién responder?
- Ya estaréis cansados,
reencarnados del alma.
- Pareceréis torpes,
bovinamente torpes, torilmente torpes. Y cómo duele.
- Pero no. Que el asunto
recién empieza, reencarnados. Que ya viene la estrella, el valiente
muchacho de Extremadura que leía "Mortadelo y Filemón" y veía
las pornos de Canal Plus, el extraordinario Niño de Algo hará sus quecos
para que Alonsito Alegría escriba una de esas crónicas que no habría
firmado el genial Ciro Alegría (por lo huachafas, no por lo taurófilas),
tirará su cintura para que algún marqués pase a cuchillo el idioma que
Azorín convirtió en densidad y Lope en magia, moverá el culo para que la
Bestia aplauda y luego, tan pronto como pueda, apenas pueda, sacará la
espada y la hundirá todo lo que pueda ( que por lo general es hasta la
mitad)
- Y allí estará la espada
que no es de Arturo, vibrando sobre el lomo que será el suyo, reencarnado,
sobre el lomo púrpura, irisado del color del dolor. Vibrando quedará la
espada atascada en un hueso, colmenar de nervios, en un pasadizo de fibra
muscular.
- Aúlla el universo cuando
ustedes aplauden esa infamia.
- Así que toros seréis en
su segunda vida.
liberacion@amauta.rcp.net.pe
- pero
- TO
- T
