Era ya muy tempranito en Ponferrada cuando pasamos; pudimos, no obstante, divisar a nuestro paso (Foto) el Castillo y el paso del río Sil por la ciudad; pero la verdad es que había ganas de dejar nuevamente atrás tanta civilización y asi proseguimos el camino (nos costó dejar la ciudad vaya).

Este fue el día de las viñas (pasamos igualmente por una fábrica de vino), pero también fue la etapa que hasta entonces más gente nos encontramos; personas que habían comenzado su camino desde Ponferrada y que ibamos dando poco a poco alcance. Fue la aparición de los primeros grupos grandes (mucha gente, gitarras, canciones ...), mucho mochilón síntoma de las primeras etapas y a la espera de que fuesen ya pensando hacer paquetitos con lo que llevasen de más.

La llegada a Villafranca fue costosa por la subida desde Cacabelos; ya en el descenso nos pillaron los del sombrerito, un grupo de tres con tres cochazos de apoyo; su paso fue espectacular porque, aunque ellos al parecer no lo sabían, no tenían preferencia sobre nadie a la hora de llegar al albergue (por llevar coche de apoyo); entonces comenzose a decir frases como ¡La cámara de fotos debe pesar una barbaridad! ¡Como le salga una ampolla al coche de apoyo se la vamos a curar, se la pincharemos! ¡Os habeis olvidado las mochilas, volved atrás! (¿A alguien se le ocurre algo más?).