La bajada hasta Molinaseca ya iba a ser muy larga y con bastante pendiente (¡Cuidado para los ciclistas! Según he oído hay quien ha alcanzado 95 Km/h bajando, pero las caídas son muy frecuentes y fatales). Los atajos por camino son de pendiente muy pronunciada; mis rodillas empezaban a sufrir y en la llegada hasta el Acebo donde descansamos estaban destrozaitas.
Ya en El Acebo nos dimos cuenta de que habíamos entrado en el primer pueblo del Bierzo.
Foto dcha. en el monumento de la bici (que conste que tenía la rodilla izquierda hecha polvo y había que seguir bajando más).
La etapa fue bastante entretenida, aunque era el día en el que más bajada había y más iban a sufrir nuestras rodillas.
Ya en Molinaseca empieza La Historia de la Pecadora del Bierzo; vista en foto dcha. bañandose, bajó al igual que yo toda la etapa y no se dio por rendida, su llegada al albergue fue el darse cuenta que aparte de rodillas traía la ampolla más grande de todo el Bierzo (era tan grande que ocupó todo el pie) y se tuvo que pasar (todo ello por ser Pecadora) las dos etapas que quedaban de Bierzo sin hacerlas; pasó a ser Pecadora en lugar de Peregrina; ¡pero resistió!
Cuán fue mi sorpresa que a media hora de Molinaseca me encontré en una curva con una especie de curandero que me alivió la rodilla, no fue una cura total porque sentía aún algo muy en el interior, pero el dolor desapareció y pude proseguir el resto del camino y de El Camino sin los dolores que no me dejaban flexionar con normalidad la pierna (¿Fue una cura real ó sólo funcionó conmigo?).
La Piscina Natural que había bajo el puente de Molinaseca era una gozada; bañada por aguas que caían del Acebo y bastante confortable (era una piscina pero sin cloro); mucha suerte tiene la gente que vive allí oyes, y también suerte que tuvimos en parar allí. El puente está al entrar en el pueblo y el Albergue en las afueras ya pasando Molinaseca, por lo que había que darse el paseito por el pueblo otra vez...
