WEB DE LOS VOLUNTARIOS DE VIGO EN  LA CATASTROFE DEL PRESTIGE

JUEVES 7:15 a.m. "La ciudad todavía duerme. Yo ya estoy en la calle, y de camino al Ayuntamiento paso por delante del campamento urbano contra la Guerra en Irak. Qué curioso que ellos también están despiertos, como nosotros, los voluntarios contra el chapapote. Están sentados bajo una gran tienda, en la oscuridad de la noche y en silencio, mirando hacia la carretera, con cara de frío, pero ahí están, como haciendo guardia, alguien tiene que vigilar este mundo mientras la mayoría duerme, como los marineros de las Rías Bajas, nuestros héroes, que nos cuidaron mientras los jefes dormían despreocupados en sus mansiones. Me recuerda a aquella canción que escribí hace siete años: "Nos echamos a dormir y ellos se ponen al volante y en la carretera dios sabe que pasará". Continúo mi camino tras saludarles, un poco sorprendido por la situación. Ahora ya se ve la Ría y las luces al otro lado. Parece en calma, pero quién sabe si revuelve algo en sus entrañas, quién sabe qué traerá hoy la marea, como decía el naufrago. Siempre que paso por aquí me cuesta no volver la vista atrás para ver las Cies al fondo y mirar al horizonte, a mar abierto, donde está hundido el Prestige, que dió su primer aviso de emergencia sobre esta hora, hace ya cinco meses. Ya veo el bus al fondo y algunos voluntarios. Al llegar saludo a Montse. Arriba está Pilar, Estrella, Regina y van llegando Gabriele, Chus, Juan y todos los demás. Ojalá venga hoy ella... Hoy nos vamos a Muxía, a la Zona Cero, donde todo empezó. Seguro que será duro, porque cada día nos encontramos más petróleo. Pero no nos importa, nosotros vamos a seguir viniendo y ojalá vengan más voluntarios".