Capítulo
3: Playing in the Day
A la mañana siguiente amanecí abrazado de mi hermano. Había sido una noche bien cálida en especial a su lado. Me gusto que viniera a mi como si fuera un niño pequeño para pedirme dormir con él. Me gustaba cuando se ponía rojo por algún motivo en especial si él sabía que no podía controlar mucho la situación. Me levanté tratando de no moverlo para que descansara. A mi me gustaba levantarme temprano para ayudar a mamá en el desayuno. No quise levantarlo por que por lo general papá lo hace levantarse muy temprano para atender al perro y sacarlo a pasear.
Mamá ya había puesto el agua a hervir cuando llegue a la cocina, a ella le encantaba prepararnos el desayuno cuando estábamos los dos juntos. Cuando estaba yo solo también le gustaba pero se esmeraba más cuando estaba Kouji. El menú para el desayuno el día de hoy era leche pura con pan con huevo frito, casi nunca comíamos eso pero ahora último mamá había estado mirando una serie de programas y se le había ocurrido cambiar un poco nuestras antiguas costumbres alimenticias.
”Tu hermanito?”
“Lo deje en mi cama durmiendo. Tu sabes que papá siempre lo levanta temprano”
“Si… a propósito? Que van a hacer hoy?” – era una buena pregunta, aún no habíamos planeado nada – “Saldrán con sus amigos? Por que yo tengo que ir a hacer unas compras pero antes tengo que ir a terminar lo que no acabe ayer en el trabajo para que no se me acumule para el lunes”
“No te preocupes. Has lo que has planeado. Yo me quedaré con Kouji aquí en la casa hasta acabar las tareas y luego saldremos a jugar con los chicos” – ese era una buen plan o al menos nos había funcionado muy bien por varias semanas.
“Esta bien. Dentro de diez minutos el desayuno estará listo así que ve despertando a tu hermano” – no fue necesario hacer nada, desde hacía tres minutos Kouji ya se había levantado y estaba parado en el marco de la puerta.
“Te vas mamá? Pense que pasaríamos el día juntos” – mire a mamá y ella se lamento.
“Lo sé tesoro pero no puedo dejar de hacer esas cosas, es parte de mi trabajo dejar todo en orden y al día. Te prometo que para la próxima semana estaré con ustedes todo el día”
“La próxima semana me quedo por allá con papá. No te preocupes, entiendo que son cosas importantes” – mamá se quedo triste después de eso pero eran cosas impostergables. Kouji y yo limpiamos la mesa y nos pusimos a hacer las tareas. A los dos nos iba muy bien en el colegio, hacíamos las tareas rápido para aprovechar más el día juntos. Para almorzar los dos cocinamos juntos, yo le iba dando las indicaciones ya que el no tenía mucha idea de cómo preparar la ensalada. Terminamos comiendo los dos solos después de limpiar todo el desastre que armamos. Como era un sábado por la tarde decidimos salir a caminar por ahí. Nos pusimos nuestras casacas para el frío y los gorros que nos había tejido mamá.
El clima no estaba mal, un poco de viento pero es lo normal en otoño. Las hojas de los árboles estaban todas caídas y algunos charcos de agua y lodo ensuciaban las calles. Por momentos uno podía saltarlas pero habían unas que eran demasiado grandes para saltarlas y las teníamos que bordear. De camino a ningún lugar, por que no teníamos un destino fijo, nos encontramos con Jumpei, al parecer se iba a reunir con Tomoki en su casa para salir a buscar a Takuya.
“No quieren venir conmigo? Podemos estar todos en casa de Takuya para pasar el rato y ver algunas películas comiendo golosinas… que dicen chicos? No sería lo mismo sin ustedes!” – yo no tenía problema en ir pero no sabía se Kouji estaría de ganas de salir mas allá de nuestro paseo. Me miro como preguntándome si yo quería ir, con los ojos le respondí que me daba igual. Jumpei nos miraba como deliberábamos en silencio. – “Que decidieron?”
“Esta bien! Vamos contigo!” – los tres nos pusimos a caminar esquivando los charcos nuevamente. Recogimos a Tomoki, de su casa la de Takuya no estaba tan lejos. Aún así los charcos se hacían cada vez más grandes, tanto así que Jumpei tuvo que cargar a Tomoki para que él pudiera pasar varios, entre tanto Kouji me ayudaba a mí y yo lo ayudaba a él. En casa de Takuya, Izumi ya estaba ahí bien sentada y abrigada hasta la nariz. Nos calentamos tomando un chocolate que la mamá de Takuya nos ofreció a todos.
“La verdad no esperábamos su presencia chicos. Por lo general a ustedes les gusta pasar su fin de semana solos, a veces no mas vienen a vernos”
“Es que de camino nos encontramos con Jumpei. No sabíamos que se reunían siempre en tu casa a ver películas”
“Nos reunimos para jugar pero como hay mucho lodo afuera no es conveniente por eso los reuní a todos para ver películas!” – Takuya se agachaba y sacaba una caja de debajo del armario. La caja estaba llena de películas para ver – “Es cuestión que escojamos una o dos para ver…. Que les provoca chicos?” – EL repertorio de películas de la casa Kambara tenía preferencias bien marcadas. La mayoría eran de dibujos por lo mismo que Takuya tenía un hermano de la edad de Tomoki, a los niños de esa edad les gustaban más los dibujos animados. Por otra parte también tenían varias películas de terror y suspenso, a su papá le encantaban, los gustos de Takuya iban más a la acción tal y como era su carácter.
“No tienes alguna película que no sea acción ni violencia?” - izumi no se veía entusiasmada por las películas de la casa – “La verdad me tome la libertad de traer algunas de las mias temiendo que las tuyas no me iban a gustar” – ahora Izumi sacaba de su maleta como diez películas en DVD todos demasiado melosas y de niña… la mayoría no estaban convencidos por esas.
“Bueno yo traje de comedia!” – jumpei también había traído películas
“Yo también traje! Las mías son de dibujos animados… no se si les interesen pero son las únicas que mis papas me dejan ver” – todos se pusieron a discutir sobre cual película querían ver primero pero pasaron como diez minutos y jamás llegaban a un acuerdo. Por fin fue Takuya el que propuso una solución.
“Esta bien! Hagamos esto. Pondremos los nombres de las películas que queramos ver y elegiremos por sorteo. Kouji sacara el papel ganador.” - todos empezaron a escribir su película, por mi parte yo pedí una de suspenso, me gustaban mucho aunque habían unas que me ponían nervioso. Al final Kouji fue el que metió la mano a la bolsa con los nombres de las películas. Todos cruzaban los dedos para ver la que habían escogido, particularmente rogaba por que no salieran las de Izumi, eran demasiado de niña.
Kouji saco el papel ganador y Takuya lo desdobló para leerlo…. - “y la película ganadora es… quien quería ver ‘Darkness’?” - esa era la película que yo había escogido! Admití mi elección, todos la aceptaron y nos preparamos para ver la película. Jumpei leyó la caja para ver más o menos de que se trataba, me dio las gracias por haber escogido esa película y corrió a sentarse al lado de Izumi. Tomoki fue el único que por el contenido prefirió irse a ver otra cosa con el hermano menor de Takuya.
La película estuvo buena para que lo voy a negar. En el sillón de tres estaban Takuya, Izumi que no dejaba de gritar y Jumpei que trataba de calmarla. Kouji y yo nos sentamos un poco a parte. Noté que Kouji se ponía nervioso por partes y buscaba mi mano para apretarla por el temor. Yo no le dije nada, no me importaba esas reacciones, al contrario me gustaba que exteriorizara sus emociones. Al final de la película todos habíamos gritado por lo menos una vez a la pantalla aunque los gritos de Izumi nos ponían nerviosos a todos. Cuando termino la película ya era algo tarde así que nos fuimos rápido. De noche era un poco feo caminar en especial por la película que acabábamos de ver. La oscuridad de la noche no nos dejaba ver todos los charcos del camino así que cuando por fin llegamos a casa nuestros pantalones estaban mojados de la parte de las piernas. Mamá ya estaba en casa y estaba viendo televisión.
“Hola hijos! Que tal les fue? Que hicieron?” – Mamá se escandalizó un poco al ver el estado de nuestra ropa, nos la hizo quitar para lavarla. Nos fuimos a poner nuestra ropa de dormir para poder estar en casa, después de todo ahora era poco probable que volviéramos a pisar la calle hasta el día siguiente. Tomamos un pequeño lonche con mamá antes de irnos a dormir. Mañana sería domingo y Kouji volvería por la tarde con papá para pasar la semana por allá, nos reuniríamos de nuevo en el fin de semana para pasarla juntos pero para eso tendríamos que sobrevivir unos cuantos días en el colegio.
“Kouichi?”
“Si?”
“Puedo dormir contigo otra vez?… No quiero estar solo en mi cama”
“Te asustó la película?” – se quedó callado por un rato tratando de reflexionar mi pregunta y probablemente buscando una respuesta adecuada. Me gustaba como pensaba mi hermano pero a veces tenía que aprender a responder de acuerdo a como sentía y no para agradar a los demás.
“Un poco… pero creo que como siempre fuiste el único que te diste cuenta” – se volvió a quedar callado – “Kouichi?… Tu crees que esta bien que… bueno… reflexionando lo del otro día… tu sabes… estará bien que sintamos esto? Osea… somos hermanos… no deberíamos…”
“Yo también lo estuve pensando pero llegué a una conclusión” – había captado toda su atención – “Si yo te quiero y tu me quieres entonces lo demás no debería importarnos. Nosotros no podemos vivir de lo que piense o no la gente, cada uno tiene sus cosas y no por eso tenemos que supeditar nuestros gustos y sentimientos para complacer a los demás. Amar no es malo… o si?”
“No… pero… nosotros somos hermanos… no deberíamos”
“No hemos hecho nada malo. No le hacemos nada a nadie. Como te digo Kouji no debemos hacer las cosas por que no sean buenas o malas, debemos hacerlas por que así las sentimos. Nadie puede mandar por encima de lo que tu sientes” – me acerqué a él y le di un beso en la mejilla. El me abrazó y me devolvió el beso – “Desde hace cuanto estabas pensando en eso?”
“Desde… desde hace tiempo… me atreví a decírtelo por lo que hablamos el viernes pero la verdad no se si este bien o no…”
“De repente ahora no te des cuenta pero después poco a poco lo irás descubriendo” – los dos nos metimos en mi cama para dormir. Dormimos abrazados, curiosamente encontrábamos comodidad de esa manera, me gustaba que mi hermano fuera directo conmigo… lo hacía pocas veces pero cada vez se hacía mas seguido… me gustaba que expresara sus sentimientos cada vez más abiertamente aunque sentía que él dudaba mucho sobre eso en especial de mostrarse por completo a los demás.
A la mañana siguiente me desperté abrazado a la almohada, Kouji ya se había levantado aparentemente por que no le veía por ninguna parte de mi cuarto. Salí a la sala y mamá estaba sentada en el comedor.
“Y Kouji?”
“Se esta terminando de alistar, esta sacando su ropa de la lavandería” - mamá estaba terminando de tejer algunas cosas para la sala. Por lo general los domingo era un día bastante movido. Cuando Kouji se iba por lo general lo hacía temprano por que papá lo esperaba para almorzar. A veces se quedaba hasta la tarde pero otras veces papá llamaba temprano y le pedía que fuera en la mañana o de lo contrario venían a recogerlo. Cuando Kouji se iba yo me quedaba con mamá y pasábamos la tarde tranquilos sin ninguna interrupción. Los dos nos quedábamos en la sala leyendo y escuchando música, si habían muchas tareas yo aprovechaba este momento para acabarlas.
Kouji salió del baño listo para irse. Se había puesto su casaca, su chalina y su gorro hecho por mamá. Sus maletas ya estaban en la puerta, tanto la de colegio como la de su ropa del fin de semana. Agarró su cartuchera que había olvidado en la mesa se despidió de mamá.
“No te quedarás ni para el desayuno?”
“No puedo, me encantaría pero tengo que tomar el tren de las nueve para llegar a mi casa a las 10. Papá quiere ir a comer a no se donde y todavía tengo que dejar mis cosas a la casa”
“Por lo menos llévate un pan para que comas algo en el camino. El desayuno es la comida más importante del día!” – mamá agarró unos bizcochos de chocolate y se los metió a la maleta pidiéndole que se los coma en el tren. Le dio su beso de despedida y lo dejó irse.
“Nos vemos Kouichi! Acuérdate que la próxima semana vas a mi casa!” – me acordaba muy bien que la próxima semana me tocaba a mí viajar hasta su casa. Era un poco lejos de la mía pero no tenía ningún problema en movilizarme hasta allá.
“Si lo sé! De todas formas nos veremos en el colegio mañana así que no llegues tarde!” – se lo recordé. Por lo general los lunes siempre llegaba con las justas al colegio, los demás días llegaba muy temprano, no sabía bien a que se debía esto pero seguro era por que se quedaba dormido. Kouji salió de la casa cargando todas sus cosas, el camino hasta la estación del tren era corto pero aún así con lo que tenía que cargar más los charcos seguro tendría problemas para llegar antes que saliera el tren. Corrí a mi cuarto a cambiarme y mientras lo hacía le conté a mamá que iría a ayudarlo. Para cuando estuve listo y salí a la calle corría bastante viento, el aire pegaba fuerte contra la cara y amenazaba con quitarme el gorro. Era un poco difícil caminar así especialmente cuando algo invisible como es el viento te empuja hacía atrás y dificulta los pasos. Aún así hice mi intento y logre alcanzarlo tres calle más abajo. Estaba parado en la esquina esperando a que el semáforo cambiase a rojo y poder cruzar la avenida. Llegué a tiempo a ayudarlo, sin mí quizás hubiese perdido el tren. En fin me agradeció el gesto y antes de subir al tren me dio un beso rápido en los labios. Me quedé frío ahí parado en la estación, no sabía que decirle pero ya era tarde, las puertas del tren se cerraron y el ya se iba adentro. Se despidió de mi agitando la mano, sus ojos trataban de no mirarme fijamente pero sus mejillas estaban rojas por lo que había hecho. No me enoje por eso, me enoje por que aún se seguía reprimiendo y miraba eso como algo prohibido o malo… cuando iba a entender que amar no era malo? Además a mi me hubiera gustado ser el primero en dar ese paso… su beso había sido sencillo e inocente pero con la suficiente fuerza como para moverme el piso… si así había sido eso pequeño beso inocente como sería uno de verdad?
Capítulo
4: Hiding in the Night
Iba de camino a casa sentado solo en uno de los asientos del vagón más desocupado del tren, me sentía algo extraño por el beso que le había dado a mi hermano antes de subir al tren. Sabía que no debía sentir ese tipo de atracción por él, también había sido algo impulsivo en ese momento pero tampoco me habría podido resistir un minuto más. El camino a mi casa se me hizo corto pensando en mi hermano y en mi fin de semana con él y mamá… a él lo volvería a ver durante de la semana en el colegio pero para poder ver a mamá me tendría que esperar por lo menos unos catorce días que era el tiempo en el que me tocaría quedarme a dormir otra vez en su casa. Nuestras vidas habían cambiado pero a pesar que el viaje era agotador valía la pena.
Baje del tren cargando mi ropa y mis libros, subí las escaleras y corrí hasta la puerta de la estación, crucé la calle y me fui por la avenida… vuelta a la izquierda tres cuadras, vuelta a la derecha cuatro calles más abajo, di vuelta a la esquina y por fin llegue a casa. La temperatura de la casa estaba calentita por que afuera hacía demasiado frío, mis manos estaban agarrotadas y mis uñas habían adquirido ciertos tonos morados. Papá y mamá me esperaban sentados en la sala leyendo el periódico así que deje mis maletas en la puerta y entré a saludar.
“Ya llegué!” – papá me miro por encima del periódico mientras mamá me regalaba una sonrisa.
“Ya era hora! Me muero de hambre! Por que te demoraste tanto!” – mamá miro a papá con gesto de reprobación.
“Me levanté un poco tarde y tuve que tomar el tren que hacía paradas. Lo siento”
“Esta bien, no importa. Kouichi viene la próxima semana verdad?” – la pregunta de mamá vino a tiempo para cambiarle el tema a papá.
“Si, me dijo que de todas formas vendría”
“Ya paren de conversar y vamos al carro” – papá se paro dejando el periódico a un lado y salió apurado, al parecer tenía hambre, era mi única explicación ya que papá estaba acostumbrado a comer a horas específicas.
“Esta enojado por que llegué tarde?” – hice la pregunta solo para salir de dudas, siempre es bueno estar seguro para saber como actuar frente de él.
“No creo que sea eso. Ayer tu papá tuvo un mal día y hoy se levanto de mal humor. Ya se le pasara no te preocupes” – me quede callado y confié en su instinto para solucionar los problemas.
Salimos a las tres en el carro a un restaurante de comida tradicional que quedaba en la avenida principal. El mal humor de papá duro casi todo el día y lo peor de todo era que eso bajaba mi buen ánimo. Con mamá tratamos durante todo el día no hacer nada que pudiera molestarlo más de lo que ya estaba. Por mi cuenta me desaparecí todo el día en mi cuarto y no salí hasta la hora de la cena, a pesar que no tenía hambre.
“Y que hiciste durante el fin de semana?”
“Estuve con Kouichi. Hicimos las tareas juntos y después nos fuimos a pasear y de ahí a ver unas películas a la casa de Takuya. Regresamos temprano a casa para estar con mamá”
“Y no limpiaste nada?”
“Bueno… ayude en la cocina!”
“Muy bien! Como estuvo el colegio? Terminaste todas las tareas? Estudiaste? Hay algún examen mañana?” – papá me preguntaba varias cosas a la vez, a veces sentía que lo hacía para fastidiarme o hacerme caer en alguna posible mentira.
“El colegio estuvo bien, hice todas las tareas con mi hermano, y no hay exámenes mañana”
“Igual me da. Deberías saber todo y en todo momento. Después de la comida te tomare la lección para comprobar si sabes todo o no”
“Pero papá… no hay ningún examen mañana!”
“Eso no me importa! Tu tienes que ser el mejor!” – papá siempre insistía con eso. Esa noche nos quedamos hasta las once repasando todos mis libros pero resistí a pesar que me moría de sueño. Solo cuando papá verifico que efectivamente me sabía todo por fin me dejo ir a dormir. Mi cama estaba fría… sería por la humedad del ambiente? Después de todo toda la semana había llovido.
A la mañana siguiente el despertador cumplió con su cruel labor de despertarme temprano. Me bañe por que no lo había podido hacer la noche anterior por que me quede hasta la hora nona estudiando con papá. Me cambie y con las mismas salí corriendo para agarrar el tren. Felizmente llegue al colegio un minuto antes que la campana sonara entré al salón y me tire a morir encima de mi carpeta. Takuya que se sentaba al frente mío tenía clavados sus ojos en mi nuca… una mano se poso en mi espalda y de pronto me trajo a la vida…
“Mal día el de ayer?”
“Tengo sueño Kouichi… me muero de sueño!”
“Hasta que hora te dejo ayer estudiando?”
“Estudiando? Había examen hoy?” – takuya agarró el primer libro que encontró y comenzó a darle unas ojeadas rápidas.
“No hay examen hoy! A mi papá le gusta hacerme estudiar y cuando hace eso pierde la noción del tiempo. Nos quedamos ayer casi hasta las once de la noche” – me acomodé en mi carpeta usando mi maleta como si fuera alguna especie de almohadón mal mullido pero esa posición no me duro mucho por que llego la profesora y las clases empezaron. Toda la clase mi hermano se ocupaba de mantenerme despierto pero mis ojos se cerraban inconscientemente, por otra parte Takuya se aprovechaba de esto y me tiraba pedazos de borrador sin que nadie se diera cuenta.
“Señor Kambara no estamos en la guerra como para que bombardee de esa manera a su compañero. Señor Kimura… pese a sus denodados esfuerzos sé que el señor Minamoto se ha dormido durante toda la clase y … SEÑOR MINAMOTO! Puede despertarse por favor? Estoy a punto de dar un anuncio importante!” – con la doble mención de mi apellido me desperté casi por completo aunque la somnolencia aun perduraba. – “Como iba diciendo, este año para la semana de los juegos florales trataremos de incentivar la lectura y para eso montaremos una obra. La obra ya ha sido escogida de antemano por el staff de profesores del área y para su conocimiento la obra es ‘Blancanieves’, los papeles serán asignados por sorteo excepto por el rol protagónico” – sentía que nos iba a dar una sorpresa por que empezó a caminar por entre los asientos – “Blancanieves es un personaje que tiene que cumplir con ciertos rasgos específicos. Lo que ahora quiero es que ustedes mismos propongan a quien puede interpretar el papel teniendo en cuenta eso. Para los que no están familiarizados con el cuento les diré que ‘Blancanieves’ era una persona sumamente blanca y su cabello era muy negro como el évano, el color de ojos no cobra mucha importancia en la descripción así que… tienen a alguien en mente?” – era como si la profesora ya nos hubiese tenido en la mira por que se paro exactamente al lado de nuestros asiento…. Del de mi hermano y el mío.
Todos comenzaron a pensar sobre quien podría interpretar el papel. Por lo pronto sabía que alguien daría nuestros nombres así que trate de mimetizarme en mi carpeta sin mayor resultado y tratar de aparecer de aquí a un millón de años, con lo único que no conte fue con que mi propio amigo sería mi verdugo…
“Kouichi y Kouji! Ellos dos coinciden con la descripción! Los dos tienen el cabello muy negro” – tenía ganas de retroceder el tiempo y enfermarme o algo parecido para ahorrarme la humillación y evitar matar a Takuya. Mi instinto asesino tendría que esperarse hasta el recreo…
“Yo también estaba pensando en ellos pero solo podemos escoger a uno. El otro podría suplir en caso pasara algo malo. Lo que hay que decidir ahora clase es cual de los dos será el titular… decidamos esto por votación!” – todos sacaron hojas de sus cuadernos y empezaron a escribir nuestros nombres… uno de los dos sería el elegido y no podía dejar de desear que fuera mi hermano… no me gustaba mucho el hecho de pararme al frente de un público… y si me olvidase las líneas? Cuando termino la votación la profesora se tomo un tiempo para contar los votos… el silencio me carcomía, las manos me sudaban y no paraba de temblar… en un momento sentí que la mano de Kouichi se deslizaba y tomaba la mía para darme fuerza… en verdad necesitaba eso
“Kouji! Tu serás ‘Blancanieves’!”
“No! No puede ser! Soy niño! Ese papel es mejor que lo haga una niña con peluca… por que yo!” – instintivamente me pare al oír mi nombre y sin detenerme a pensar expuse mi queja.
“El pueblo te ha elegido así que si no lo haces defraudaras a todos los que votaron por ti. Ahora la confianza de tus compañeros esta depositada en ti y tu hermano en caso te pase algo malo” – me quede callado… no me gustaba la idea pero la profesora me había dicho que todos confiaban en mí… por que todos tenían que confiar en mí? Aún no había ensayado la obra y ya estaba empezando a sentir la presión.
“No te preocupes Kouji, nadie se burlara. Velo por el lado amable… podremos estudiar juntos las líneas”
“No me preocupo tanto por eso… ese papel implica usar vestidos, peinados, ensayos, los ojos del público en mí, contarle a papá y a mamá y a mi otra mamá. Por ellas no hay problema pero no se como lo vaya a tomar papá…”
“Y que podría decir? Te eligió el salón y la profesora… tu opinión no conto”
“Kouichi… me va hacer memorizar todo y no me dejará en paz hasta que se presente la obra” – papá era una persona bastante perfeccionista y un tanto obsesiva con la realización de las cosas. Todo lo que podía ser relacionado a él debía estar bien y esa política se aplicaba desde el tacho de basura hasta mí. Quizás ya no me importaba tanto que papá me presionara o el miedo escénico… me importaba no decepcionarlo…
Después de las clases nos pidieron quedarnos un rato más para darnos los libretos y así poder ir leyéndolos. Como Kouichi era mi suplente y sería casi imposible que no me presentara ese día en la obra pidió encargarse de las luces. Izumi obtuvo el papel de la madrastra y bruja de la obra, a ella no le gustaba el hecho que tenía que ser fea pero al final lo tomo como un reto personal. Mi trauma se dio cuando le dieron el papel de príncipe a Takuya. Ya era una vergüenza para mí asumir el papel de una chica para encima terminar la obra con una escena de beso con uno de mis amigos, claro que eso no iba a pasar por que toda esa escena sería fingida pero igual no podía evitar sentirme incomodo. Los demás chicos del salón fueron nombrados entre enanos, el espejo, el guardia y animales del bosque. Otros chicos con más suerte que yo se pusieron para preparar el escenario, encargarse de la música, sonidos, luces y acomodar a la gente, a parte de un grupo de bulliciosas chicas que se veían demasiado ansiosas por preparar los disfraces.
“Kouji…. Ven” – al final de la primera reunión Kouichi me llevo a un lado para recoger nuestras maletas e irnos de una vez. Salimos del colegio y comenzamos a caminar hacia la estación del tren – “Me gustaría hablar contigo de algo”
“Que cosa? Algún problema Kouichi? Si quieres te doy el papel de Blancanieves…” – el tono de voz de Kouichi me sonó algo preocupado por lo que traté de calmarlo haciendo ese comentario tonto… jamás aceptaría mi papel
“Mira… sobre ayer y nosotros…”
“Mira, sé que no debí hacer eso, discúlpame por favor. No fue mi intención fastidiarte pero te prometo que no volverá a pasar, es más si no deseas verme esta bien, te entiendo, yo…”
“Por Dios! Que extremista eres! Yo no te iba a decir nada malo! Lo que te quería decir fue que me gusto el gesto, me gusto aunque me tomo de sorpresa. No tenías por que disculparte ni nada parecido, todo esta bien entre nosotros, no hay nada malo y nada de que arrepentirse!”
“Entonces?”
“Solo quería decirte que me gusto que tu dieras es primer paso, yo no quería obligarte aunque ya lo había estado pensando” - salimos de las escaleras de la estación y buscamos mi tren – “Te quiero mucho Kouji… y espero no tengas dudas sobre eso” – solo cerré mis ojos para procesar sus palabras que aún seguían retumbando en mis oídos. Ya casi nadie me decía eso, solo él. Esta vez el sorprendido fui yo cuando sentí sus labios sobre los míos. Era mí deseo en ese momento quedarme junto a él y no regresar a mi casa pero si no subía al tren en ese momento no lo podría tomar hasta una hora más tarde y llegaría fuera de hora a casa. Subí al tren muy a mi pesar pero todo el camino me la pase sobre una nube, la verdad no debió ser así por que casi muero atropellado unas tres veces. Cuando llegue a casa me encerré en mi cuarto, tiré la maleta a un lado y caí rendido en mi cama. Después de todo había sido un día genial… a pesar de haber sido nombrado como ‘Blancanieves’…
A pesar del sueño me puse a hacer mis tareas y a estudiar por si a papá le entraban de nuevo las ganas de repasar conmigo. Cené con mamá y no papá no se apareció hasta muy tarde, al parecer había tenido algún tipo de celebración con la gente de su trabajo. Esa noche pude dormir mis horas diarias o al menos las que estaba acostumbrado a tener y habría dormido mejor si el viento de la ventana no me hubiese despertado. Uno de mis mayores problemas era conciliar el sueño una vez que abría los ojos, por más que me revolcaba en mi cama y abrazaba mi almohada no conseguía pegar un ojo pero cuando por fin me dormí solo lo hice por una hora y media… el despertador era un objeto inflexible.
Como era de esperarse me levante con sueño pero me esperaba un día largo en el colegio junto con mi hermano. Llegué por inercia a la mesa para tomar mi desayuno, papá y mamá ya estaban ahí sentados. Con un ojo abierto y otro cerrado logré untar con mantequilla una tostada para acompañarla con mi jugo.
“Ayer llegue tarde a la casa así que espero hayas estudiado bien para el día de hoy”- papá con sus preguntas siempre lograba despertarme.
“Si papá, como siempre”
“Espero… eso espero. Como te fue ayer? Alguna novedad?” – La última pregunta fue la extraña… acaso ya sabía algo él?
“Bueno… nada en especial”
“Y que papel te tocó en la obra? O eso no es especial?”
“Como sabes lo de la obra?”
“Tu otra mamá me lo contó. Ayer nos encontramos en el tren. Entonces que papel te toco?” – la última persona que pensé le podía contar a papá era mi verdadera madre.
“Bueno… no es lo que hubiera querido… es más no estoy de acuerdo con la repartición de papeles…”
“Tu papel es…?” – pude notar algo de desesperación por saber cual era mi papel
“Me toco ‘Blancanieves’” – me pareció percibir ciertas risas y burlas por parte de los dos –“No es gracioso! Es un papel que tranquilamente podía haber sido interpretado por cualquier chica pero me lo dieron a mi solo por que mi cabello es ‘muy negro’! Que les costaba ponerse una peluca o teñirse el cabello? Por que yo?”
“Deja de quejarte y comienza a prenderte esas líneas! Supongo que ensayaras con tu hermano ya que él es tu suplente no?”
“Si sabías cual era mi papel por que me preguntaste?”
“Preferí esperar a que me lo contarás tu, lo supe de tu mamá de manera fortuita… o no pensabas contármelo?” – tenía razón… no pensaba contárselo hasta que fuera el día de la obra… aunque de todas formas sabía que se enteraría de una u otra manera.
La conversación llego solo hasta ahí por que ya se nos hacía tarde a todos. Salimos de la casa, me dejaron en la estación y se fueron por su parte. Yo llegue al colegio tan pronto mis piernas me permitieron llegar. Siempre llegaba con las justas. De este día no puedo rescatar nada interesante salvo que interesante sea el primer ensayo. El primer ensayo fue bastante aburrido por que todos nos sentamos en ronda a leer el libreto con la profesora al lado tratando de corregir el énfasis y la entonación que debíamos darle a nuestras líneas. Después del primer ensayo Kouichi me dijo para ir a su casa a pasar el rato y de paso podíamos ensayar algo. La idea sonaba tentadora pero primera tenía que pedir permiso. El permiso no era difícil de conseguir, el problema sería tratar de contactarme con ellos para pedir el permiso.
En el recreo busqué un teléfono público. Al primero que llamé fue a mi papá. Como siempre su celular sonaba pero no contestaba. Tuve que llamar a su oficina… era una lata haberme olvidado de mi celular en casa… con mi celular sería más fácil.
“Hola… me podrías comunicar con el Señor Minamoto?”
-“En estos momentos el señor Minamoto no se encuentra. Con quien hablo?” – rayos!
“Soy su hijo… Kouji. A que hora llegara mi papá?”
-“No tiene hora de llegada. Le digo que te llame?”
“No, solo dígale que le llame y lo volveré a llamar en tres horas, que si puede conteste su celular” – bueno ese era mi único plan. La otra opción era llamar a Tomoko pero no recordaba el número de su oficina. No importaba ahora, de todas formas lo volvería a llamar en el otro recreo. Para mi suerte la segunda vez fue la vencida…
“Alo? Papá?”
-“Hola Kouji… Cual es el problema? Te olvidaste de llevar tu celular?”
“Si me olvide pero te llamaba para pedirte permiso para ir después del colegio a la casa de Kouichi. Vamos a hacer las tareas juntos y a practicar un poco los diálogos para la obra… puedo ir?”
-“Si, pero a que hora irás a casa?”
“No sé… podría quedarme a dormir con mi mamá o quizás me podrías venir a recoger…”
-“Imposible… no planeaba regresar hoy a casa y si lo hago la haré tarde… si regresaré a casa tarde! Es mejor que regreses a casa después de todo tu hermano irá para allá el fin de semana”
“Entonces a la hora que regreses a casa por más tarde que sea no podrías darte un tiempito y venir a recogerme?”
-“Esta bien… de paso para no dormirme te tomaré la lección, hace días que no repasamos juntos…” – creo que eso había sido una mala idea – “Bueno entonces nos vemos más tarde, adios hijo, tengo que seguir trabajando”
“Esta bien. Nos vemos más tarde”
“Y bien… te dio permiso?” – Kouichi estuvo todo el tiempo a mi lado escuchando todo pero aún así me pregunto para estar seguro de la decisión de papá.
“Si, tengo permiso pero vendrá a recogerme tarde, de paso me tomará lo que aprendí. De pensarlo ya me empiezo a cansar de esto”
“Anímate, después de todo estaremos en casa estudiando y haciendo las tareas… tu aprendes rápido y eso te ayudará” – Kouichi tenía razón pero eso no era algo que me emocionara mucho.
Después de clases los dos nos fuimos para su casa. Alcance a ver a mamá antes que ella saliera, incluso tuvimos tiempo para almorzar los tres juntos… venir a verla después de colegio siempre resultaba ser una buena idea.
Cuando mamá se fue los dos nos encargamos de limpiar la cocina y la mesa para empezar a hacer las tareas. La sopa de mamá me había dado sueño y por más que intenté hacer la tareas los ojos se me cerraban.
“Quizás deberías dormir aunque sea media hora para que descanses. Por que no te tomas una siesta?”
“Tu crees? Si me duermo quizás después no me quiera levantar…”
“Lo harás! Tu sentido de la responsabilidad te hará despertar, después de todo papá te tomara la lección apenas te vea”
“Gracias por recordármelo, ya se me fueron las ganas de dormir… tengo tanto por estudiar… me voy a volver loco!”
“Por que no te relajas un poco, estas muy tenso y así uno no puede estudiar correctamente. Hazme caso y tomate un descanso. Duerme una media hora y así estarás más fresco para estudiar”
“Esta bien… pero si no me despierto entonces pásame la voz… si?” – Kouichi me dio un gesto afirmativo así que me fui al sillón a echarme e intentar dormir un poco.
“No sería más conveniente que fueras a la cama? Ahí estarás más cómodo” – no quería ir solo al dormitorio…
“Aquí estoy bien!” – Kouichi no me hizo caso y me siguió insistiendo. Al final termino empujándome hasta allá y no paro hasta que me echa en una cama. – “Kouichi… ya se me fue el sueño… en serio… ya no quiero dormir”
“No digas tonterías y cierra los ojos de una vez” – no se por que pero le hice caso. Intenté relajarme y cerré mis ojos. Intenté contar ovejas lanudas que saltaban una cerca pero a la tercera oveja ya estaba aburrido de contarlas. Luego sentí las manos de mi hermano que de manera muy reconfortante acariciaban mi cabeza y luego de mi cuello.
“Hummm… que rico!”
“Quieres que te haga un masaje? El otro día mamá me enseño como hacer unos… ella sabe hacerlos muy bien… quizás ella debería de hacerte uno… en verdad te ayuda!”
“Tu lo haces muy bien!”
“Bueno, entonces intentare hacerte uno, tu serás mi conejillo de indias!” – acepté ser el experimento de mi hermano y me eché boca abajo tal como él me lo sugirió. Cerré mis ojos y espere el contacto de sus manos. La yema de sus dedos pellizcaba mi cuello hasta soltarlo, mis hombros que estaban duros los empezaba a sentir como de gelatina. Los masajes fueron muy buenos y la verdad me dieron más energía. – “Te sientes mejor?”
“Mucho mejor… gracias!”
“Bien… ahora págame!” – me sorprendí por la petición de mi hermano… pensé que lo había hecho gratis.
“Bueno… la verdad no he traído mucha plata hoy…”
“Que tonto eres! No quiero dinero!” – sus labios se acercaron a los míos y se unieron sin darme cuenta. Sin darme cuenta también estaba echado en la cama con mi hermano encima dándome besos desesperados. Fue la primera vez que sentía su lengua dentro de mi boca… fue algo extraño al principio pero sentía como si alguna especie de sueño se hubiera vuelto realidad. Cuando empecé a sentir que la cosa se salía de control lo paré…
“Espera… no deberíamos hacer esto”
“No, esta bien… tienes razón… creo que me apresure. Discúlpame si te hice sentir mal”
“No, no es eso Kouichi es que… no creo que sea correcto, además ya se acabo la media hora y no he hecho nada” – Si me sentí extraño pero no podía hacerle sentir eso por que después se sentiría mal y no era mi intención hacerle eso. Los dos nos quedamos callados un rato pero después nos incorporamos y salimos del cuarto para empezar a hacer las tareas.
Felizmente no teníamos muchas tareas para el día siguiente, solo unos cuantos problemas de matemáticas y hacer un par de oraciones en inglés. Cuando terminamos de hacerlas Kouichi se puso a ver un poco de televisión mientras yo repasaba en el comedor algunas cosas que papá podría tomarme más tarde, cuando termine de repasar eso empezamos a practicar lo de la obra.
Nuestro parlamento felizmente no era mucho ya que buena parte de la obra ‘Blancanieves’ se la pasaba durmiendo. Los diálogos eran sencillos algo que también era favorable teniendo en cuenta que era la primera vez que actuaría en un rol principal y decir palabras difíciles aumentarían mis nervios y mis probabilidades de equivocarme. En lo que si nos concentramos los dos fue en modular nuestra voz y tratar de hacerla un poco más femenina. La parte más fácil de ensayar era la del beso pero eso solo era con mi hermano por que aún no podía imaginarme como sería cuando tuviera que ensayarla con Takuya.
“Que somos?” – la pregunta me surgió de pronto después de ensayar un rato. Kouichi parecía no entenderla por que no me contestaba
“Perdón? Somos hermanos no? A eso te refieres?”
“Bueno… algo así. Ya sé que somos hermanos pero somos algo más aparte de eso?”
“Te refieres algo como lo que suelen ser los novios o enamorados?”
“Si… no te pido que lo seamos pero… tu sabes que somos?”
“Bueno… la verdad yo tampoco sé pero si te hace feliz podemos ser algo” – me quedé pensando. La pregunta se me había ocurrido de la nada aunque ya era algo que me daba vueltas a la cabeza desde ayer. Nuestra relación de hermanos era algo más fuerte y los besos de hoy habían corroborado eso. El silencio cada vez se hacía más profundo tanto que comenzaba a volverse incómodo… - “Kouji… te gustaría estar conmigo de una manera más formal? Te gustaría estar conmigo?” – sus palabras me movieron el piso… esa pregunta era lo que me había estado imaginando? No le conteste por que pensé que en ese momento las palabras estaban de más… simplemente le di un beso… algo que fue algo más consistente que una simple palabra…
Esa noche nos quedamos sentados los dos en el sillón esperando a que alguien viniera para poder separarnos. La primera que llego fue mamá que vino tan cansada que ceno y se fue a dormir. Papá aún no venía por mi así que como se hacía tarde pensé en descansar los ojos por un rato hasta que el viniera por mi. Acompañe a mi hermano a su cama y me eché a su lado hasta que papá llego y me tuve que separar de su lado. Lo único que me consolaba era que lo volvería a ver en unas cuantas horas o tan pronto amaneciera…
TBC
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