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 El hechizo opera creando una presencia etérea capaz de rastrear un enemigo con completa certeza. Este espíritu rastreador, esiá mágicamente vinculado a su creador de tal modo que el mago podrá llegar hasta su enemigo ya que el rastreador estará allí. El rastreador puede encontrar a la criatura en el mismo plano que se encuentre el mago en 1d12 turnos y puede encontrar un enemigo en donde sea en 2d12 horas.

El enemigo deberá tener de algún modo, mental o fisco, ganas de dañar a el mago o algo que conozca el mago. En su quinto nivel, el mago aprende la exacta ubicación, tan bien como la dirección para casar a la criatura. En su noveno nivel, el mago podrá ver a través de su espíritu rastreador.

Durante la operación de este hechizo, la criatura espía, tiene el sentimiento de lo que esta viendo. Si la criatura cazada es sensitiva a las vibraciones etéreas (magos de alto nivel, algunas criaturas de otros planos, etc.) entonces el espíritu rastreador tendrá un 5% de ser visto. El hechizo Detectar Espía Adivino revelara la localización de el rastreador, y un Dispersar Magia podrá destruir al rastreador. Si el espía es dispersado, El mago que lo creo, deberá hacer una Tirada de Salvación vs. Parálisis o restarse 1d6 puntos de daño y tendrá un tremendo dolor de cabeza durante 3d6 horas.

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