Con un celular y 7 pesos reducen
hospitalizaciones
Algunos son tan chiquitos que se los puede sostener con una sola
mano. Otros nacen con el corazón más débil o los pulmones
demasiado frágiles, pero todos tienen un problema común: son muy
propensos a sufrir crisis respiratorias y a quedar internados
por precaución.
Sin embargo, una experiencia piloto demostró que son suficientes
un teléfono celular, 7 pesos e información a los padres para
reducir esas hospitalizaciones en los chicos con alto riesgo de
infecciones respiratorias, como son los bebes prematuros o los
que nacen con enfermedades cardíacas o afecciones pulmonares a
largo plazo.
“Son chicos a los que suelen diagnosticárseles cuadros clínicos
más graves de lo que son en realidad, porque tienen
características propias. Por eso es importante que las mamás
conozcan cómo es la respiración normal de sus hijos para
detectar cualquier cambio, ya que empeoran rápidamente y
necesitan asistencia médica para prevenir la hospitalización",
indicó la doctora María Inés Klein, médica del Programa de
Seguimiento de Prematuros de Alto Riesgo del hospital Sardá y
autora principal del estudio publicado en la revista
Journal of Infectious
Diseases .
Junto con las doctoras Gabriela Bauer, del hospital Garrahan, y
Alicia Benítez, del Sardá, Klein atendía las llamadas de las
mamás de los 194 pequeños pacientes al teléfono celular
disponible día y noche. "Nos enseñaron a controlar la
respiración del bebe para reconocer si tenían un ataque. En los
talleres, una vez por semana, las madres aprendimos cómo limpiar
la casa e higienizarnos las manos para reducir el riesgo de una
infección", comentó ayer a LA NACION la mamá de Gabriel, un bebe
prematuro que hasta los dos años participó en el estudio porque
también tenía una cardiopatía y displasia broncopulmonar.
Hoy, con cuatro años, el hijo de Mónica recibe los controles de
rutina en el hospital Garrahan cada seis meses. "Gaby ama a las
doctoras, que lo atendían a cualquier hora, si era necesario,
después de llamar por teléfono para consultar sobre alguna
alteración de la forma de respirar", dijo. Ahora, los papás de
Gabriel, que vive en Ciudad Evita, lo ven más tranquilo y con
menos crisis respiratorias.
En esta sencilla solución participaron pediatras e
investigadores del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá, el
Hospital Garrahan, la Fundación para la Investigación en
Infectología Infantil (Infant) y la Universidad Johns Hopkins,
de Estados Unidos. "Siguiendo un trabajo similar de 2004 en
lactantes sanos de Boulogne y La Cava, identificamos formas
económicas de solucionar el efecto de la pobreza en las
enfermedades respiratorias", explicó el doctor Fernando Polack,
que participó en el estudio y es director de Infant.
Virus de temer
Además, señaló, lograron identificar "un problema ignorado y muy
grave con el virus sincicial respiratorio (VSR)", que es la
causa más frecuente de infecciones infantiles, seguido muy de
cerca por el metaneumovirus humano. Cuando esos virus, a los que
se suma el de la gripe, se instalan en las vías respiratorias de
los bebes prematuros (menos de 1,5 kilos al nacer) con
enfermedad pulmonar crónica o con problemas cardíacos
congénitos, aumenta el riesgo de que se multipliquen sus
internaciones.
"En la Argentina, el VSR es un problema monumental en esos
chicos, porque está igualando la gravedad que el mismo virus
tuvo en los Estados Unidos hace 20 años -señaló Polack-. Y los
chicos atendidos en los hospitales públicos tienen dificultades
para acceder a la medicación que los protege porque no se la
suministran en casi ninguno de los casos y es carísimo."
Por eso, comentó el especialista, mientras que en los Estados
Unidos se interna alrededor de un 5% de los chicos con
infecciones causadas por el VSR, en nuestro país se interna el
58%, es decir, 11 veces más.
Para comparar los efectos de siete virus respiratorios, que
incluyeron el metaneumovirus y el sincicial, las mamás debían
asistir al taller semanal y llamar al teléfono celular de
emergencias para hacer tantas consultas como fueran necesarias.
Todas las familias contaban con siete pesos disponibles para
cada viaje al hospital. El dinero lo aportó a través de una beca
de investigación el Instituto de Salud y Medio Ambiente de los
Estados Unidos y lo administraron las asociaciones cooperadoras
de los hospitales.
"El objetivo fue educar a los padres para reconocer los signos
de riesgo respiratorio en sus hijos y que concurrieran de
inmediato al hospital, sólo si era necesario, para evitar
prolongar el tiempo sin atención médica", resumió Klein.
Un seguimiento previo realizado por pediatras del hospital
Garrahan durante cinco años a bebes infectados con el virus
sincicial respiratorio demostró que uno de cada cuatro chicos
necesita hospitalización durante alrededor de 19 días para
tratar las infecciones virales entre los 2 y los 18 meses de
edad.
Y otro relevamiento, realizado por la doctora Diana Farina, jefa
de Neonatología del Garrahan, demostró que el nivel
socioeconómico de la familia fue el principal determinante de
rehospitalización en esos chicos durante los últimos siete años.
"Los talleres, un celular y un viático de 7 pesos por paciente
lograron que la pobreza desapareciera como factor de riesgo de
reinternación infantil, aunque el 33% de los participantes tenía
necesidades básicas insatisfechas -sentenció Polack-. Más allá
de los resultados clínicos, este estudio demuestra que con poco
se puede hacer un montón."
Por
Fabiola Czubaj, LA NACION