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Fariseos o Imitadores de Jesús
por
DOC
Cuando empezamos con este tema, les decía que Jesús, al ser cuestionado por los fariseos que lo querían hacer caer, les dijo en resumen, que "lo que Dios juntó, no lo separe el hombre", pero al preguntarle estos sobre el divorcio, nuestro Salvador les dijo que según la ley de Moisés, podían rechazar a sus mujeres si eran adulteras, y que esto había sido permitido "por la dureza de vuestros corazones".

¿Queremos ser visto como fariseos o como imitadores, seguidores y discípulos de Jesús?
Si la respuesta es "como fariseos", entonces tratemos de argumentar que tenemos derechos, que si nuestro cónyuge es infiel tenemos el derecho de dejarlos.
Pero si la respuesta es que queremos ser como Cristo, entonces hagamos los que nos dijo, que para ser sus amigos debíamos de seguir sus mandamientos, no la ley Judía.
Jesús no enseño que debemos de perdonar y perdonar, que debemos de poner la otra mejilla cuando nos hieren, que debemos de amar al prójimo como a nosotros mismos, y respecto a los esposos, que somos una sola carne, y lo más importante: QUE SU RELACION CON NOSOTROS, SU IGLESIA ES IGUAL QUE LA QUE DEBE DE EXISTIR ENTRE LOS ESPOSOS.
Sabemos que Dios nos perdona infinitamente, que en la cruz han quedado todas nuestras faltas, y por dirección de Jesús, le pedimos que "nos perdone así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Si esto es cierto, el día que dejemos de perdonar a quien nos ofende, Dios dejaría de perdonarnos, ¿no es así?

Mucha gente, al decir sus votos matrimoniales dice algo como: "en las buenas y en las malas y hasta que la muerte nos separe" entre otras cosas, pero si eso decimos, quizás haga falta añadir "a menos que me ofendas siendo infiel, en cuyo caso no te podré perdonar, y tendré el derecho de dejarte y casarme con otra"
También dijimos en esa ocasión anterior, que Cristo dijo que para aplicar la ley Judaica unos a otros, es necesario estar libre de pecado, como en el caso de quienes querían apedrear a la mujer adultera, y además dijo que con solo desear a otra persona ya habíamos adulterado, no era necesario el acto sexual para caer en ese pecado.
O sea que si alguien quiere ser así de fariseo y reclamar sus derechos, tendría que estar libre de pecado...

Uno de los hermanos que nos escribe dice que el ha visto que "a algunas familias divorciadas Dios las ha bendecido grandemente", pero ¿que significa bendecidas? ¿Que les ha ido bien económicamente, que no se han muerto de cáncer, que desde fuera se ven felices? y ¿qué hay de las otras que no se ven desde fuera igual de bendecidas?
Después dice: “No me parece justo” Diciendo que los divorciados merecen casarse, pero... ¿Quién dijo que la vida es justa?, y sobre todo, ¿Quién dijo que Dios recompensa al que le desobedece?
Si nos basásemos en lo que nos parece justo, muchas cosas de la Biblia serían objetables por aquellos a los que no les gustara lo que les toca, algo que vemos diariamente en el mundo, gente que se queja de que Dios los abandonó o que es injusto, pero, si lo vemos bien, fueron ellos quienes se alejaron de Dios.

Nosotros no merecemos justicia, sino el castigo de la muerte, pero Dios ha tenido misericordia de nosotros y aún en nuestra deslealtad, Él es fiel con quienes le son fieles a Él.

La salvación que nos ha regalado no la podemos perder, mientras no blasfememos del Espíritu Santo sabemos que seguimos siendo hijos suyos hasta que veamos a Cristo en vida o en el cielo, pero Dios espera que seamos fieles para bendecirnos conforme a Su perfecto plan, y quien decide desobedecerle y hacer mejor su propia voluntad, se estará perdiendo de muchas de las bendiciones que Dios reserva para los fieles Cristianos.

Quien se ha vuelto a casar sigue aún unido ante Dios y no se puede deshacer lo atado por Él según nos dijo Jesús, así que lo que tiene que hacer es bien sencillo: Dejar de pecar, pedir perdón y tratar de reparar el daño, asumiendo la responsabilidad de todas sus acciones pero sin olvidar que ante Dios, sigue siendo una sola carne con alguien a quien debe volver.
Pero si no lo quieren recibir, deberá humillarse más ante Dios y pedir que en Su tiempo, Él mueva las cosas para que después de las disciplina que como hijos suyos recibiremos, podamos estar de nuevo unidos con quien nos casamos ante Él, aún y cuando este casamiento haya sido solo por lo civil, pues a la Iglesia vamos a pedir la bendición de Dios y de la congregación estando ya unidos ante la ley puesta por Dios en el mundo.

Hay religiones que han encontrado la forma de satisfacer a sus seguidores, llegando a anular matrimonios (un término bastante extraño pues contradice lo dicho por Jesús de que le hombre no separe lo que ha unido Dios) de años y con hijos, y como por arte de magia se declara que nunca hubo matrimonio según ciertas leyes para el caso.
Eso sin duda es más popular, pero no hemos sido puestos en este mundo para ser populares ni para reclamar derechos, sino para SANTIFICARNOS en Cristo Jesús.

Dios les guarde este fin de semana y espero sus comentarios.

En amor de Cristo.
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