Con limones y mangos hemos vencido
red factortierra
Tambogrande, Piura
factortierra@yahoo.es
En esta historia:
Hay un tiempo para retirarse |
¡Qué chico es el mundo!
¡Alegría! ¿Cómo describir la noticia de otra manera? Desde
el último rincón de Sesteadero hasta El Algarrobo, desde Partidor hasta Casanas,
la sensación es la misma: gozo porque finalmente Manhattan ha admitido su error,
y –lo cortés no quita lo valiente—ha tomado la sabia decisión de irse.
Por supuesto, en Tambogrande hay gente que aún no sale de
su escepticismo. Al anochecer del lunes, sólo a una hora y media de que la
noticia fuera difundida en Nueva York, la sensación de perplejidad y
desconfianza todavía era evidente.
Sin embargo, la realidad es tan increíble como su propia
mención. La minera canadiense
Manhattan Minerals Corp decidió retirarse para
siempre del Perú, tras haber perdido 60 millones de dólares en el proyecto
aurífero que quería ejecutar a escasos cien metros del río Piura.
La culpa de este destino no es más que de la propia empresa
pues falló en varios aspectos: primero, intentó trabajar diciendo medias
verdades, que al ser descubiertas, mellaron su credibilidad; segundo, buscó
aliarse con líderes que sólo se ganaron el repudio de sus vecinos; y tercero, se
llenó de gente incompetente que finalmente la terminó llevando a la debacle por
sus fallidas actuaciones.
En el fondo, no es Tambogrande la que fuerza la salida de
Manhattan; es la propia Manhattan la que se equivocó, y terminó pagando sus
propios errores.
El pueblo del valle de San Lorenzo sólo se defendió de un
usurpador, como lo haría cualquier persona cuando sienten que están invadiendo
su espacio para tomar decisiones en contra de su voluntad. La ingeniería
(también la de minas) llama a esto Leyes de Newton: acción y reacción.
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¡Qué chico es el mundo!
La minera se va por decisión propia, según se entiende de
las declaraciones de su presidente Peter Guest a
Business News Americas, debido
a que nadie quiso secundarla en su proyecto, y porque la resistencia era tal,
que no le dejó trabajar.
La cereza en el helado fue la decisión del Gobierno
Peruano, en diciembre de 2003, no anular la opción de operar el proyecto, que
movió a Manhattan a iniciar un proceso de arbitraje que enfatizó su crisis
económica y la ha puesto en la bancarrota, con todos los problemas que implican,
si hablamos de una empresa junior.
Guest, de acuerdo a sus declaraciones, vio las puertas
cerradas –ni siquiera el gobierno la quiere respaldar—tanto así que hasta se ha
armado de despecho empresarial y decidió no más invertir en Perú, cuando
nadie le pidió que ponga un centavo. “Eso no descarta la posibilidad de que
regresemos a Sudamérica, excepto Perú”, dijo a Business News Americas.
En 2002, factortierra obtuvo información desde
dentro de la propia empresa que sostenía que estaban pensando iniciar
exploraciones en Venezuela; pero aparentemente el panorama no era tan alentador.
Recordemos que desde el 28 de febrero de 2001, se vieron
imposibilitados de operar abiertamente en Tambogrande luego que un grupo,
que en 2003 se supo de propia confesión que era el Frente Urbano, uno de sus aliados,
destruyera su campamento.
Las sospechas se confirmaron el 2 de junio de 2002, cuando
más del 96 por ciento de la población dijo que no deseaba a la minería como
modelo de desarrollo local. En vez de la frustrada pataleta mediática del
entonces gerente local Roberto Obradovich, debieron levantar maletas e irse (y
dejar de perder tanto dinero, como dicen ahora).
En vez de enmendar la plana, la empresa se dedicó a
explorar formas alternativas de demostrar apoyo, como el proceso de
falsificación de firmas (cortesía de su invento, la Coordinadora para el
Desarrollo de Tambogrande), o el boicot de eventos anti-mineros, incluso en el
mismo Congreso de la República.
Sin embargo, las cosas caen por su propio peso, y terminó
perdiendo apoyo de todos, incluso de su aliado principal, el gobierno peruano,
que le dio extremaunción en diciembre de 2003. Era su segunda oportunidad para
irse, pero –otro error—optó por el suicidio.
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¡Qué chico es el mundo!
El manejo errático de Manhattan propulsó al pueblo de
Tambogrande a una categoría de paradigma mundial de lucha por el respeto a la
determinación de los pueblos y la defensa del medioambiente y los derechos
humanos. Hay que reconocerle a la empresa, el mérito de lanzar héroes y
heroínas.
Tras la presión de los accionistas para dejar Perú, la
concesión de Tambogrande se queda sin dueño, porque ni siquiera Solar Energy
está muy convencido de comprar el paquete y la Bolsa de Valores de Toronto, que
debe aprobar la transacción, no mira con buenos ojos el trato.
Manhattan está derrotada, y ahora se transformará en
Mediterranean Minerals Corp. para probar suerte en Turquía, porque según Peter
Guest no habría resistencia anti-minera… al menos, no aún. La empresa no debe
subestimar a la Internet.
El caso Tambogrande no queda cerrado del todo: aunque dice
que no, es posible que el próximo dueño de la opción sea la nacional
Buenaventura, que tiene intereses alrededor de la zona; tampoco se ha resuelto
la
muerte de Godofredo García (la empresa se va justo ahora el caso se reactivó,
aunque no existan relaciones evidentes con el asesinato).
Sin embargo, la causa de los limones y mangos de San
Lorenzo finalmente salió victoriosa, luego de casi cinco años de lucha.
Brindemos con una limonada a la Godofredo y disfrutemos un buen cebiche.
Si la amenaza se presenta de nuevo, volveríamos a repetirlo todo… desde el
inicio.
La red factortierra quiere reconocer con este
artículo a la periodista Mery Timaná y la hermana Magdalena Tagliavini, quienes
fueron las primeras personas en investigar, sistematizar y difundir el caso en
1999 (¿recuerdan eso de “la vida es un tesoro que vale más que el oro”?...
¡Ellas lo crearon!).
Los editores queremos agradecer muy profundamente a
Jaime Gallo, uno de nuestros investigadores, por ser el verdadero inspirador de
factortierra, en 2000.
Con informes de
Liliana Alzamora
y
Aldo Palacios
en Tambogrande, y
Nelson Peñaherrera en Lima.
©2005
NPC
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