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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Y demás/Inventos e inventores

                             Henry Ford, pieza y engranaje 

Si bien la invención del automóvil fue de alguien más, este personaje logró convertirlo en artículo indispensable y motor del progreso del siglo XX. Se le conoce también como el "creador del siglo norteamericano"

ABRIL, 2006. Una de las razones por las que Henry Ford no ha alcanzado totalmente el estatus como magnate reconocido por sus aportaciones se debe a su antisemitismo. Ya en la madurez de su vida, le acusaban de "desvariar" y de desarrollar delirios de persecusión y de haberse obsesionado con la lectura de Los Protocolos de los Sabios de Sion, cuyo tema refiere una supuesta conspiración judía para adueñarse del mundo.

Ford poseía un diario, el Dearborn Independent, donde publicaba una columna semanal. Más tarde editó El Judío Internacional, una recopilación de aquellos textos aunque poco después comenzó a modificar sus puntos de vista. "Mis conceptos fueron erróneos", declaró, aunque muchos de sus críticos le objetaron que luego fuera a visitar Alemania a entrevistarse con Adolfo Hitler.

Aparte de este detalle --que, ciertamente, bajo ninguna circunstancia puede ser soslayado--, Henry Ford fue de los primeros en impulsar la fabricación en serie, proporcionar estímulos por eficiencia a sus trabajadores y comercializar un producto para el cual aparentemente no existía mercado. Pero también fue un hombre acostumbrado a manejar su empresa sin consejeros y sin permitir que nadie tratara de influirlo en sus decisiones finales; siempre recalcaba su profunda fe religiosa pero casi nunca iba a la iglesia; era un admirable autodidacto y despreciaba a las escuelas pero su testamento incluía la creación de la Fundación Ford, la cual habría de financiar aulas para niños en Estados Unidos y varios países pobres.

Pero lo que hizo que Ford pasara a la historia fue el convertir al automóvil en el medio de transporte más utilizado por la humanidad. Además de ello, Ford fue pieza importante para el desarrollo de la industria en general.

                                       Auto en muchos aspectos

Ford nació en un poblado cercano a Dearborn, Michigan, Su padre era un granjero emigrado de Irlanda quien al poco tiempo logró una buena posición económica, y si bien ayudaba a la familia en esas labores, desde joven Henry Ford encontró un gusto especial por la mecánica; a los 13 años construyó una rudimentaria turbina que, al estallar, le dejó una marca permanente en el rostro. Tres años después emigró a Detroit pero cada año visitaba a su familia en épocas de cosecha.

Fue en aquellos años cuando un vecino le preguntó si podría reparar una maquinaria agrícola. La facilidad con que Ford arregló el desperfecto le hizo descubrir su vocación. Meses después el futuro magnate construyó su propia versión de una segadora, aunque un tanto rudimentaria. Estudio mecánica y desarrolló planos en una escuela nocturna mientras de día trabajaba para la Westinghouse como mecánico que daba mantenimiento al equipo agrícola en las granjas adyacentes.

Luego de contraer matrimonio y dejar atrás la vida en el campo, Ford comenzó a trabajar para la Edison Illuminating, un empleo que le dió tiempo libre suficiente para diseñar su propia máquina de combustión interna que no requiriera el uso de un caballo. Así, en 1886 quedó listo un vehículo al que llamó "cuadriciclo", sólo que tuvo que abrir un hueco a la puerta de su garaje pues no había otro modo de sacarlo a la calle. A éste le siguieron otros prototipos que tampoco tuvieron mucho éxito.

Lo que Ford necesitaba era asociarse con inversionistas para vender su producto en masa. Luego de resultar ganador en una carrera de autos por fin se acercó gente dispuesta a jugársela con su venta. Había reticencias: uno de ellos vaticinó que nadie optaría por dehacerse de sus caballos para tener un vehículo que hacía ruido y necesitaba un combustible especial difícil de conseguir y algunos más no vieron viabilidad alguna. Pero la mayoría estuvo de acuerdo, y con un capital inicial de 28 mil dólares, nació la Ford Motor Company.

        Ford se negaba a que el Modelo T, que ya olía a anticuado, fuera reemplazado y, frente a un grupo de diseñadores, tomó una suela de tacón e hizo pedazos un prototipo que le habían mostrado a modo de sorpresa

<<<Tin Lizzy, otro modelo de la Ford

Ford tenía razón: el Modelo A, primer vehículo en ser producido en serie, se vendió bastante bien. En 1908 salió a la venta el Modelo T, mucho más económico --Ford se oponía a ver sus autos como símbolos elitistas-- hasta que cinco años más tarde erigió la primera línea de ensamblaje que le permitió construir ese año 189 mil automóviles, cifra que habría de elevarse al medio millón en 1916. Ford tampoco confiaba mucho en los sindicatos; para él, sus líderes sólo buscaban enriquecerse y, con la sempiterna excusa de tramitar "conquistas sindicales", evitaban dedicarse a su trabajo. Sin embargo mandó reducir de 9 a 8 horas la jornada de trabajo, añadió un tercer turno y estableció el pago diario de 5 dólares para sus empleados, una fortuna entonces. Esto hizo que entre empresa y trabajadores se creara un vínculo bastante fuerte.

                                            Años duros

Ford no era muy aficionado a la lectura; para él se demostraba si una cosa funcionaba a través de la práctica, de modo que aborrecía las juntas de trabajo, los sermoneos y la verborrea de sus enemigos. Pero también tenía ideas avanzadas para su tiempo: se negó a que la Guardia Nacional pusiera vigilancia permanente en la frontera con México (algo que en el Chicago Tribune le ganó, el apelativo de "enemigo de la nación" ¡cómo cambia la perspectiva de los periódicos!) Ante una demanda de difamación que impuso contra ese periódico, Ford recibió miles de cartas de apoyo. 

Con todo su punto débil era su actitud cada vez más puritana. La prensa (¡de nuevo su volátil perspectiva!) lo criticaba por su oposición a la guerra, aunque Ford también atacó el tabaco y los juegos de apuestas y aunque se alegró cuando entró en vigor la Ley Seca en todo Estados Unidos le auguró un fracaso pues "lo que un gobierno prohíbe se vuelve atractivo, genera corrupción y corrompe al mercado". 

Su amarga experiencia con un prestamista de origen judío le hizo a Ford ver con desdén a los demás miembros de esa etnia, hecho que le haría desconfiar de todo crédito en el futuro. En ello también tenía que ver que los dueños de los periódicos que lo atacaron eran también de ese origen. Cuando adquirió el Dearborn Independent, Ford publicaba una columna semanal donde manifestaba este odio, que lamentablemente se fue hacia lo irracional y rozaba con su afán de protagonismo. No fue hasta que se le demandó por difamación en que Ford se retractó de sus comentarios, aunque El Judío Internacional, libro que escribió en aquellos años siguió circulando durante varios años más y traducido a varios idiomas, entre ellos el alemán, donde el gobierno nazi dio en recomendarlo ampliamente. 

(Ford recibiría un reconocimiento de manos de Hitler en 1938. De hecho el führer admiraba tanto al magnate que por aquellos años decidió impulsar la fabricación en masa del "auto del pueblo", el popular Volkswagen)

El genio y la personalidad de Ford comenzaban a desmoronarse. Su terquedad se agudizó; se negaba a que el Modelo T, que ya olía a anticuado, fuera reemplazado y, frente a un grupo de diseñadores, tomó una suela de tacón e hizo pedazos un prototipo que le habían mostrado a modo de sorpresa. Su hijo Edsel, a quien había promovido como sucesor, fue súbitamente objeto de humillaciones públicas suyas. Mientras tanto continuaba su enfrentamiento con los sindicatos, los cuales debido a una nueva ley aprobada por el gobierno de Roosevelt tenían el derecho y obligación de participar en la industria del automóvil. Luego de amargos enfrentamientos y choques judiciales, Ford cedió cuando su esposa amenazó con abandonarlo si no permitía la entrada de los sindicatos a la empresa.

No extraña, por tanto, que Ford viera a Roosevelt y sus asesores como "una amenaza parasitaria" para Estados Unidos y criticaba el New Deal como un "recetario de quienes no conocen nuestra economía". Como solución a la Gran Depresión de 1929 proponía "trabajo y compromiso" de todos, criticaba toda intervención del Estado en lo que consideraba "cotos empresariales". Por esta y otras razones, el gobierno de Roosevelt decretó un boicot de las dependencias públicas a la compra de automóviles Ford.

Cuando su hijo Edsel falleció a consecuencia de una úlcera estomacal, la salud de Ford también comenzó a decaer. Sabía que el final estaba cerca de modo que separó una parte de su fortuna para obras filantrópicas y de beneficio social a cargo de la Fundación Ford; ya llevaba años financiando una editorial que distribuía literatura infantil. Al momento de su muerte, en 1947 a causa de un ataque cardiaco, la Ford Motor Company era la fabricante de automóviles más exitosa de Estados Unidos, muy adelante de General Motors.

Cuando Bill Gates logró que las computadoras pasaran a ser de consumo masivo y a precios accesibles, sólo repasó lo que Henry Ford había hecho apenas cien años antes.
 

 

 

 

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