Enfermedades y parásitos
MOQUILLO
Aún cuando el moquillo puede afectar a perros de cualquier edad, los jóvenes son más propensos a adquirirlo. Los síntomas son: pérdida del apetito, depresión, escalofríos y fiebre así como destilación acuosa por ojos y nariz. Si no es tratado enseguida, progresa rápidamente a estados avanzados con infección de pulmones, intestinos y sistema nervioso. Los perros que se recuperan pueden quedar afectados de parálisis, convulsiones, espasmos o cualquier otro defecto de carácter espasmódico. Para proteger a un cachorro contra esta enfermedad debe ser tratado anualmente.
HEPATITIS CANINA
Los primeros síntomas de hepatitis son: somnolencia, vómitos, pérdida del apetito, temperatura alta, sed. Frecuentemente estos síntomas van acompañados de un entumecimiento de cabeza, cuello y abdomen. Esta enfermedad actúa rápidamente pudiendo producirse la muerte en sólo unas pocas horas. Después del tratamiento inicial del cachorro se precisa seguir un tratamiento anual.
LEPTOSPIROSIS
La leptospirosis es una infección causada por cualquiera de los dos agentes canicola o copehageni, que normalmente comienza por lamer el perro sustancias contaminadas por la orina o heces de animales infectados. Los principales portadores de copehageni son las ratas de alcantarilla. Los síntomas son: debilidad, vómitos y coloración amarilla de la mandíbula, dientes y lengua, motivada por la inflamación de los riñones. Un veterinario puede administrar los bactericidas convenientes para proteger al perro de este mal. Las dosis y frecuencia dependen del factor de riesgo involucrado.
HIDROFOBIA
Esta enfermedad del sistema nervioso central de los perros se propaga con la saliva infectada transmitida por la mordedura de un animal contagiado. De los dos tipos principales de síntomas, el primero es el de "rabia furiosa", en que el perro pasa por un período de melancolía o depresión, luego irritación y finalmente parálisis. El primer período puede durar desde unas pocas horas hasta varios días, y durante él el perro se muestra malhumorado, cambiando frecuentemente de postura, pierde el apetito, empieza a lamer y muerde o traga objetos raros. Durante esta tase el perro se muestra turbulento y tiene el impulso de huir. El animal actúa ferozmente y muerde cualquier cosa a la vista. Si se le encierra o enjaula atacará a los barrotes rompiéndose probablemente los dientes o fracturándose la mandíbula. Sus ladridos se convierten en un aullido peculiar. En la fase final se paraliza la mandíbula inferior que queda colgante. Anda tambaleándose y gotea saliva por la boca. Entre 4 y 8 días después del ataque de parálisis el perro muere. El segundo tipo lo podríamos llamar callado o latente, está caracterizado por su andar a manera de un oso con la cabeza baja. La mandíbula inferior queda paralizada y el animal no puede morder. Parece como si tuviera un hueso atragantado. Si un perro recibe un mordisco de un animal rabioso probablemente se le podrá salvar si llega al veterinario a tiempo para recibir una serie de inyecciones. Una vez aparecen los síntomas ya no es posible curación alguna. El caso de un perro rabioso debe ser comunicado a las autoridades sanitarias de la localidad ya que constituye un peligro para todo aquel que se le acerque. Al igual que otras vacunaciones, la de la rabia debe repetirse anualmente. En muchos países esta vacunación es obligatoria.
PARVOVI ROSIS
Los relativamente nuevos virus constituyen una enfermedad contagiosa que se ha extendido en proporción casi de epidemia en ciertas zonas de los Estados Unidos, así como en Australia, Canadá y Europa. Los virus caninos atacan el intestino, los glóbulos blancos y los músculos cardíacos. Se supone que se contagia a través del contacto de perro a perro, pareciendo que la infección procede de los excrementos de perros infectados. Es difícil librarse de los virus, pues son capaces de seguir existiendo en el ambiente durante muchos meses, en distintas condiciones y temperaturas, y puede transmitirse de un lugar a otro en el pelo y pies de perros ya infectados así como en las ropas y zapatos de las personas. Los primeros síntomas de esta enfermedad aparecen de cinco a siete días después de haber estado expuesto el animal a los virus y consisten en vómitos y diarrea sería. Al principio de la enfermedad las heces son de color gris claro o gris amarillento y la orina puede mostrar trazos 'sanguinolentos. Debido a los vómitos y diarrea, el perro que contrae esta enfermedad se deshidrata rápidamente. Estos síntomas pueden ir acompañados de pérdida del apetito y aumento de la temperatura. La muerte motivada por esta enfermedad normalmente tiene lugar entre las 48 y las 72 horas posteriores a la aparición de los síntomas. Los cachorros se ven muy atacados por los virus, lo que es fatal para el 75 % de los que entran en contacto con ellos. En los cachorros la muerte sobreviene unos dos días después de la aparición de la enfermedad. La mejor medida preventiva es una serie de inyecciones administradas por un veterinario. Es muy importante desinfectar la zona ocupada por el perro con una solución de hipoclorito sódico (lejía doméstica) con treinta partes de agua y cuidar de que el animal no entre en contacto con materias fecales de otros perros.
ENFERMEDAD DE LYME
Esta enfermedad, reconocida como infección bacteriana, se transmite por ácaros o garrapatas infectadas con una bacteria espiral conocida por Borrelia burqdorferi. Frecuentemente se adquiere a través de la picadura de un parásito infectado Ixodes dammini. Mientras el conjunto de síntomas es amplio, los signos precursores son: una roncha que se inicia en la picadura extendiéndose rápidamente formando una a manera de ojo de buey, escalofríos, fiebre, pérdida del equilibrio, letargo y rigidez; entumecimiento y dolores, especialmente en las articulaciones, desembocando posiblemente en artritis o en condiciones artríticas; problemas de corazón, flojedad de patas, parálisis facial y pérdida de sensación táctil. Aun cuando no se conoce ningún remedio completo, a veces se ha prescrito tetraciclina y algunas otras drogas, obteniéndose distintos grados de éxito. Si sospechas que tu perro tiene la enfermedad de Lyme, acude inmediatamente al veterinario.
PARAINFLUENZA
La parainfluenza o infección traqueo-bronquial canina
es altamente contagiosa; afecta al sistema respiratorio superior y se transmite
por contacto directo o indirecto con perros ya enfermos. Afecta a perros de
cualquier edad que no hayan sido vacunados o que ya estuviesen infectados
desde antes de la vacunación. Así como ésta es definitivamente
una de las enfermedades serias para los perros, es auto limitadora, durando
normalmente sólo entre dos y cuatro semanas. Los síntomas son:
fiebre alta e in tensa y tos áspera que conlleva mucosidades. Cuanto
más pronto vea el veterinario a tu cachorro, tantas más son
las oportunidades para una completa recuperación.
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