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Los 7
Dolores de María
¿Cómo
se practica esta devoción?
(se recomienda hacerla diariamente)
1-Como toda oración la comienzo pidiendo perdón por mis
pecados, puedes hacerlo con tus propias palabras o con el siguiente Acto de
contrición:
"Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis
pecados. Humildemente suplico tu perdón y por medio de tu gracia concédeme
ser verdaderamente merecedor de tu amor, por los méritos de tu Pasión y
Muerte y por los dolores de tu
Madre santísima"
2-Oración preparatoria
Virgen Inmaculada, madre de Piedad, llena de aflicción y amargura, te
suplico ilustres mi entendimiento y enciendas mi voluntad para que con espíritu
fervoroso contemple tus santos dolores y pueda conseguir las gracias
prometidas a los que reflexionen sobre tus sufrimientos. Amén.
3-Rezar
un Ave María por cada dolor mientras lo meditamos.
Quienes quieren hacer una meditación más profunda rezan un Padre Nuestro,
7 Ave Marías y un Gloria por cada dolor.
María quiere que meditemos en sus dolores, por eso estamos invitados en
cada dolor a leer la cita bíblica o recrear el momento en nuestro interior,
tratando de vivir lo que experimentó el Corazón de Nuestra Madre. Puede
ayudarnos cerrar los ojos al orar el Ave María para seguir
"compartiendo" ese momento doloroso con María.
Primer
dolor: La profecía de Simeón,(
se puede leer Lc 2, 22-35)
Breve meditación (por ejemplo : "Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste con el anuncio de Simeón cuando dijo que tu corazón
sería el blanco de la Pasión de tu Hijo. Haz, Madre Mía, que sienta en mi
interior la Pasión de tu Hijo y tus dolores" U otra que surja en tu
interior en ese momento).
Rezar 1 Ave María .
Segundo
dolor : La persecución de
Herodes y la huida de la Sagrada Familia a Egipto (leer Mt 2, 13-15)
Breve meditación (por ejemplo:" Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste en el destierro a Egipto, pobre y necesitada en aquel
largo camino. Haz, Señora, que sea libre de las persecuciones de mis
enemigos" u otra que surja en tu corazón)
Rezar un Ave María .
Tercer
dolor :La pérdida del Niño a
los 12 años en el templo de Jerusalén por 3 días (leer Lc 2, 41-50)
Breve meditación (por ejemplo: "Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste con la pérdida de tu Hijo durante tres días en Jerusalén.
Concédeme lágrimas de verdadero dolor para llorar culpas por las veces que
he perdido a mi Dios y que lo halle para siempre" u otra reflexión que
surja en tus interior).
Rezar un Ave María.
Cuarto
dolor : Su encuentro con
Nuestro Señor Jesucristo cargado con la cruz, en la calle de la Amargura
Breve meditación (por ejemplo: " Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste al ver a tu Hijo con la cruz sobre los hombros,
caminando al Calvario con escarnio, baldones y caídas. Haz, Señora, que
lleve con paciencia la cruz de la mortificación y de los trabajos
cotidianos" u otra que surja espontáneamente en ti).
Rezar un Ave María.
Quinto
dolor: La crucifixión de Jesús
(leer Jn 19, 17-39)
Breve meditación (por ejemplo: " Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste al ver morir a tu Hijo clavado en la cruz entre dos
ladrones. Haz, Señora, que viva crucificado con mis vicios y pasiones"
u otra que brote de tu interior)
Rezar un Ave María .
Sexto
dolor : Cuando recibió en sus
brazos su Sacratísimo Cuerpo descolgado de la Cruz (leer Mc 15, 42-46)
Breve meditación (por ejemplo: "Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste al recibir en vuestros brazos aquel santísimo cuerpo
difunto y desangrado, con tantas llagas y heridas. Haz, Señora, que mi
corazón viva herido de amor y muerto a todo lo profano" u otra reflexión
que experimentes de hacer).
Rezar un Ave María.
Séptimo
dolor Cuando lo depositó en
el sepulcro, quedándose Ella en la más triste soledad (Jn 19, 38-42)
Breve meditación (por ejemplo: "Me compadezco, Madre Dolorosa, por el
dolor que padeciste en tu soledad, sepultado ya tu Hijo. Haz, Señora, que
yo quede sepultado a todo lo terreno y viva sólo para Ti y sienta en mi
interior la Pasión de tu Hijo y tus dolores"
u otra reflexión espontánea que brote en ti)
Rezar un Ave María .
4-Oración
final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad,
cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a
la voz de Jesús, responda a su amor y obedezca a su divina voluntad.
Quiero, Madre Mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está
totalmente unido al de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de
Jesús con tus virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
Publicación original en Sagrado
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