FEDERICO
ACOSTA nace en Jaén el 23 de Septiembre de 1.908.
Hijo de notario, recorre toda la geografía española
viviendo en Cataluña, Galicia, Extremadura y
Castilla. Estudia Derecho en la Universidad de Salamanca.
Comienza a trabajar con su padre en Aragón. Allí
conoce a Carmen Roda con la que se casa en La Almunia
de Doña Godina. Acaba la guerra civil española
con el grado de capitán de Estado Mayor, siendo
destinado a Galicia. Estando en el Barco de Valdeorras
se anuncian las oposiciones a jueces. Las aprueba y es destinado como
Juez Comarcal a Piedrahita de Castro (Zamora).
Se convocan nuevas oposiciones a jueces municipales,
que gana siendo destinado a Puente Genil (Córdoba).
Estando allí se producen vacantes en Madrid y
Zamora. Él pide Zamora y consigue su sueño
de volver a la ciudad a la que tanto amó. El
12 de Julio de 1.952 toma posesión como Juez
Municipal de Zamora. Por causas de agregaduría
es juez también de Bermillo de Sayago, Villafáfila,
Toro, Villalpando y Tábara. Aquí, en Tábara,
está siete años de juez. Cuando se marcha lo hacen
Hijo Adoptivo de la villa.
Federico Acosta escribía desde muy joven;
pero con su llegada a Zamora empieza una intensa labor
literaria. Colabora en los periódicos "Imperio"
y "El Correo de Zamora". También con
Radio Zamora durante más de diez años
con su programa diario "Tres minutos ante el micrófono",
haciendo una crónica de actualidad. Además,
con su programa taurino "Capotazos", hace la
crítica taurina. Como orador fue pregonero de la Semana
Santa de Zamora en Baracaldo, Madrid, Valladolid, Vigo
-en
dos ocasiones-
y en la propia Zamora en 1976. En Vigo tuvo un clamoroso
éxito que le llevó a ser nombrado "Zamorano de Honor"
y socio honorario del Círculo imponiéndole la insignia
de oro que él, orgulloso, siempre llevaba en la solapa.
Como autor
teatral estrenó en Zamora cuatro obras. Dos de
humor "Julián 1.956 "y "Se ha
perdido un fantasma" y dos en verso, basadas en
la historia y en las leyendas de Zamora: "El motín
de la Trucha" y "Cuando Zamora era Reino".
También escribió, sin estrenarla, "Proceso
por traición".El autor, como juez que era,
hace un juicio a Bellido Dolfos desde la perspectiva
y sistema procesal del siglo XX.
Como poeta obtiene numerosos premios. Uno del que
se sentía especialmente orgulloso era el de
"Poeta de la Virgen", ganado con su poema
"Blanco y Azul"
Gran aficionado a las nuevas teorías sobre
el Cosmos, escribió "Ovnis sobre Zamora".
Otra faceta de Federico Acosta se encuentra en los
cuentos, inspirados la mayoría de las veces por
sus nietos.
Se jubiló en 1978, después de haber
estado más de un cuarto de siglo ejerciendo como
juez y dejando sentenciados más de 25.000 casos.
Sus últimos años los pasó entre
Salamanca y Barcelona.
Falleció repentinamente el 10 de Septiembre de 1.985.
Dejó inacabado un cuento dedicado a su nieto más
pequeño.
En el epitafio de su tumba se lee: Hombre bueno,
juez y poeta.
|