CALELLA 

  Conoce nuestra ciudad
  La leyenda: La "Llopa"
 
 


"Muchas veces, por las noches, soñaba proyectos llenos de ilusión, pero por la madrugada me despertaba olvidadiza y cobarde; la luz del día convertía en irreal la esperanza de la víspera. Entonces volvía a mi vida del día anterior i del otro. Y la angustia se amortiguaba. Entonces comprendes que cada vez que renuncias a un sueño, el calendario pierde una hoja y tu te haces un poco más pequeño; has hecho un paso más hacia la desaparición". (Caminos de niebla)


 
 Conoce nuestra ciudad 

    Calella está situada en la Costa del Maresme, comarca litoral de Cataluña, entre el mar y la montaña. El Maresme ha sufrido un espectacular crecimiento estos últimos años como una zona residencial y turística, favorecido todo ello por la proximidad de Barcelona, las buenas comunicaciones y el clima, favorable y suave.

Situación de Calella

    El término municipal de Calella comprende la franja costera de más de tres kilómetros de playa entre Sant Pol de Mar y Pineda de Mar, sobre la cual se extiende el núcleo urbano, y una parte montañosa que coincide con las estribaciones de la cordillera del Montnegre.
    La playa de Calella, orgullo de los calellencs, ancha, de arena gruesa y limpia, ha favorecido la aparición de un importante complejo turístico y una adecuada infraestructura de servicios. Ciudad cosmopolita, febril en verano, dispone de una gran cantidad de terrazas, bares, restaurantes, tabernas y discotecas, así como de una intensa actividad comercial. Por todo esto, Calella es conocida como la capital turística del Maresme.

 
 
Vista aérea de Calella, con el faro en primer término
    Calella, con 11.687 habitantes, tiene una intensa actividad deportiva, con 37 entidades deportivas que aseguran la práctica más o menos organizada y habitual de 29 deportes diferentes. La buena conjugación de los deportes arraigados tradicionalmente en la ciudad desde hace décadas (baloncesto, fútbol, balonmano, ciclismo, tenis de mesa, vela, pesca, atletismo,...) y de los deportes de más reciente consolidación (actividades subacuáticas, escalada, voleibol, béisbol, natación,...) conforman un amplio y rico abanico deportivo, difícilmente presente en otros sitios demográficamente similares de Cataluña.
    Tiempo atrás la población tenía un carácter eminentemente agrícola y desplegó, como otras poblaciones, un importante comercio marítimo, llegando a tener incluso astilleros. Más tarde, durante muchos años, fue también un centro importante de la industria textil.
    El núcleo antiguo de la población se conserva alrededor de la iglesia de Santa María y San Nicolás, de estilo neoclásico, que conserva el portal barroco del antiguo edificio. En el Museo-Archivo de Calella se conservan objetos y documentos relacionados con la vida de la ciudad, así como la obra pictórica del artista calellenc Lluís Gallart, de gran valor artístico, y la reconstrucción de la antigua farmacia Barri.
    Sobre la carretera N-II, que atraviesa la población, se encuentra el Parque Dalmau, un gran espacio verde, verdadero pulmón de Calella, donde está ubicado el Pabellón Municipal de Deportes, sede de la Escuela de Baloncesto.
 
Parque Dalmau El núcleo antiguo de Calella
 

La leyenda: La "Llopa"
 
    Tiempo atrás, explica la leyenda, los campesinos de Calella vieron que un lobo se paseaba por sus tierras y provocaba destrozos. Se unieron todos juntos y salieron con las escopetas hasta que consiguieron matar a aquella fiera. La expusieron en la entrada del pueblo y el veterinario cumplió con el deber de analizar el animal. Lo primero que descubrió es que no era un macho, sino una hembra. El animal, pero, parecía una loba y así se lo creyó todo el pueblo. He aquí, que apareció una mujer de Sant Pol gritando indignada que le habían matado su perra que más quería, que se había escapado de casa y, perdida, se fue hacia a Calella.

    Desde ese momento Calella se ha llamado de la Llopa, aunque debería llamarse mas correctamente de la Loba. Pura leyenda, claro, que no tiene nada que ver con el origen de la ciudad de Roma.
    De aquí proviene la mascota de la Escuela, Wolfy. Es un pequeño lobo, que juega a baloncesto. Así, los alumnos de la Escuela son Wolf Cubs, o sea "cachorros de lobo" o "lobeznos", y el Boletín que publicamos lleva el nombre de El Llobató.


 

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