Al trabajar esta propuesta con alumnos de 1º año (8º EGB) se pudo observar que la utilización de letras estaba considerablemente relacionada con las letras evaluadas. Ante la presencia de situaciones cuyas resoluciones podían representarse por medio de ecuaciones, se escucharon frecuentemente reflexiones como:
"¿Estos son ejercicios de esos que cuando está más pasa menos, cuando está menos pasa más y así ...?"
mostrándonos que la preocupación por la adquisición de
estrategias de resolución de ecuaciones ha desplazado el eje del
proceso de enseñanza y de aprendizaje desde la adquisición del
lenguaje algebraico y su utilización hacia reglas poco (o nada)
razonadas.
Teniendo presente a Mialaret (1986, p. 157), quien dice que "[...]
una actividad puramente individual que pone al niño en presencia
de sí mismo es poco favorable al desarrollo de sus posibilidades
lógicas", se trabajó primero en grupos reducidos,
institucionalizándose las conclusiones en el grupo total. Esta
metodología mostró ser de gran utilidad para las expectativas
de logro del trabajo.
Otro de los aspectos considerados en las situaciones propuestas
es que, si bien algunas de ellas podían ser resueltas utilizando
lenguaje algebraico, permitían también resoluciones
aritméticas, por lo que no debía obligarse a los alumnos a que
las resuelvan utilizando ecuaciones. Se buscó crear un espacio
de transición entre ambos lenguajes.
La pluralidad en la aceptación de razonamientos fue de gran
ayuda en la construcción del lenguaje algebraico siendo un
esquema mental de utilidad para el alumno si ha podido
construirlo respetando todas sus etapas. Aparecen como
suficientes para apreciarlo estas dos propuestas de resolución
de la situación del tablero de ajedrez:
Es conveniente
tratar el álgebra desde una perspectiva más profunda y
significativa, utilizando los errores de los alumnos como diagnóstico
de dificultades conceptuales. Estas dificultades no pueden
tenerse en cuenta sólo desde el punto de vista del olvido
ocasional, y ser tratadas mediante la reiteración de ejercicios,
sino que deben considerarse como conceptos de mayor nivel de
abstracción construidos a partir de los anteriores conceptos
aritméticos.
"Que mejore la enseñanza del álgebra es urgente, si se
contempla la cantidad de fracasos escolares que tienen su origen
en esa materia, y la cantidad de fobias que genera en la mayoría
de los alumnos" (Grupo Azarquiel, 1993, p. 12)