El
miercoles 31 de agosto más de 800 iraquíes chiitas murieron
en una estampida humana en un puente sobre el río Tigris en Bagdad,
causada por rumores de que un atacante suicida iba a hacerse estallar
entre la multitud, dijo una fuente del Ministerio del Interior. Un total
de 841 personas fallecieron y 323 resultaron heridas en la avalancha.
La mayoría de las víctimas fueron mujeres y niños,
indicaron las autoridades iraquíes.
Horas
antes, un ataque con mortero contra la mezquita de Musa al-Kadem había
segado la vida de siete peregrinos y heridos a cerca de cuarenta.