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infarto cardiaco
 

Infarto Cardiaco

Infarto cardiaco o infarto agudo de miocardio es el término que se usa para describir las lesiones y necrosis (muerte) celulares irreversibles que ocurren a consecuencia de una isquemia (falta de aporte de oxígeno) duradera. El infarto puede ser consecuencia de oclusión coronaria, reducción en el flujo sanguíneo en ciertas regiones del músculo cardíaco o aumento insuficiente del riesgo coronario sanguíneo en relación con las necesidades regionales de oxígeno.
En casi todos los casos existe un cierto grado de estrechamiento de la luz de las arterias coronarias a consecuencia de arteriosclerosis coronarias.
Es mucho más frecuente en el sexo masculino y la edad promedio en la cual aparece es entre los 40 y 50 años. En el 50% de los casos no es precedido por angina de pecho. Los factores predisponentes son los mismos que para ésta.

 

Infarto cardiaco, Cuadro clínico

La manifestación característica del infarto cardiaco o agudo al miocardio es el DOLOR TORÁCICO intenso que suele permanecer hasta que el paciente recibe medicación. Normalmente es subesternal o precordial izquierdo con sensación de pesadez o compresión y a menudo se asocia con náuseas y sudoración. El dolor puede irradiarse hacia el dorso, cuello, mandíbula, brazo izquierdo, en especial en dirección descendente por la porción cubital. En pacientes con IAM, en general persiste por más de 30 minutos y se presenta como un dolor de infrecuente intensidad.
Los infarto cardiaco o agudo al miocardio grandes suelen llevar a la muerte.
Además, el paciente puede encontrarse con hipertensión, taquicardia, falta de aire (disnea), fiebre y sumamente ansioso.
Ante un paciente con un cuadro clínico compatible con IAM, sobre todo si presenta antecedentes de angor, debe obrarse rápidamente y trasladarlo de inmediato a una unida coronaria ya que la mortalidad en el período agudo es del 35 al 40% de los casos y se debe a arritmias graves que pueden controlarse en una unidad coronaria o en terapia intensiva.

 

Crisis hipertensiva

QUE HACER

-Acostar al paciente.
-Administrarle tranquilizantes por boca.
-Solicitar asistencia médica rápidamente.

QUE NO HACER

-No administrar ningún tipo de líquidos.
-No administrar ningún tipo de hipotensores o diuréticos.

Se puede definir como hipertensión arterial a la elevación de los valores tensionales por encima de 160 mm H como máxima o sistólica y 95 mm Hg como mínima o diastólica.
Se debe tener en cuenta que es mucho más importante la elevación de la presión diastólica que la sistólica.
Puede ocurrir que los enfermos hipertensos desarrollen, en un momento determinado de su enfermedad, una “crisis hipertensiva” que consiste en bruscas y acentuadas elevaciones tensionales. En general, esta elevación es por encima de los 120 mm Hg de presión diastólica o mínima. Superado el episodio, las cifras de la tensión arterial descienden.
Se acompaña de cefaleas intensas, alteraciones visuales, mareos, palpitaciones, acufenos, ansiedad, convulsiones, coma o una serie de trastornos cerebrales transitorios.
La finalidad del tratamiento de urgencia es hacer descender los valores tensionales.

Paro cardiorrespiratorio

QUE HACER

-Colocar al paciente boca arriba sobre una superficie dura y lisa.
-Solicitar a un tercero que busque inmediata ayuda médica.
-Abrir la boca del paciente y desobstruir la cavidad bucofaríngea de cualquier elemento que dificulte la entrada de aire (alimentos, dentadura postiza o cuerpo extraño).

QUE NO HACER

-No movilizar demasiado o en forma brusca al paciente.
-No administrar líquidos o medicamentos.
-No efectuar ninguna maniobra de resucitación si no se conoce PERFECTAMENTE la técnica.

Masaje cardíaco externo

En la emergencia cardiorrespiratoria, a partir del paro inesperado de la respiración y circulación, se cuenta con un denominado período de gracia, dentro del cual será posible iniciar un tratamiento que permita salvar a la víctima siempre que aún no hubieran transcurrido cuatro minutos o más, ya que casi siempre biológica y definitiva, con la destrucción de células cerebrales cuyos daños son irreversibles. Algunas causas pueden ser:
-Accidentes por anestesia.
-Alergias.
-Descargas eléctricas.
-Envenenamientos.
-Hemorragias masivas.

El paciente puede recuperarse si se inicia la reanimación artificial antes del cuarto minuto. Cuando una persona sufre un paro cardiorrespiratorio se está ante una verdadera emergencia y, en consecuencia, se debe actuar de inmediato dejando de lado cualquier otra acción que no sea la reanimación.

Técnica

Los pasos a seguir serán los siguientes:

-Coloque la víctima de espaldas, sobre el suelo o una superficie dura.
-Colóquese de rodillas a un costado del accidentado.
-Aflójele las prendas que puedan oprimir el cuello, tórax y cintura.
-Aplique la parte inferior de la palma de la mano (talón) sobre el esternón, de forma tal que encaje perfectamente en el hueco que por lo general se nota entre ambas tetillas; los dedos tienen que estar levantados; coloque la palma de la otra mano sobre la primera. Los brazos tienen que estar siempre extendidos perpendiculares al tórax y el cuerpo del operador inclinado sobre el cuerpo de la víctima.
-Comprimir, ejerciendo una presión firme y vertical sobre el esternón, hasta lograr una depresión en el pecho de la víctima en un solo movimiento y soltar rápidamente. Se deprime aproximadamente entre 3 y 5 cm.
-El masaje cardíaco en los niños debe hacerse con dos dedos de cada mano, siendo la compresión también firme y vertical sobre el esternón y la depresión menor (entre 1 y 1,2 cm en los niños pequeños y va aumentando en profundidad con dependencia del tamaño del tórax y la edad del niño).
-Cuando se trata de bebés, el masaje cardíaco se realiza con los dedos pulgares apoyados sobre el esternón, tomando el tórax con los otros dedos, comprimiendo y descomprimiendo con los pulgares.
-Ritmo entre 60 y 80 veces por minuto en el adulto, 100 veces por minuto en los niños.
-Cada 2 minutos como máximo, observar las pupilas para seguir su evolución y controlar pulso.

Reanimación cardiorrespiratoria

Esquema:

1. Diagnóstico rápido.
2. No respira: ventilación artificial, 2 insuflaciones y tomar pulso carotídeo. Proseguir, si fuere necesario, con una insuflación cada 5 segundos.
3. No respira y no hay circulación: ventilación artificial y masaje cardíaco externo.

Con un operador: 2 insuflaciones, 15 masajes cardíacos externos; repetir la operación con 2 insuflaciones y 15 masajes cardíacos externos.

Con dos operadores: 2 insuflaciones, 5 masajes cardíacos externos; repetir la operación con 1 insuflación y 5 masajes cardíacos externos.

Importante: Controlar el pulso y la respiración periódicamente hasta tanto llegue un profesional de la medicina o se lleve al paciente a un centro asistencial.
Nunca se debe dar al paciente bebidas alcohólicas. Recuérdese que tampoco hay que rodearlo, sólo deben acercarse las personas que lo atenderán.
De sospecharse obstrucción de la vía aérea se deberá comprimir cuidadosamente , con firmeza y en sentido cefálico el abdomen del paciente intentando remover en forma manual el contenido que aparezca en la cavidad bucofaríngea.

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