LA TAMBORRADA DE SAN SEBASTIÁN
El ORIGEN DE LA TAMBORRADA
La fiesta donostiarra por antonomasia es la Tamborrada. Su
origen ha quedado desdibujado por el tiempo, predominando en no pocas versiones
que han circulado sobre el mismo la fantasía del narrador sobre los hechos
reales.
Cuando en el año 1597 una epidemia de peste afectó a la
población, los donostiarras hicieron el voto de procesionar el día 20 de enero
la reliquia de San Sebastián -hoy perdida- entre la iglesia de Santa María y
la iglesia que, bajo la advocación del Santo, se levantaba en el barrio del
Antiguo.
En el libro de mandatos de la iglesia de S. Vicente (1540-1670) puede leerse:
"San Sebastián. El año de mil y quinientos noventa y ocho que hubo
peste en esta Ciudad, se hizo voto de ayunar la víspera de San Sebastián,
tomando al santo por su patrón y su dia con la reliquia del santo que ay en la
parroquia de Santa María; de ella sale la procesión para San Sebastián el
Antiguo y dice la missa mayor el Vicario de Santa María". (J. I.
Tellechea: La Reforma Tridentina..., p.291292).
En el primer tercio del siglo XIX la procesión -en la que,
al parecer, participaron tambores y pífanos- dejó de celebrarse, siendo
sustituida por otros actos religiosos intramuros.
La citada procesión no puede, en realidad, ser considerada
como un antecedente directo de la Tamborrada, pero si una celebración en honor
del Santo a la que sustituyó.
Los historiadores locales no se ponen de acuerdo en la fecha
de celebración de la primera tamborrada propiamente dicha. Ni tan siquiera
pueden afirmar que ésta existiese de forma organizada. Más bien parecen
inclinarse por una lenta formación de la fiesta a partir de dos elementos. Uno
fue, sin duda, la música militar que en toda plaza fuerte se podía escuchar
continuamente. El otro, las ganas de diversión de los donostiarras. En algún
momento ¿1836? surgió la chispa -en un entorno carnavalesco- que animó a
algunos donostiarras a imitar, a seguir, a responder -quizás a burlarse- de las
evoluciones de alguna formación castrense. Pudo ser el inicio de la Tamborrada.
Durante sus primeros años de existencia la tamborrada -que
no tenía uniformidad en el vestuario- realizaba su salida a las cinco de la
madrugada y, tras finalizar su recorrido, se unía al tamboril en el cruce de
las calles San Jerónimo y 31 de agosto, con objeto de entrar juntos en la Plaza
de la Constitución, donde se corrian los toros ensogados (sokamuturra). La
Fraternal, la Unión Artesana (ambas se fusionaron en 1879) y Euskal Billera
fueron las primeras sociedades populares en organizar la tamborrada.
Hoy en día, después de una larga evolución -que todavía
no ha concluido- la fiesta se centra en el desfile de un centenar de "tamborradas"
a lo largo de las 24 horas del día 20 de enero, festividad de San Sebastián.
Al conjunto de la fiesta se denomina también "Tamborrada".
COMPOSICIÓN DE CADA TAMBORRADA
Cada tamborrada está constituida por entre
treinta y cincuenta tamborreros, generalmente vestidos con trajes militares del
siglo XIX -nótese que van vestidos, no disfrazados- y entre
cincuenta y cien barrileros que, vestidos de cocineros o aguadoras, portan
pequeños barriles sujetos a la cintura. También forma parte de la
comitiva una banda de música, si bien está al margen de la organización,
cobrando en la mayor parte de los casos por sus servicios.
Para ser considerada tamborrada "oficial" y, por lo
tanto, poder optar a una subvención municipal, es obligatorio que esté
organizada por una sociedad benéfica, cultural, recreativa o deportiva asentada
en San Sebastián. También se recomienda un mínimo de componentes y el respeto
en el recorrido a la prioridad de paso que asiste a las tamborradas más
antiguas. Existe una coordinadora de tamborradas que dispone de delegados que
representan las tamborradas de cada zona de la ciudad, que es la encargada de
tomar las decisiones necesarias para la buena marcha de la fiesta y de realizar
los enlaces pertinentes con el Centro de Atraccion y Turismo y con el
Ayuntamiento.
En las mayor parte de las tamborradas la mujer se incorporó
activamente en la fiesta en la década de 1990 (inicialmente Kresala, Txubillo,
etc.), desfilando como tamborreras y/o "aguadoras". Estas últimas
portan un instrumento que recibe el nombre de "herrada", similar al
barril en cuanto al sonido pero, a diferencia de éste, tiene la base inferior
ligeramente más grande que la superior y lados rectos. Su indumentaria
-inspirada en la de la mujer del s. XIX- no está totalmente establecida, pero,
por lo general, está formada por tocado blanco, corpiño negro, faldas largas
de color, pañoleta al cuello y abarcas de goma sobre calcetines de lana
blancos.
En ciertas tamborradas, normalmente coincidiendo con las de
menor antigüedad, la indumentaria de tamborreros y barrileros es única: el
traje de cocinero. Con el paso del tiempo es frecuente que los tamborreros
adopten la indumentaria militar tradicional, diferente para cada tamborrada.
Tanto los uniformes como el resto del material corren por cuenta de los
componentes de las tamborradas o de las instituciones de que dependen, otorgando
todos los años el Ayuntamiento la ya citada subvención a cada una que se
utiliza generalmente para sufragar los servicios de la banda de música.
La máxima autoridad de cada tamborrada la ostenta el
"Tambor mayor" que, sirviéndose de un bastón de mando provisto en su
parte superior de cortas cintas, dirige los golpes que tamborreros y
barrileros/aguadoras han de dar a los tambores (bastón vertical), a los
barriles/herradas (bastón horizontal cuando el golpe no es unísono con los
tambores) o los palillos entre si (bastón horizontal); le sirve también para
indicar la finalización de cada pieza (bastón invertido). Los barrileros
están atentos a las instrucciones impartidas por el "Barril mayor",
que porta un gran tenedor, cuchillo o cuchara entre sus manos con el que procede
a la dirección de su sección.
Una reducida escuadra de gastadores encabeza la comitiva, al
frente de la cual desfila un "Cabo". Tras ellos se sitúan la bandera
de San Sebastián y la del colectivo que promueve la tamborrada, acompañadas
por un pequeño grupo de "cantineras". Les siguen los grupos de
tamborreros y de barrileros encabezados respectivamente por un "Cabo de
tambores" y un "Cabo de barriles". La banda de música se sitúa
entre los tambores y los barriles.
Las tamborradas de mayor antigüedad son las organizadas por
las sociedades gastronómicas. Los socios de muchas de ellas son exclusivamente
hombres, razón por la que en algunas tamborradas son las mencionadas cantineras
las únicas representantes de las mujeres donostiarras.
LA FIESTA EN SU CONTEXTO
La fiesta la inician los donostiarras el día 19 con una
cena. El menú más tradicional se compone de consomé, angulas, solomillo y
pantxineta (pastel templado relleno de crema). Una vez finalizada, los
comensales "salen a la tamborrada" o, si lo prefieren, interpretan en
la sobremesa sus composiciones musicales, improvisando los tambores y baquetas
con cualquier medio. No puede faltar en la fiesta el complemento del gorro de
cocinero.
Las primeras tamborradas salen a las calles de San Sebastián
en torno a medianoche del día 19 de enero (Gaztelubide, Umore Ona, Ur Zaleak,
Ondar Gain, Loyolatarra, etc.). Son las encargadas de realizar la
"Izada" de la bandera de la Ciudad en sus respectivas sociedades o en
algún lugar relevante de cada barrio.
La "Izada" más concurrida tiene lugar desde 1924
en el mástil central de la antigua Casa Consistorial. La Plaza de la
Constitución se convierte en un hervidero humano. Pocos minutos antes de
medianoche la tamborrada de la Sociedad Gaztelubide (desde 1934) y un grupo
formado por representantes de otras tamborradas accede al
tablado instalado al efecto. A las doce en punto interpreta solemnemente la
"Marcha de San Sebastián" mientras el Alcalde de la ciudad iza
lentamente la bandera. Tras finalizar la Marcha, la Tamborrada interpreta el
resto del repertorio, prosiguiendo a continuación el desfile por la Parte Vieja
y alrededores.
A partir de este momento no hay un instante en el que en
algún punto de la ciudad no redoblen los tambores (Kresala, Vasconia, Kondarrak,
Peña Anastasio, Txubillo, Atlético de San Sebastián, etc.).
En algunos años se suspendió la Tamborrada (cuando salía
una sola) o el acto de izada de la bandera: 1874 a 1876 (guerra carlista), 1891
(nevada), 1902 a 1904 (protesta por la prohibición de los bueyes ensogados),
1914 (muerte de Sarriegui), 1916 (Guerra Mundial), 1936 a 1939 (Guerra Civil),
1948 (climatología), 1968 y 1971 (estado de excepción). También la izada
principal cambió de escenario en algunas ocasiones: 1949 (traslado del
Ayuntamiento a Alderdi-Eder), 1993 y 1994 (obras en la Plaza).
Las tamborradas recorren durante aproximadamente tres horas
el barrio donde radica su sede social, deteniéndose frente a sociedades
gastronómicas o instituciones representativas para interpretar en su honor una
o dos piezas musicales. En agradecimiento por la deferencia es costumbre
agasajar con una ronda de bebida a los componentes de la tamborrada. El
donostiarra "acompaña" a las tamborradas; las sigue en silencio;
nunca salta detrás de ellas.
El número de tamborradas ha crecido considerablemente. De la
tamborrada única inicial, se pasa a las tres que se organizaron en 1920 (Unión
Artesana, Euskal Billera y Donosti-Zarra). En 1976 eran ya dieciséis y en el
año 2006 el número se elevaba ya a 97. Entre las más antiguas -además de
otras desaparecidas- pueden citarse las de la Unión Artesana (1871), Umore Ona
(1908), Gaztelubide (1934), Kresala (1967), Zubi Gain (1980), Esperanza (1977),
Ondargain (1956), Peña Anastasio (1963, con secciones independientes juvenil y
femenina más tardías), Vasconia (1950), Loyolatarra (1956), Santustene (1970),
Atotxa Erreka (1974), Ibaeta (1956), Donosti (1973), Txubillo (publicitando a
DYA, 1981), Donosti Gain (1978), Kondarrak (1950), Artzak Ortzeok (1954),
etc. El creciente número de tamborradas ha posibilitado la coincidencia de
varias en el centro de la ciudad, llegando a interpretar conjuntamente algunas
composiciones.
Relación
de Tamborradas (enlace a ingeba)
La fiesta concluye en la medianoche del día 20. Es el
momento de la "Arriada" de la bandera. La "Arriada" más
concurrida tiene también lugar en la plaza de la Constitución, desde 1957 a
cargo de la "Unión Artesana". Su tamborrada (1871) recorre la Parte
Vieja y algunos minutos antes de las doce de la noche se instala en el tablado
de la plaza de la Constitución, donde interpreta el repertorio completo. La
última pieza musical que ejecuta, a las doce en punto de la noche, es la Marcha
de San Sebastián con la que acompaña la arriada de la bandera que ha ondeado
durante todo en día en el balcón del antiguo Ayuntamiento. Al finalizar la
Marcha, con objeto de seguir la tradición, se interpreta un repertorio
totalmente diferente (Cosacos de Kazán, Txuri Urdiñ, etc.).
LA TAMBORRADA INFANTIL
La tamborrada más numerosa -5.000 participantes- es la
tamborrada infantil. Desfiló por vez primera en 1927. En los primeros años
estuvo formada únicamente por la compañía de la sociedad Euskal Billera. En
1961 se unieron al desfile varias compañías organizadas por diversos colegios
de la ciudad cuyo número se vio considerablemente incrementado a lo largo de
los años.
Todos sus componentes -tambores, barriles, cantineras y
gastadores- lucen variados y vistosos uniformes militares del siglo XIX (no hay
cocineros y aguadoras). Hasta la década de 1990 únicamente participaban los
niños -excepto algunas cantineras-, pero en la actualidad lo hacen también las
niñas en igualdad de condiciones, incorporándose en los últimos años, en
determinadas circunstancias, niñas
vestidas de aguadoras. Cada compañía dispone de su Tambor mayor, cabos,
abanderado/a y cantineras.
A las doce del mediodía los participantes en la Tamborrada
infantil se concentran en los Jardines de Alderdi-Eder, frente al Ayuntamiento
de la Ciudad donde, dirigidos por uno de los Tambores mayores, interpretan el
repertorio. Debido al elevado número de participantes es la única tamborrada
que no dispone de banda de música, que es sustituida por megafonía a lo largo
del recorrido (Ensanche meridional).
El desfile lo preside un General y un Ayudante, así como la Bella
Easo infantil, elegidos por turno entre el alumnado de los colegios
participantes. La compañía que abre el desfile es la representante de la
Sociedad Euskal Billera, en reconocimiento de que fue la citada Sociedad la que
organizó en el año 1927 la primera tamborrada infantil; es también por esta
razón la encargada de interpretar la Marcha de San Sebastián con
acompañamiento de órgano en la misa solemne cantada por el Orfeón donostiarra
en la basílica de Santa María en la mañana del día 20. Cierran el desfile
la artillería y una
carroza.
En la mayor parte de los colegios se forma, además, una
tamborrada en la tarde del día 19 con participación de todos los alumnos. En
unas ocasiones se limita a interpretar la tamborrada en los locales del colegio,
pero, cada vez con más frecuencia, desfilan por las calles próximas. También
comienzan a desfilar en la víspera de la fiesta algunas tamborradas infantiles
no encuadradas en colegios (Kresala infantil).
LA EXPANSION GEOGRÁFICA DE LA TAMBORRADA DONOSTIARRA
La Tamborrada es una fiesta que, al igual que ha ocurrido con
los Caldereros, siendo originaria de San Sebastián, ha sido adoptada
recientemente -incluso sin adaptaciones- por otros municipios vascos en su
calendario festivo, perdiendo en ellos parte de su frescura y justificación
histórica y popular.
© Juan Antonio Sáez García
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