Marrakech: El tren que me llevaría a Rabat (Puntual, limpio, cómodo)
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Era temprano aún cuando dejé el hotel (sobre las 7,30, y no tenía que tomar el tren hasta las 9,10), pero quería obtener
alguna foto de los numerosos autobuses urbanos (de la empresa asturiana ALSA) que recorren la ciudad.
El viaje a Rabat fue animado: compartí departamento con un matrimonio argelino, padres del músico "andaloussí" Tarik
Hamouche(*), y nos pasamos las tres horas hasta Casablanca charrando. Allí bajaron ellos, continuando yo hasta Rabat
(unos 100 kms, una hora de viaje). El precio Marrakech-Rabat, en 2ª, es de 101 Dh.
Esperándome en la estación de Rabat-Ville estaba mi amigo Mbark (Yunus). Ni él ni Pilar querían que me quedase en
un hotel, así que pasé estos días en su casa de Orangers. (Las veces que he visitado Rabat con mi mujer nos hemos
alojado en el Términus***, cerca de la estación).
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Murallas de Rabat (Epoca almohade, frente a ellas
Rabat Orangiers) |
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De este modo, mi vida en la capital marroquí fue como la de un rabatí desocupado: paseos por la mañana y la tarde, y vuelta a casa a dormir, comer y cenar.
Agradables comidas y cenas con Mbark y familia, con compañeros de Mbark (Credit Agricole) y con compañeros de Pilar (Consejería de Educación), que hicieron de la estancia en Rabat un agradable reposo además de una puesta al día en muchos temas.
Como funcionario de Correos, la primera de mis visitas fue al Museo Postal (en Mohammed V, más arriba del Términus). No es mucho lo que ofrece, pero siempre es interesante para alguien de la casa.
Con Pilar acudi al Instituto Cervantes, con motivo de una exposición de pintores tetuaníes. Allí me presentó al director del Centro, Xavier Markiegui.
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Entre lo antiguo (derecha) y moderno (izquierda), una niña rabatí me mira con gracia. |
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Un paseo interesante en Rabat es entrar en la Medina por Mohammed V, para luego -a la derecha- recorrer la calle Souika, repleta de puestos de venta, y -al final, torciendo a la izquierda- seguir por la no menos animada calle des Consuls hasta la tranquila Kasbah de los Oudaias (que alberga talleres, museo, jardines y un café sobre la desembocadura del Bou Regreg). Enfrente, Salé, población menos tocada por el turismo y muy interesante en su primitivo núcleo, rodeado de murallas.
Otro lugar a visitar es Chellah, a menos de dos kms de la estación de ferrocarril. Fue ciudad romana mucho tiempo abandonada, hasta que los merinides, s.XIII, la reedificaron como lugar de residencia.
El tercer paseo que os recomiendo, todo de frente desde la estación, os llevará hasta la Torre Hassán y Mausoleos.
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Dicen que es la más antigua mezquita de Rabat. |
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Una curiosidad: la Dirección General de Seguridad (entre la Avda de Mohammed V, la de Hassán II y las murallas) está
rotulada en árabe, francés y ¡castellano!. Recuerdo que lo mismo sucedía en Tetuán y, creo, también el Ministerio de
Información utiliza las tres lenguas.
En general la mayoría de establecimientos para alojarse, comer o tomar algo, incluidas las famosas
pastelerías rabaties de comienzo de la calle Allal ben Abdallah, los encontrareis a la derecha de la Avda Mohammed V
y su entorno (yendo hacia la medina).
Abundan también en Rabat las galerias comerciales, aunque si lo que quereis es comprar buenos y elegantes vestidos
tradicionales marroquíes, y a buen precio, os recomiendo la Boutique Saada, a la entrada de la Medina (junto al
mercado central).
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(*) Tarik Hamouche
falleció en 2004, un año después de este mi encuentro
con sus padres. Rahimahu Al.lah |
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Presentación  
Preparando el viaje
De Casablanca a Ifni
Sidi Ifni (1)
Sidi Ifni (y 2)
De Ifni a Marrakech
De Marrakech a Rabat
De Rabat a Casablanca
Fotos I
Fotos II
Enlaces para viajeros Vuestras cartas
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Enlaces relativos a Correos
Correos España, web oficial; Correos Marruecos, web oficial;
Movimientos corporativos en Correos y Telégrafos
Correos y Telégrafos ante el nuevo milenio
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