2.- La propuesta del
Congreso
Pero veamos como habían
pasado las cosas en Lima, semanas antes. La iniciativa del
ascenso debió haber partido del Poder Ejecutivo. Fue así
como el Congreso tomando en cuenta las acciones de Grau y
el «Huáscar» elevó una propuesta de ascenso para Grau. Por esos momentos el Congreso aún ignoraba el ataque de Grau
a Antofagasta.
La propuesta aprobada
decía lo siguiente:
Artículo 1ª.-
El Congreso declara digno de ser elevado a la alta clase de
contral-mirante de la escuadra nacional al capitán de Navío
D. Miguel Grau y recomienda al Ejecutivo para que lo
proponga conforme a la Constitución.
Artículo 2ª.-
Recomienda igualmente a
los demás jefes, oficiales y tripulantes del
monitor «Huáscar» para que los premie conforme con sus
atribuciones y en vista de los partes que ha debido de
elevar el comandante de esa nave, sobre los hechos gloriosos
del 21 de mayo y el 10 de julio.
La Secretaría
del vicepresidente general La Puerta, encargado de la
presidencia, contestó:
Señores .-
Secretarios de la
Honorable Cámara de Diputados SS.SS.
Su Excelencia, el primer
vicepresidente, encargado del Poder Ejecutivo, ha dictado la
comunicación siguiente:
SS.SS. El gobierno ha
recibido la recomendación que le ha dirigido el Congreso a
favor de capitán de navío D. Miguel Grau, para que se le
proponga de contralmirante de la armada nacional.
Como dicha recomendación la cree atendible el
Gobierno, por cuanto el referido jefe es acreedor del
ascenso, no ha trepidado en hacer la propuesta, complaciendo
así a la representación nacional, en un asunto bajo todos
los aspectos justo.
Con tal motivo cree Su
Excelencia que es llegada la vez de que manifieste la
opinión que siempre ha profesado sobre ascensos en el
Ejército, sin traer a consideración el encono que pueda
acarrearse de algunos que están acostumbrados a adquirir
ascensos sin merecimientos, y sólo debido al favor o a la
instancia de ellos mismos; pues a su conciencia de hombre
honrado no puede retraerle esa pequeñez de cumplir con lo
que es un deber imprescindible.
Gran parte ha tenido en
continuos trastornos, la facilidad con que se ha obtenido
ascensos; pues ha habido veces que poco se han cuidado
quienes los concedían de inquirir si los agraciados tenían
servicios, antigüedad, conocimientos militares y buena
conducta. El mérito no siempre ha sido atendido. De eso
resulta que algunos que lo tienen, han sido postergados por
los que carecen de él.
Prácticamente ha probado
Su Excelencia en tres ocasiones que no tiene la errónea
opinión, de que se deben otorgar ascensos inmerecidos en el
ejército, pues que él no ha buscado prosélitos
concediéndolos a quienes no lo merecen, dañando así la moral
militar, creando rivalidades y haciendo sin justicia ni
necesidad, más pesada la carga del Erario. El año 1855 fue
Ministro de Guerra y Marina 8 meses y sólo consintió en
autorizar dos despachos de capitanes de artillería de dos
tenientes y uno de teniente coronel a favor de D. Simón
García, que a su mérito unía la rara circunstancia de tener
la antigüedad de 22 años de sargento mayor.
En 1857, estuvo Su
Excelencia, encargado del gobierno supremo y sólo ascendió a
un capitán a sargento mayor, y a dos sargentos mayores con
grado de teniente coronel, a tenientes coroneles efectivos,
y a un subteniente llamado Rondón a teniente, por haber
vencido a una montonera; y últimamente en tres meses que van
corridos que ejerce el gobierno supremo, no ha ascendido a
ningún jefe, ni dado el grado siquiera y sólo ha nombrado
subtenientes por la carencia que había de ellos, para el
numeroso ejército que se ha improvisado.
Estos recuerdos tienen
por objeto que el Congreso se penetre de que cuando el
Gobierno en ejercicio de sus atribuciones, da ascensos en el
Ejército del Sur, en él de reserva y en la marina, antes o
después de la victoria que obtendremos, y proponga para los
que no tienen facultad de acordar, serán muy merecidos y con
solo la mira de que los agraciados recuerden siempre que la
Patria, a la que tienen el deber de servir y sacrificarse
por ella, sin derecho a recompensa alguna, ha quedado
satisfecha del exacto cumplimiento de la obligación del
ciudadano.
La propuesta fue la
siguiente:
Ministerio de Guerra y
Marina.
Señores
Secretarios de la Honorable Cámara de Diputados.
Su Excelencia
el primer Vicepresidente de la República, encargado del
Poder Ejecutivo, en ejercicio de la facultad que le concede
el inciso 13) del artículo 49 de la Constitución, ha
resuelto proponer al cuerpo legislativo para el ascenso al
empleo de Contralmirante de la Armada, al capitán de navío
don. Miguel Grau en justa atención a sus servicios en la
presente guerra y a los que constan en la adjunta libreta.
Me es honroso dirigirme a
Ustedes en cumplimiento de dicho acuerdo del Poder
Ejecutivo, para que se dignen Uds. dar cuenta a esa
Honorable Cámara de esta propuesta a fin de que obtenga la
aprobación constitucional que corresponde. Dios Guarde a
Ustedes. Manuel de Mendiburu.
El General Manuel
Mendiburu era Ministro de Guerra y Marina.