Mateo Capítulo 27 (Continuado)

Mateo 27:33-34 Y como llegaron al lugar que se llamaba Gólgotha, que es dicho, El lugar de la calavera, Le dieron á beber vinagre mezclado con hiel: y gustando, no quiso beber lo

Marcos nos dice que lo que le dieron a beber fue mirra, que era un narcótico.

Marcos 15:23 Le dieron a beber vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó.

Esto sucedería a las afueras de las puertas de la ciudad como un espectáculo público para todo el que acertase a caminar por allí. El lugar tiene una formación y una imagen de una calavera con ojos en una colina en lo que es actualmente Jerusalén. El no quiso tomar la bebida que hubiese adormecido un poco Su dolor porque fue llamado a soportar toda la ira de Adonai y llevar sobre sí toda la ira por nuestros pecados, debido a que era preciso que fuese pagada en su totalidad.

Mateo 27:35-37 Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y sentados le guardaban allí. Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESUS EL REY DE LOS JUDIOS.

ESTE ES YESHUA (JESUS) EL REY DE LOS JUDIOS.

Salmos 22:16-18 Perros (los gentiles) me han rodeado; me han cercado una banda de malignos; desgarraron mis manos y mis pies. ¡Contar puedo todos mis huesos! Entre tanto, ellos me miran y me observan. Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes.

Mateo 27:38-40 Entonces crucificaron con él dos ladrones, uno á la derecha, y otro á la izquierda. Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas, Y diciendo: Tú, el que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate á ti mismo: si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.

Isaías 53:12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los poderosos repartirá el botín; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los transgresores.

Adonai podría haberle bajado del madero, pero era Su voluntad. Yeshua dijo que tenía poder para poner su vida y para volverla a tomar. Yeshua era Di-s que vino en la carne. Di-s se estaba ofreciendo a Sí mismo en nuestro lugar por la misericordia que muestra a la humanidad, por lo que la copa no podía pasar de El. No había otra manera de hacerlo, era necesario, algo que ha sido revelado a todos por medio del Espíritu. Le complació a Adonai sujetarle a padecimientos, pero El levantaría el templo (Su cuerpo) en tres días.

Isaías 53:10 Adonai quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto Su vida en expiación por el pecado, verá descendencia, vivirá por largos días y la voluntad del SEÑ-R será en su mano prosperada.

¡Después de someterle a padecimiento, también prolongará sus días, lo cual se refiere a la resurrección!

Es posible que también nosotros tengamos que entregar nuestras vidas para poder hacer la voluntad de Adonai. Pero nosotros, sin embargo, no somos tan perfectos ni estamos sin mácula delante del Señ-r y precisamente por ello fue necesario que Di-s muriese por nosotros en la carne porque solo El era aceptable. Si Yeshua no era Di-s en la carne y, por lo tanto, perfecto, su ofrenda no hubiese servido absolutamente para nada.

Fil. 2:6-11 El, siendo en forma de Di-s, no estimó el ser igual a Di-s como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose e la condición de hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por eso Di-s también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Yeshua se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Yeshua HaMashiach es el Señ-r, para gloria de Di-s Padre.

Mateo 27:41-43 De esta manera también los príncipes de los sacerdotes, escarneciendo con los escribas y los Fariseos y los ancianos, decían: á otros salvó, á sí mismo no puede salvar: si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.

El salvó a otros y hasta los sumo sacerdotes reconocieron los milagros que hizo Yeshua.

Ellos sabían que El había afirmado ser el Hijo de Di-s.

Salmos 22:7-8 Todos los que me ven se burlan de Mi; tuercen la boca y menean la cabeza, diciendo: "Se encomendó al SEÑ-R, líbrelo él; sálvelo, puesto que en él se complacía".

Mateo 27:44 Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él.

Los dos ladrones comienzan burlándose de Yeshua, pero después uno de ellos cambia totalmente de actitud y se produce un cambio en su corazón.

Lucas 23:39-43 Uno de los malhechores que estaban colgados lo insultaba diciendo: "Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros". Respondiendo el otro le reprendió, diciendo: "¿Ni siquiera estando en la misma condenación temes a Di-s? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; pero éste ningún mal hizo. Y dijo a Yeshua: "Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino". Yeshua (Jesús) le dijo: "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".

Incluso sufriendo por nosotros, tiene compasión de este pecador que merecía la muerte por sus acciones. Pero fíjese usted, el ladrón admite su iniquidad y le pide a Yeshua lo que él tiene que ofrecer, lo cual debió consolar a Yeshua y ¿en qué cree usted que debía de estar pensando en esos momentos? Lo que estaba soportando lo estaba haciendo precisamente por ese motivo, para salvar a este hombre de sus crímenes y para salvarnos a nosotros de las iniquidades de nuestro pecado, para salvarnos de nuestra naturaleza caída, que hemos heredado del primer Adán. El segundo Adán tiene éxito dónde el primero fracasó. Yeshua amó tanto a este hombre y si hubiera sido el único hombre en todo el mundo que hubiese aceptado lo que HaShem tenía que ofrecer por medio de Su Hijo ¿cree usted que el Padre aún hubiese enviado a Su Hijo o que Yeshua aún hubiese venido con este propósito?

Yo estoy convencida de que sí lo hubiese hecho.

Lo único que se le exigía al ladrón y a cada uno de nosotros es el arrepentimiento y la fe en que Yeshua ha muerto por nuestros pecados. Este hombre no tenía ya oportunidad alguna de hacer buenas obras, no pudo ser bautizado, pero a pesar de ello, le fueron perdonados sus pecados y se unió a Yeshua en el paraíso ese mismo día.

No confíe usted en las buenas obras ni en la inmersión para alcanzar la salvación eterna de HaShem. En este día las buenas nuevas están ante usted para vida eternal y bondad espiritual, así que siga usted el mandamiento de HaShem y confíe en la misericordia que El ha provisto por medio del Hijo.

Vuelvo a repetir, no podemos confiar en nosotros mismos ni en nuestras buenas obras.

Proverbios 16:16-25 Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte. (espiritual)

Aquellos que no sean fieles y decidan volver sus corazones a otras cosas, haciendo caso omiso de las buenas nuevas tendrán que enfrentarse con las consecuencias.

Si deseamos tener la vida eterna (espiritual) con el Padre, es preciso que le obedezcamos y que confiemos que la sangre del Hijo (el cordero de HaShem) quitará el pecado. Decida usted, el cielo y la tierra dejarán constancia de ello en su contra y todos los nombres de los creyentes estarán inscritos en el Libro de la vida del Cordero.

Apo. 21:23-27 La ciudad no tiene necesidad del sol ni de la luna que brillen en ella, porque la gloria de Di-s la ilumina y el Cordero es su lumbrera. Las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a ella. Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. Llevarán a ella la gloria y el honor de las naciones. No entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Escoja usted la vida eterna.

Pero además debemos de unirnos a los que caminan en el Espíritu, no en la carne.

Filipenses 3:17-21 Hermanos, sed imitadores de mí y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros, porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aún ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz del Mesías. El fin de ellos será la perdición. Su dios es el vientre, su gloria es aquello que debería avergonzarlos y solo piensan en lo terrenal. Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, a Yeshua HaMashiach. El transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. (Lea también: Gál. 5:24;Heb. 6:6,10:29)

Mateo 27:45 Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.

De la sexta a la novena hora, era de las doce del mediodía a las 3 de la tarde.

De estas tinieblas quedó constancia escrita, como un hecho verídico, por Talo, el historiador, que vivió durante esta época y escribió acerca de los acontecimientos relacionados con el Imperio Romano del primer siglo. Julio el Africano en el año 221 E.C., que tuvo acceso a los escritos de Talo (aunque en la actualidad no tenemos los escritos de Talo) intenta achacarlo a un eclipse solar. El Africano afirma que esto no pudo ser un eclipse debido a que la crucifixión tuvo lugar en Pesaj, que siempre se celebra durante la luna llena, por lo que es imposible que se produzca un eclipse solar. (The search for Messiah por Mark Eastman, M.D. and Chuck Smith, co-published by The Word for Today, Costa Mesa, CA; Joy Publishing-revised,. Fountain Valley, CA, co. 1996. pg. 246,247.)

Mateo 27:46 Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Salmos 22:1 Di-s mío, Di-s mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?

Yeshua hablaba arameo.

El fue perfecto, pero llevó sobre sí mismo nuestros pecados. No creo que seamos capaces de entender lo mucho que representó para el Hijo de Di-s llevar nuestros pecados sobre sí mismo. El Padre tuvo que darle la espalda a Su Hijo, no pudiendo mirarle porque nuestro Di-s es un Di-s justo y no puede contemplar el pecado. Es posible que este hecho fuese lo que más temiese Yeshua, más que ninguna otra cosa. Si usted no tiene al Hijo, HaShem tampoco podrá mirarle a usted, pero si tenemos al Hijo, HaShem nos ve a través de la sangre del cordero (Su Hijo) y nos ve como si no hubiésemos cometido pecado. ¡Alabada ser la misericordia de HaShem, que envió a Su Hijo a que muriese por nosotros!

Mateo 27:47 Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.

Ellos dieron por hecho que El estaba llamando al profeta Elías.

Mateo 27:48-51 Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la hinchió de vinagre, y poniéndola en una caña, dábale de beber. Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías á librarle. Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con grande voz, dió el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto á bajo: y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;

Juan 19:30 Cuando Yeshua (Jesús) tomó el vinagre, dijo: --¡Consumado es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Salmos 22:31 Vendrán y anunciarán su justicia; a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. ¿Ha leído usted esto? HaShem extendió su mano desde el cielo y rasgó el velo que había entre Si mismo y la humanidad, haciéndonos saber que la muerte del Justo Yeshua era el pago por nuestro pecado y había sido aceptado, no habiendo ya separación entre Di-s y el hombre, por lo que ahora podemos acudir libremente ante el trono de Di-s nosotros mismos desde nuestro lugar.

Heb 4:14-16 Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote que traspasó los cielos, Yeshua (Jesús) el Hijo de Di-s, retengamos nuestra profesión. No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Yeshua sigue siendo Di-s, pero al mismo tiempo sigue siendo humano, por lo que tenemos un Sumo Sacerdote que entiende nuestra humanidad y que además puede entender nuestras debilidades.

La tierra tembló y las piedras se partieron. Debió de ser una situación que dejaría al pueblo lleno de espanto.

Mateo 27:52-53 Y abriéronse los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; Y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron á la santa ciudad, y aparecieron á muchos.

Isaías 61:1 El Espíritu del SEÑ-R, está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑ-R. Me ha enviado a predicar las buenas noticias a los pobres, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel.

¡¡Realmente impresionante!! ¿Se imagina usted a los muertos regresando y pasando por Jerusalén, hablando a sus seres amados acerca del paraíso?

Antes de la muerte y resurrección de Yeshua, los que eran creyentes no iban directamente al cielo cuando morían, iban al paraíso (al seno de Abraham), que se encontraba en el centro de la tierra, al otro lado de un inmenso abismo, del infierno. (Véase Lucas 16:19:31) Yeshua descendió a este lugar y les estuvo ministrando, sacándoles y llevándoles al cielo cuando El resucitó. (Véase Efe. 4:8-11) Hoy cuando muere un creyente va directamente al cielo.

Mateo 27:54 Y el centurión, y los que estaban con él guardando á Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.

Ni sangre ni carne se lo reveló, sino el Espíritu.

Este soldado romano incircunciso dio muestras de tener más discernimiento espiritual que los sumo sacerdotes.

Mateo 27:55-61 Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea á Jesús, sirviéndole: Entre las cuales estaban María Magdalena, y María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús. Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, Y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña: y revuelta una grande piedra á la puerta del sepulcro, se fué. Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.

José era miembro del Sanedrín, pero no estaba a favor de su decisión de ejecutar a Yeshua.

Lucas 23:50-51 Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del Concilio, hombre bueno y justo. Este, que también esperaba el reino de Di-s y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos.

Ya hablamos acerca de esto en nuestro estudio sobre Juan.

Isaías 53:9 Se dispuso con los impíos Su sepultura, mas con los ricos fue en Su muerte. Aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en Su boca.

Mateo 27:62-66 Y el siguiente día, que es después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos á Pilato, Diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; porque no vengan sus discípulos de noche, y le hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 65 Y Pilato les dijo: Tenéis una guardia: id, aseguradlo como sabéis. Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, con la guardia.

La guardia sobre su sepulcro no era un solo hombre, sino que estaba formada por un grupo de soldados, que no se hubiesen atrevido a quedarse dormidos mientras estaban de servicio, bajo pena de muerte y además la piedra había sido sellada para demostrar que nadie había intervenido en el asunto.

La nación de Israel estuvo de luto por la muerte de Moshe.

Deut 34:8 Lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; así se cumplieron los días de llanto y de luto por Moisés.

Un día llorarán por Yeshua como por un hijo único.

Zac. 12:10-14 Pero sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de oración. Mirarán hacia mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por el hijo unigénito, y se afligirán por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido. Esta tierra se lamentará, familia por familia; la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Levi por su lado, y sus mujeres aparte; la familia de Simei por su lado, y sus mujeres aparte; y así todas las otras familias, cada una por su lado, y sus mujeres aparte.