Portada

Prolegómenos

Resumen

Índice

Introducción

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Conclusiones y Recomendaciones

Anexos

Bibliografía

Principal

 

 

 

CAPÍTULO II
Bases Teóricas de Contenido

 

 

5. BASES TEÓRICAS DE CONTENIDO

 

FORMACIÓN, CAPACITACIÓN Y ENTRENAMIENTO, DIFERENCIAS

Clarificación terminológica

Análisis del habla

Análisis etimológico

 

Clarificación conceptual

El trasfondo histórico

Hay formación si hay aprendizaje

Formándose mediante el entrenamiento, la capacitación o el desarrollo

 

 

ENTRENAMIENTO

Definición de Entrenamiento

Objetivos del Entrenamiento

Importancia del entrenamiento

Métodos y Técnicas de Entrenamiento

Responsables del Entrenamiento

Tipos de Formación

El Entrenamiento como Sistema

 

COMPETENCIAS

¿Qué son las competencias?

Gestión por competencia

Tipos de competencias

Modelos

Técnicas

Consideraciones Finales

Ventajas y Limitaciones

 

EL CICLO PHVA

 

MANUAL DE NORMAS Y PROCEDIMIENTOS

 

 

FORMACIÓN, CAPACITACIÓN Y ENTRENAMIENTO, DIFERENCIAS

Clarificación terminológica

Análisis del habla

En la tabla 1 se recoge una lista de sinónimos o palabras que, en determinados contextos, pueden sustituir el vocablo formación. Es un inventario del repertorio lingüístico que permite identificar los matices que están presentes al hablar de formación.

Tabla 1 Sinónimos que se asocian en español con la idea de formación

Adiestramiento 
Aleccionamiento 
Aprendizaje 
Capacitación 
Desarrollo 
Educación 
Enseñanza 
Entrenamiento 
Especialización 
Instrucción 
Preparación

Alineación 
Configuración 
Constitución 
Creación 
Cuadro 
Establecimiento 
Institución 
Maneras 
Modales 
 

(Basada parcialmente en Espasa-Calpe, 1991)

Antónimo: Disolución

 

La columna de la izquierda agrupa, alfabéticamente, términos afines que comparten una misma acepción: formación tiene que ver con docencia y estudio. La columna de la derecha agrupa, alfabéticamente, términos que ponen de relieve una gama de acepciones muy abierta: formación tiene que ver el hecho de dar forma, tener buenas formas, estar organizado.

El antónimo de formación es disolución; es decir, lo contrario de formar es deshacer o desunir. Rara vez se utiliza formación como la idea opuesta a ignorancia, desconocimiento o torpeza.

El habla indica cual es el significado pertinente al interpretar una frase que alude a los procesos de formación. En función del contexto se capta cual es el valor preciso y exacto de la idea de formación que se está utilizando. Se trata, pues, de un término confuso; el conjunto de ideas accesorias implicadas sustenta varias acepciones.

En la tabla 2 se recoge una lista de los vocablos que en inglés se pueden utilizar como afines a training.

 

Tabla 2 Sinónimos en inglés de training

Coaching (Tutorización
Discipline (Disciplina) 
Drill (Ejercitamiento
Exercise (Ejercicio) 
Indoctrination (Adoctrinamiento) 
Instruction (Instrucción) 
Practice (Practica) 
Preparation (Preparación) 
Schooling (Escolarización)

Basic Principles          (Principios Básicos)

Foundation                   (Fundamentos)

Groundwork                  (Fundamentos)

Preliminaries                (Preliminares)

(Fuente: Webster's New-World Thesaurus, Laird, 1985)

 

Nuevamente, la columna de la izquierda agrupa, alfabéticamente, términos afines que comparten una misma acepción: training tiene que ver con docencia y estudio. Ahora bien, la columna de la derecha agrupa, alfabéticamente, términos que ponen de relieve una segunda acepción muy concreta: training tiene que ver con los aspectos esenciales sobre los que se cimenta el saber. Ambas acepciones son bastante afines.

Torrents dels Prats (1989) incluye la palabra training en su Diccionario de Dificultades del Inglés. Incluye las siguientes acepciones que es preciso tener en cuenta a la hora de efectuar una adecuada traducción del término: Aprendizaje, Adiestramiento, Entrenamiento, Ejercicio, Ensayo, Instrucción, Enseñanza, Educación, Cultura, Estudios, Prácticas, Formación, Formación Profesional, Capacitación, Preparación.

Destaca que "la acción de aprender algún arte u oficio" es el sentido específico que corresponde a training (Pág. 624). La acepción "formación" la asume como válida a la hora de traducir al inglés expresiones como "centros de formación". La expresión "formación profesional" solo puede ser traducida al inglés como "vocational training". Se trata en ambos casos de una equiparación institucional, no de una traducción literal.

Respecto al adjetivo trained señala las siguientes acepciones: (1) adiestrado, amaestrado, enseñado; (2) que ha estudiado, educado, preparado; (3) diplomado, licenciado, titulado; (4) competente, que sabe su oficio. En español, el adjetivo formado/a asume las acepciones (2), (3) y (4) pero no así la (1). En inglés trained suele aplicarse también a animales; en español formado/a nunca se aplica a animales.

Este análisis comparativo pone de relieve la equivocación que se comete cuando, en la jerga profesional, se equipara formación con training. Formación es un término mucho más genérico y ambiguo que training. Formación tiene mucho en común con la idea de educación, mientras que training está mucho más centrado en la idea de aprendizaje supervisado. Ello entraña diferencias muy importantes a la hora de diseñar programas y planes de acción.  

Análisis etimológico

El análisis etimológico brinda también una ayuda. La palabra "formación" se deriva del verbo latino "formare" que significaba "dar forma", "configurar". Expresiones latinas como "puerum formare" (educar a un niño), "ánimos formare" (modelar el espíritu), "studia alicuius formare" (organizar los estudios de alguien), "personam novam formare (crear un personaje nuevo), "consuetudinem formare" (introducir una costumbre) están en el origen de la idea de "formatio", es decir, acción de dar forma (Bolelli, 1989; Segura Munguía, 1985). "Formation" en francés e inglés y "Formazione" en italiano comparten la misma evolución y el mismo significado en la actualidad. Es una idea ambigua y aparente.

Del análisis etimológico se desprenden dos constataciones. La acción de dar forma apunta a la consecución y mantenimiento de una determina apariencia. Formar consiste en conseguir que alguien se parezca a un determinado modelo. La persona formada es un profesional convencional: cumple. El punto de mira en el entrenamiento está en conseguir que las cosas o las personas funcionen como tienen que funcionar. La persona entrenada es una profesional eficiente: convence. Las cotas de exigencia implicadas son muy distintas. Una vez más, el término utilizado entraña una concepción de base que no es baladí. Ello conlleva planteamientos muy distintos a la hora de fijar objetivos y a la hora de evaluar resultados cuando se pone en marcha un programa de formación o un programa de entrenamiento.

Clarificación conceptual

El trasfondo histórico

El concepto de formación ha ocupado un lugar muy destacado en la filosofía desde tiempos muy antiguos. No es éste el lugar idóneo para efectuar una revisión a fondo del tema. Existen otras fuentes de consulta mucho más idóneas (Willmann, 1948). En el recuadro 1 se señalan, sucintamente, ciertas cotas en el pensamiento humano en torno a la idea de formación.

 

 

Platón y Cicerón concibieron la formación como un proceso de adquisición del puro conocimiento. La persona formada es una persona que conoce.

 

La tradición cristiana más antigua ponía el énfasis en la formación como un proceso de enriquecimiento espiritual del ser humano que se guía por los dictados de los designios divinos.

 

La tradición mística destacaba que la persona formada lograba grabar en su alma la imagen de Dios.

 

La tradición humanista recalcaba que el proceso de formación tenía como punto de mira el perfeccionamiento del yo superior, para acrecentar el poder del ser humano sobre la universalidad del mundo. La persona formada es una persona que se autorrealiza.

 

La tradición dialéctica puso de relieve que el proceso de formación consiste en llegar a si mismo en el otro.  La persona formada abre su espíritu personal al espíritu universal ya existente, cobrando conciencia y sintiéndose responsable de sus acciones en el seno de la sociedad humana.

 

La tradición marxista sentaba las bases de la formación en torno al conocimiento del proceso centralizado de producción socialista y a la concienciación de la clase trabajadora sobre la capacidad productiva del trabajo planificado. La persona formada estaba integrada en las vanguardias de progreso en la historia de la humanidad. Ciertamente éstas y otras concepciones no están presentes de modo explícito en la formulación de programas de formación de personal. No obstante, forman parte del magma de ideas y alusiones que están en el aire cuando las personas cierran los libros, informes o texto legales y se ponen a pensar por su cuenta qué entienden ellos o ellas por formación.

 

El concepto de formación y el concepto de educación están muy solapados en el legado filosófico, pedagógico, político y teológico español. Ambos conceptos nutren un marco de referencia genérico o específico en el conspicuo mundo de la enseñanza.

 

En el ámbito laboral han existido iniciativas concretas para introducir una terminología más definida. Por ejemplo, Concepción Arenal (1820-1893) escribió un libro sobre La Instrucción del Obrero; José Mallart (1897-1989) hablaba de Adiestramiento del Personal; Andrés Manjón (1846-1923) introdujo la idea de Escuelas del Trabajo. En esa época, el Ministerio de Educación se denominaba Ministerio de Instrucción Pública. Se utilizaba, así, fórmula mucho más concreta y representativa. Hasta la decimonovena edición (1970) del Diccionario de la Real Academia, el término entrenamiento no se incorporó al español con significado propio. Hasta esa edición figuraba como un galicismo para expresar "ejercicio, ensayo, preparación".

 

El término entrenamiento ("training") es, por contra, mucho más aséptico. Es un concepto substancialmente técnico, centrado en la idea de aprendizaje sistemático y planificado, debidamente supervisado. La mira está puesta en que la persona logre ser competente en su oficio. La palabra entrenamiento está asociada a la idea de consecución de resultados a través del aprendizaje y a través de la utilización estratégica de lo aprendido.

 

Hay formación si hay aprendizaje

Se recalca un cambio de énfasis: la enseñanza pasa a un lugar secundario. En su lugar, el aprendizaje adquiere el papel más importante. Es decir, al formar al personal se pretende que los asistentes aprendan a hacer. Un programa de formación es eficaz si se consiguen las cotas de aprendizaje que son pertinentes. No basta con que el curso se imparta de la manera prevista. No basta con que los fondos se gasten correctamente. Si el alumnado no aprende y domina a fondo lo que tiene que saber hacer en el puesto de trabajo, la enseñanza impartida y los fondos invertidos han sido puro despilfarro.

 

La formación del personal adquiere así una acepción diáfana y contundente: aprendizaje sistemático debidamente supervisado que

a)           se diseña e imparte durante un período de tiempo concreto,

b)           detenta una calidad contrastada,

c)           trasmite a los empleados la gama de conocimientos, habilidades y actitudes pertinentes para asegurar una actuación eficiente,

d)           facilita una mejor comprensión de las funciones, competencias o responsabilidades que definen las señas de identidad del puesto,

e)           promueve cotas de eficacia mayores en el comportamiento laboral e institucional,

f)             contribuye al crecimiento personal en el seno de la entidad productiva.

 

Esta lista puede servir para establecer un control de calidad de los programas de formación de personal que se diseñan o se contratan. Brinda un marco de referencia operativizable para adoptar decisiones que atañen a la puesta en marcha o a la continuidad de las actividades formativas programadas.

Al poner el énfasis en un aprendizaje sistemático debidamente supervisado se quiere obviar todo lo que tiene que ver con un aprendizaje circunstancial. Por ejemplo, en un puesto de trabajo siempre existen contenidos que el profesional tiene que conocer y dominar obligatoriamente, contenidos que conviene que sepa, contenidos que puede saber. El aprendizaje sistemático distingue entre lo que se tiene que aprender obligatoriamente, lo que conviene aprender, lo que puede aprenderse.

 

En todo puesto existen una gama de conocimientos, habilidades y actitudes que son imprescindibles para asegurar una ejecución idónea. Un curso que, por ejemplo, se limita a trasmitir conocimientos es un curso incompleto. Los tres elementos han de estar presentes de modo fehaciente en el contenido del curso diseñado. Moldean el saber estar y el saber ser como elementos esenciales en el desempeño y actuación laboral. Recurriendo a un símil teatral, los conocimientos son el guión, el movimiento escénico son las habilidades, las ganas de éxito son las actitudes. Todo actor o actriz al identificarse con su papel se implica de lleno en las tres vertientes de la puesta en escena. La actuación laboral y la actuación escénica tienen muchos nexos en común.

Si el curso facilita una mejor comprensión de las funciones, competencias o responsabilidades que van a ser de la propia incumbencia se está instruyendo al empleado para que logre estar a la altura de los cometidos que tiene (o le serán) confiados y para que tenga una idea clara del tipo de profesional precisa la entidad en ese puesto.

Una actuación laboral es eficaz cuando se consiguen los objetivos que estaban marcados con antelación. Una persona eficaz es aquella que consigue lo que se propone o lo que le han propuesto. Un programa de formación promueve cotas de eficacia mayores en el comportamiento laboral e institucional si se puede contrastar un antes y un después respecto a lo que se consigue habitualmente y lo que se pretende conseguir.

La motivación para el aprendizaje hunde sus raíces en la esfera personal. La persona se dispone a aprender si capta determinadas ventajas personales o profesionales que compensen el esfuerzo y dedicación que exija la realización del programa. Se trata de un crecimiento dirigido. Formarse viene a ser una apuesta por completarse a si mismo en el lugar de trabajo. El formador supervisa los avances y estancamientos del formando. Durante las sesiones le estimula para que esté cada vez más seguro de sí, piense por si mismo y sea dueño de su vida, decisiones y actuaciones en el entorno laboral (Avallone, 1989).

Bajo la óptica expuesta, a través de los programas de formación de personal se implanta y financia un amplio conjunto de actividades centradas en el aprendizaje sistemático debidamente supervisado que persiguen dos objetivos genéricos:

a) Instruir al personal para que sepa estar a la altura de los cometidos que tiene confiados,

b) Instruir al personal para que sepa ser el tipo de profesional que la entidad precisa en una ocupación dada.

Saber estar y saber ser han sido, también, las miras finales en las relaciones maestro y aprendiz desde la época de los gremios. Se pretendía formar e instruir a la vez bajo una óptica de crecimiento dirigido.

 

A partir de esta redefinición del concepto de formación de personal, pueden distinguirse, con claridad, tres modalidades estratégicas que sostienen la actualización continuada de los recursos humanos en las entidades productivas o de servicios (Nadler y Nadler, 1989). Es hora de introducir, de modo estructurado, los conceptos de entrenamiento, capacitación y desarrollo.  

 

Formándose mediante el entrenamiento, la capacitación o el desarrollo

La distinción que se propone a continuación da pie a una concepción que permite encuadrar operativamente el aprendizaje permanente en el contexto organizativo de los planes y programas vigentes que atañen a la formación del personal.

El punto de partida son las deficiencias y carencias que se detectan en el personal que ocupa un determinado puesto de trabajo en la actualidad o que puede ocupar un determinado puesto a corto plazo. En medio se sitúan tres niveles estratégicos: el entrenamiento, la capacitación y el desarrollo del personal.

Este esquema se nutre de las metas que están vigentes en la entidad que pone en marcha un programa de formación. Cada uno de los tres niveles estratégicos saca a la luz qué es lo que se espera del personal en cada uno de los programas en que participa. Además, este esquema converge con el uso habitual en distintas asociaciones nacionales e internacionales de formadores de personal (Nadler y Nadler, 1990; Buckley y Caple, 1991).

 

La Tabla 3 expone de modo sucinto cada uno de los tres conceptos, destacando los aspectos esenciales en cada uno de ellos.  

 

Tabla 3: Delimitación conceptual del entrenamiento, capacitación y desarrollo del personal

ENTRENAMIENTO

Aprendizaje que logra incrementar las cotas de eficiencia en el puesto actual cuando se detecta que la persona no está a la altura de las demandas o exigencias.

 

CAPACITACION

Aprendizaje que logra agilizar la promoción de candidatos idóneos a un puesto concreto, distinto del actual, a corto plazo.

 

DESARROLLO

Aprendizaje que fomenta el crecimiento personal de los empleados en consonancia con los cambios que se producen en la entidad.

 

Lo peculiar del concepto de entrenamiento es que se trata de un programa de formación de personal que es pertinente "aquí y ahora" para resolver deficiencias en el desempeño que pueden ser subsanadas si tiene lugar el oportuno aprendizaje. En español existe otra palabra, adiestramiento, que puede ser utilizada igualmente para denominar esta misma concepción estratégica de la formación de personal. Son términos prácticamente equiparables: a través del aprendizaje la persona debe adquirir las destrezas que son pertinentes para el puesto actual. El aprendizaje ha funcionado si, concluido el programa, la persona actúa de modo eficiente y convincente.

 

Lo peculiar del concepto de capacitación es que se trata de un programa de formación de personal que es pertinente a unos meses vista y para un puesto debidamente delimitado. Antes de poner en marcha un programa de capacitación conviene detectar los puntos fuertes y débiles de cada uno de las personas que pueden ser candidatos potenciales para cubrir la vacante. Programas de autoevaluación como el "balance profesional" (Murga, 1990) constituyen una herramienta de trabajo idónea para este propósito. El programa de capacitación procura subsanar las lagunas detectadas para que, en los meses que median, las personas adquieran los conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan ser competentes tras incorporarse al puesto que ha de cubrirse. A través del aprendizaje cada persona enriquece su perfil profesional para adecuarse mejor a las exigencias concretas del puesto a cubrir. El aprendizaje ha funcionado si al asumir las competencias del puesto, la persona logra atenderlas de modo altamente eficiente.

 

Lo peculiar del concepto de desarrollo es que se trata de un programa de formación de personal centrado en la iniciativa individual sin una idea muy clara de qué es lo que pretende conseguir a través del aprendizaje. Los programas de desarrollo contribuyen a enriquecer el perfil profesional de la persona ampliando su gama de competencias. Fomentan aficiones, aumentan la polivalencia, nutren el currículum vitae, sin una perspectiva de ejecución práctica a la vista. Por ejemplo, muchos cursos para personas en paro o en proceso de reconversión industrial son programas de desarrollo del personal ya que no existe un puesto claramente definido a la vista. Otro tanto ocurre con los cursos que se programan como consecuencia de pactos concretos en la negociación de convenios colectivos.

 

Fuente: Román Reyes (Dir): Diccionario Crítico de Ciencias Sociales

http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/P/personal_formacion.htm

José M. Prieto Zamora

Universidad Complutense de Madrid

 

 

Definición de Entrenamiento

Amaro (1990), describe al entrenamiento como “el proceso mediante el cual la empresa estimula al trabajador a incrementar sus conocimientos, habilidades y destrezas para aumentar la eficiencia en la ejecución de las tareas y así contribuir a su propio bienestar y al de la institución” (Pág. 266). También puede definirse como un proceso de enseñanza - aprendizaje que permite al individuo adquirir y/o desarrollar conocimientos, habilidades, destrezas y mejorar las actitudes hacia el trabajo, a fin de que logre un eficiente desempeño en su puesto de trabajo. De esta definición puede desprenderse que el entrenamiento constituye un aprendizaje guiado o dirigido, mediante el cual se logra la adquisición de nuevas conductas o cambios de conducta ya observadas, por una nueva conducta deseada.

 

Por su parte, Chiavenato (1995), define el entrenamiento como: “un proceso educacional a corto plazo aplicado de manera sistemática y organizada, mediante el cual las personas aprenden conocimientos, aptitudes y habilidades en función de objetivos definidos” (Pág. 416). De igual manera este autor considera, que el entrenamiento constituye el acto intencional de proporcionar los medios para hacer posible las experiencias de aprendizaje en sentido positivo y beneficioso, completarlas y reforzarlas con una actividad planeada para que los individuos en todos los niveles, de la empresa, puedan desarrollar más rápidamente sus conocimientos y aquellas aptitudes y habilidades que los beneficiarán tanto a ellos como a la misma empresa. Es así como el entrenamiento cubre una secuencia programada de eventos, pudiendo ser visualizados, en conjunto, como un proceso.

 

 

Objetivos del Entrenamiento

Los principales objetivos que persigue el subsistema de entrenamiento y desarrollo son los siguientes:

 

Preparar personal para la ejecución inmediata de las diversas tareas peculiares de la organización.

 

Proporcionar al personal oportunidades para el continuo desarrollo en sus cargos actuales, como en otras funciones para las cuales la persona puede ser considerada.

 

Cambiar la actitud de los trabajadores, para crear un clima organizacional satisfactorio, aumentar la motivación y hacerlos más receptivos a las técnicas de supervisión y gerencia.

 

Importancia del Entrenamiento

El entrenamiento puede ser esencial para asegurar una ejecución satisfactoria del trabajo, e igualmente constituye una herramienta fundamental para efectuar los planes de carrera, transferencias, promociones y cambios originados por nuevas tecnologías.

Asimismo, el entrenamiento se orienta a lograr el desarrollo organizacional, por lo que es necesario preparar a los individuos para que éstos sean capaces de desempeñar cargos más elevados de los que actualmente ejercen. Por lo tanto, conforma un medio para preparar a los empleados de bajo nivel con el objeto de ascenderlos a puestos de supervisión, así como mejorar su nivel de competencia y capacidad para el desempeño de sus actuales funciones.

Por lo anterior, se puede afirmar que la importancia de un sistema de entrenamiento eficiente radica en que éste permite al personal de la empresa desempeñar sus actividades con el nivel de eficiencia requerido por sus puestos de trabajo, lo cual consecuentemente, contribuye a su autorrealización y al logro de los objetivos organizacionales.

 

Otros beneficios que ofrece el entrenamiento son los siguientes:

 

a.      Mejora los sistemas y métodos de trabajo.

b.      Incrementa la comunicación efectiva en la empresa.

c.      Reduce los rechazos y desperdicios en la producción y/o servicios.

d.      Disminuye ausencias y rotación de personal.

e.      Reduce costos por mantenimiento de las maquinarias y equipos.

f.       Reduce el tiempo de aprendizaje

g.      Distribuye la carga de responsabilidad de los líderes con el equipo de trabajo.

h.      Disminuye costos por horas extras en la ejecución de la rutina laboral.

i.       Reduce la accidentalidad y manejo eficiente de los riesgos en el trabajo.

 

Finalmente, para que el entrenamiento sea un instrumento eficaz, tiene que ser un sistema ordenado aplicado a la solución de los problemas organizacionales y a la consecución de los objetivos de la empresa.

 

Métodos y Técnicas de Entrenamiento

Existen muchas formas de impartir entrenamiento, pero según el enfoque de Sikula y McKenna (1992), los métodos de entrenamiento más comunes son los siguientes:

 

Adiestramiento en el puesto de trabajo.

Consiste en que el trabajador adquiere los conocimientos, habilidades y/o destrezas necesarias para llevar a cabo las tareas que conforman su puesto de trabajo. La principal ventaja de este método es que la persona aprende con el equipo actual y en el ambiente de su trabajo.

 

Escuela vestibular.

Su objetivo es enseñar rápidamente los procedimientos de una tarea específica a la que va a dedicarse el nuevo trabajador. Este método es el más apropiado cuando se va a capacitar a muchos empleados nuevos al mismo tiempo para el mismo tipo de trabajo.

 

Demostración y Ejemplo.

Una demostración comprende una descripción del uso de experimentos o ejemplos. En este método el supervisor realiza las tareas, explicando paso por paso el “por qué” y el “cómo” del trabajo.

 

La simulación.

Es una técnica que constituye una réplica exacta de las condiciones reales que existen en el lugar de trabajo. Este método es utilizado cuando la práctica real en el lugar de trabajo involucra alto riesgo o que pudiera causar derroche de material, alguna lesión grave o daño a algún equipo.

 

El aprendizaje.

Consiste en formar trabajadores especializados. Un aprendiz es un estudiante que por medio de un acuerdo entre la institución y la empresa se establece durante un lapso determinado a ocupar un puesto o desempeñar un oficio en la empresa para su formación.

 

Métodos en salones de clases.

Es uno de los métodos más utilizados hoy en día y consiste en la instrucción en lugares similares a los salones de clases o auditorios “ambientes de aprendizaje”. Este método es usado cuando se van a impartir conceptos, teorías y habilidades para resolver problemas. Es adecuado para el personal técnico, profesional y administrativo, donde se espera que adquieran conocimientos específicos. Los métodos más comunes son la conferencia, mesa redonda, estudios de casos, interpretación de papeles e instrucción programada.

 

Otros métodos de capacitación.

Es imposible identificar y clasificar todos los métodos y técnicas que se emplean para capacitar a las personas.

 

En la figura 1, se muestra los métodos de capacitación descritos. Las diferentes formas y tipos de métodos de capacitación de empleados están altamente relacionadas.

 

Después de detectar las necesidades de entrenamiento, la siguiente fase es la elección de las técnicas a usar en el programa de entrenamiento, con el fin de obtener la mayor utilidad del aprendizaje a impartir y con el menor costo posible para la organización.

 

Según Idalberto Chiavenato, (1995), las técnicas de entrenamiento se pueden clasificar en cuanto a uso, tiempo y lugar de aplicación. Cuadro 4. Técnicas de Entrenamiento.

 

 

 

Responsables del Entrenamiento

El entrenamiento puede asumir una variedad de configuraciones que van desde un modelo muy centralizado en el órgano de staff (Departamento de Personal) hasta un modelo demasiado descentralizado en los órganos de línea. Estas dos situaciones extremas no son satisfactorias.

 

Para que en realidad haya responsabilidad de línea y función de staff en el entrenamiento, la situación preferida sería el modelo equilibrado, en que el organismo de línea asume la responsabilidad del entrenamiento y obtiene la asesoría especializada del organismo de staff en forma de determinación de necesidades y diagnósticos de entrenamiento y de programación del mismo. (Chiavenato, 1995, Pág. 419).

 

Es así como la responsabilidad primaria del entrenamiento del personal, recae sobre la respectiva jefatura.

 

Asimismo, Sikula y McKenna (1992) destacan cuatro (4) responsables del proceso de entrenamiento, a saber:

 

Responsabilidad de la Alta Gerencia:

Los ejecutivos de más alto nivel deben apoyar y aprobar los programas de entrenamiento autorizando el presupuesto para la ejecución de los mismos. Los ejecutivos determinan la filosofía general de la organización y establecen en términos generales, hacia donde serán dirigidos los programas de entrenamiento. De esta forma una vez establecidas las políticas, la responsabilidad de ejecutarlas depende de otros niveles administrativos.

 

Responsabilidad de Recursos Humanos:

El gerente de recursos humanos o el jefe de la unidad o departamento de entrenamiento, es la persona que tiene la responsabilidad directa de los programas de entrenamiento de la empresa.

 

Esta persona deberá considerar las políticas de entrenamiento formuladas por la Alta Gerencia y llevarlas a cabo. Es el encargado de la gerencia de recursos humanos o del entrenamiento a quien le corresponde la responsabilidad final de determinar las necesidades y poner en marcha los programas, como también evaluar la efectividad de los mismos.

 

Responsabilidad de los Supervisores:

Una vez establecidas las políticas y la planificación, parte de la responsabilidad del entrenamiento depende de los jefes inmediatos y supervisores. Establecido el programa, la efectividad del mismo dependerá en gran parte de los esfuerzos de los gerentes y supervisores por ayudar a sus subordinados. Estos gerentes deben estar conscientes de los beneficios que traerá para la organización el programa de entrenamiento.

 

Responsabilidad del Empleado:

Es importante que los empleados que van a recibir el entrenamiento estén mentalmente dispuestos y positivos. Si los trabajadores no tienen una actitud apropiada o dispuestos a recibir el entrenamiento de una manera receptiva, el plan fracasará. El programa será efectivo en la medida que los empleados tengan una buena disposición hacia el mismo.

 

Tipos de Formación

El entrenamiento en cuanto a las finalidades que conlleva desde el punto de vista del recurso humano como tal, se plantea proporcionar una serie de niveles de formación que según Gómez-Mejías, L., Balkin, D.B. y Cardy, R.L. (1997) se pueden clasificar en:

 

Formación en Habilidades. Consiste en dar al individuo un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas sobre las cuales ya existen basamentos fundamentales y está destinado al reforzamiento de conductas ya adquiridas.

 

Formación de Reciclaje. Consiste en proporcionar al individuo el conjunto de conocimientos y habilidades para el desempeño de una nueva función, tarea o conjunto de tareas diferentes al área de trabajo que realiza.

 

Formación Interdisciplinaria. Consiste en formar a los empleados para que puedan realizar tareas en áreas diferentes a los puestos asignados.

 

Formación en Trabajo de Equipo. Consiste en conformar equipos de trabajadores para tener diferentes puntos de vistas.

 

Formación en Creatividad. Se basa en la suposición de que la creatividad puede aprenderse. Existen diferentes formas de enfocar la enseñanza de la creatividad, todas ellas intentando ayudar a las personas a resolver los problemas de nuevas formas. El más habitual es el uso de la tormenta de ideas.

 

Curso de Alfabetización. Son programas de alfabetismo que se centran en las habilidades básicas requeridas para llevar a cabo un trabajo adecuadamente.

 

 

El Entrenamiento como Sistema

Para que el entrenamiento sea efectivo debe funcionar como un sistema, es decir, como un conjunto de elementos organizados e interrelacionados con un propósito común.

 

En general, el sistema de entrenamiento debe comprender las siguientes fases:

 

a.      Diagnóstico de Necesidades de Entrenamiento.

b.      Planificación del Entrenamiento.

c.      Ejecución del Entrenamiento.

d.      Evaluación y Control de Resultado.

 

 

Debido a que el entrenamiento es un proceso continuo, las fases anteriormente citadas se deben cumplir en forma secuencial, lo cual significa que para poder llevar a cabo el proceso de entrenamiento, resulta indispensable efectuar, en primer lugar, el diagnóstico de las necesidades reales de entrenamiento, una vez identificadas aquéllas susceptibles de corrección con el entrenamiento, se diseña el Plan de Entrenamiento. Posteriormente, se efectúa su ejecución y por último, se monitorean y analizan los resultados, retroalimentando dicha información.

 

 

COMPETENCIAS

 

Enfoque de competencias

 

¿Qué aporta el enfoque de competencias? El enfoque de competencias, si bien no es nuevo, sí se adopta recientemente para sustituir al tradicional enfoque basado en rasgos de personalidad. ¿En qué se diferencian ambos enfoques?

 

Enfoque de Rasgos

Planteamiento básico: Se definen las características (rasgos subyacentes) que deben tener las personas para ocupar un puesto determinado. Sus principales inconvenientes son:                  

Distintas personas atribuyen rasgos distintos a una misma conducta. Por ejemplo, conductas que unos consideran como asertivas, para otros pueden ser agresivas, o señal de tozudez o de valentía…

En consecuencia, es difícil predecir rasgos específicos asociados a un puesto y definirlos objetivamente.

 

No predicen el comportamiento en el trabajo, ya que se basan en la evaluación de una variable (rasgo de personalidad) para hacer predicciones sobre el rendimiento de los sujetos en otra (realización de las tareas propias de su trabajo).

 

Por extensión, las pruebas de evaluación que se utilizan (fundamentalmente test) no suelen tener relación con las tareas que han de realizar las personas en el trabajo, tienen sesgos (entre otros, culturales y temporales), en ocasiones tocan aspectos íntimos de la persona y, tal como ocurre con la formación académica, no predicen el éxito laboral o en la vida personal.

                               
Puesto que en la Gestión de Recursos Humanos ocupa un lugar destacado el predecir quién rendirá más y mejor en los puestos de trabajo, parece que este enfoque no resulta muy adecuado, tanto más cuando se dispone de una alternativa superior: el enfoque de competencias.

 

Enfoque de Competencias

Planteamiento básico: Se estudian los comportamientos observables de las personas que realizan su trabajo con eficacia y se define el puesto en función de los mismos. En contraposición al anterior, el enfoque de competencias, al centrarse en los comportamientos observables y no en rasgos subyacentes de la persona, facilita el empleo de conceptos más objetivos, operativos y compartidos en la organización.

En consecuencia, es más fácil establecer los perfiles de exigencias de un puesto y definir objetivamente los comportamientos observables requeridos.

 

Facilita la comparación entre el perfil de exigencias del puesto y el perfil de competencias de las personas y, por tanto, las predicciones son más seguras, válidas y fiables.

 

Permite emplear pruebas de evaluación diversas (por ejemplo, basadas en la observación conductual), más objetivas, relacionadas con las actividades del trabajo y con un mayor poder predictivo del éxito en el mismo.

                               
Otras aportaciones del enfoque de competencias son:                            

Está orientado a los resultados: se buscan rendimientos excelentes, aunque también hay quien plantea la posibilidad de que el desempeño pueda ser simplemente satisfactorio.

 

Se consideran un buen predictor del comportamiento futuro de las personas en las organizaciones: comportamientos competentes que se han dado en situaciones similares en el pasado, es muy probable que vuelvan a producirse. En cualquier caso, si eso no ha ocurrido, se deja abierta la posibilidad de que quien no ha actuado de una manera excelente en el pasado pueda hacerlo con posterioridad; en congruencia con el enfoque, se admite (y fomenta) la posibilidad de aprendizaje de los individuos.

 

Es más comprensible para todos los implicados y muestra claramente qué se espera de cada uno: qué competencias y qué resultados.


¿Cómo se está aplicando?             
El enfoque de competencias no sólo resulta de gran utilidad, sino que se caracteriza por su elevado potencial: su desarrollo dibuja un panorama brillante y alentador de cara a las posibilidades de mejora personal y profesional de los individuos.

Al analizar, no obstante, el modo en que se viene poniendo en práctica, se observa una serie de problemas que impiden precisamente extraer todo lo que de sí pueda dar. Estos problemas son de carácter tanto teórico o conceptual, como práctico o metodológico. Entre los más frecuentes destacan:                               

Confusión terminológica: a un mismo componente se le denomina de distintas formas o, peor, a distintos componentes se les asigna una misma etiqueta. Por ejemplo, "actitudes", "habilidades", "rasgos", etc., son habitualmente empleados como etiquetas intercambiables cuando, en realidad, se están refiriendo a aspectos distintos de las personas. Y este problema no se ciñe sólo al terreno de lo teórico; cada uno de esos elementos se manifiesta, se evalúa, se entrena de forma diferente.

 

Disparidad de criterios: derivada en buena medida del problema anterior, así como de la diversidad de contextos en los que se aplica.

 

Empleo inadecuado de los métodos, técnicas o herramientas disponibles: no siempre se conocen las posibilidades, características o limitaciones de los diferentes métodos y técnicas, ni siempre se aplican en las condiciones idóneas. Por ejemplo, empleo de pruebas de evaluación situacionales sin registros adecuados de conducta, empleo abusivo de test, entrenamiento de habilidades en condiciones adversas, etc.

 

Empleo de métodos, técnicas o herramientas inadecuadas: también se detecta cierta proliferación de técnicas "creadas para la ocasión" pero con importante déficit de fiabilidad y validez (por no seguir un procedimiento riguroso en su elaboración), empleo de técnicas con fines distintos a aquellos para los que fueron creadas (por ejemplo, abuso del cuestionario para evaluar conductas) o, en definitiva, empleo de métodos y técnicas poco contrastados.

 

En general, se observa una escasa incorporación e integración de los principios básicos y los conocimientos más actuales sobre el comportamiento humano que aporta la Psicología moderna.

                               
Todo ello hace pensar que, en ocasiones, se está produciendo un fenómeno "moda" en el más superficial de los sentidos: se adopta la nueva terminología pero no se asumen o no se aplican los principios básicos en profundidad. 

Por detallar uno solo de los problemas anteriores, aunque sin pretensiones de exhaustividad, cabe decir que el concepto de competencia se ha convertido, en algunos casos, en un "cajón de sastre" en el que todo tiene cabida: conductas, cogniciones, rasgos personales, actitudes, motivaciones, conocimientos, …, elementos todos ellos que, aun teniendo un significado e implicaciones precisos en el marco de la Psicología (aunque no tanto en el lenguaje cotidiano), pasan a ser redefinidos sin más como competencias.


En consecuencia, se desarrollan "perfiles de competencias" que engloban elementos diversos que operan a diferentes niveles, que se evalúan y mejoran con técnicas distintas y que, en contra de la esencia misma del concepto de competencia, reciben denominaciones escasamente operativas: "espíritu" analítico, "sensibilidad" interpersonal, "capacidad" conceptual, "capacidades" interpersonales, etc. Más bien parece producirse, en este caso, un "lavado de cara" de conceptos tradicionales, pero sin llegar hasta las últimas consecuencias en la adopción del nuevo enfoque; dicho de otro modo, en el fondo siguen utilizándose planteamientos basados en el enfoque de rasgos, a pesar de que el enfoque de competencias se desarrollara precisamente como alternativa al mismo.

               
¿Qué son las competencias?        

               
El problema permanece aún sin resolver, por lo que seguirá siendo objeto de debate en el futuro más próximo. En cualquier caso, la acepción hoy por hoy más coherente con la filosofía del enfoque de competencias es la que considera a éstas como un conjunto de comportamientos observables relacionados causalmente con un desempeño bueno o excelente en un trabajo y organización o en una situación personal/social determinada.

 

Claude Levy Leboyer, la define como aptitudes, intereses y rasgos de la personalidad  para representar parámetros según los cuales los individuos difieren uno de otros y la COVENIN-ISO 9000:2000, la define como Habilidad demostrada para aplicar conocimientos y aptitudes.  

 

Por extensión, para que una persona muestre los comportamientos que componen las competencias incluidas en los perfiles requeridos (por su trabajo o por las situaciones personales que afronta), es necesaria la presencia y conjunción de los siguientes elementos:

 

Saber: Conjunto de conocimientos relacionados con los comportamientos implicados en la competencia. Pueden ser de carácter técnico (orientados a la realización de tareas) y de carácter social (orientados a las relaciones interpersonales).

La experiencia juega un papel esencial como "conocimiento adquirido a partir de percepciones y vivencias propias, generalmente reiteradas". Entre otras disciplinas psicológicas, la Psicología Cognitiva ofrece en la actualidad importantes desarrollos orientados a mejorar las estrategias de aprendizaje; bajo denominaciones como "aprender a aprender" o "aprender a pensar", se proporcionan recursos cuya aplicación facilita la adquisición de nuevos conocimientos, su integración en los que ya poseemos, su utilización orientada a la práctica y la posibilidad de que nos convirtamos en gestores de nuestro propio aprendizaje.

 

Saber Hacer: Conjunto de habilidades que permiten poner en práctica los conocimientos que se poseen. Se puede hablar de habilidades técnicas (para realizar tareas diversas -por ejemplo, hacer una pared de ladrillos, operar a un paciente o realizar un balance contable-), habilidades sociales (para relacionarnos con los demás en situaciones heterogéneas -trabajar en equipo, ejercer liderazgo, negociar, hablar en público…), habilidades cognitivas (para procesar la información que nos llega y que debemos utilizar para analizar situaciones, tomar decisiones), etc.

 

Lo habitual es que estas distintas habilidades interactúen entre sí; por ejemplo, dar una charla en público puede implicar no sólo el acto en sí de dirigirse a una audiencia y hablarle de algún tema (habilidad social), sino también, analizar sus reacciones, anticipar preguntas o críticas, estructurar mentalmente el contenido, … (habilidades cognitivas), reducir la ansiedad que le crea la situación (por medio de estrategias que implican habilidades motoras y cognitivas) y utilizar los medios audiovisuales de apoyo a la charla (habilidades técnicas).

 

Lo referido anteriormente acerca del aprendizaje de conocimientos sirve también para el aprendizaje de habilidades; de igual modo, disciplinas como la Psicología Social o la Modificación de Conducta, y orientaciones como la del Aprendizaje Social, entre otras, aportan suficientes conocimientos y procedimientos en cuanto a la concepción, evaluación y entrenamiento de dichas habilidades.

 

Saber Estar: Conjunto de actitudes acordes con las principales características del entorno organizacional y/o social (cultura, normas, etc.). En un sentido amplio, se trata de tener en cuenta nuestros valores, creencias y actitudes en tanto elementos que favorecen o dificultan determinados comportamientos en un contexto dado.

Las actitudes son un tema clásico en la Psicología Social que cuenta con un amplio desarrollo y aplicación, tanto en un nivel macro (por ejemplo, en medios de comunicación), como en un nivel micro (por ejemplo, en las múltiples relaciones interpersonales), y en el que asuntos como el origen, evaluación y cambio de actitudes (con un lugar destacado para la persuasión) son principal foco de interés.

 

Querer Hacer: Conjunto de aspectos motivacionales responsables de que la persona quiera o no realizar los comportamientos propios de la competencia. Se trata de factores de carácter interno (motivación por ser competente, identificación con la tarea, etc.) y/o externo (dinero "extra", días libres, beneficios sociales, etc.) a la persona, que determinan que ésta se esfuerce o no por mostrar una competencia.

La Psicología de la Motivación proporciona pautas de análisis para comprender la motivación humana, las variables implicadas y las posibles estrategias para abordarla.

 

Poder Hacer: Conjunto de factores relacionados con: Desde el punto de vista individual: la capacidad personal. Las aptitudes y rasgos personales, dos temas de gran tradición en Psicología, se contemplan aquí como potencialidades de la persona, como variables que pueden aportar información respecto a la facilidad con que alguien mostrará un comportamiento determinado, o sobre su potencial de aprendizaje. A diferencia de concepciones tradicionales, desarrollos más recientes (por ejemplo, el concepto de "inteligencias múltiples" o el enfoque interactivo de la personalidad) aportan una visión más flexible y operativa de estos elementos, y los sitúan en consonancia con su papel de meros componentes de las competencias.

 

Desde el punto de vista situacional: el grado de "favorabilidad" del medio. Diferentes situaciones pueden marcar distintos grados de dificultad para mostrar un comportamiento dado; por ejemplo, la presencia de un grupo que nos "presiona", la interacción con un jefe autoritario u ocupar un nivel jerárquico o un rol concreto. La Psicología Social, la Psicología de los Grupos y la Psicología de las Organizaciones ofrecen un amplio conjunto de conocimientos respecto a la influencia de las situaciones sobre nuestros comportamientos. De igual modo, cabría destacar la disponibilidad o no de medios y recursos que faciliten o dificulten el desempeño de la competencia.

 

Todos estos elementos nos llevan, en conjunto, a la competencia, al "hacer", que resulta observable para los demás y que permite establecer diferentes niveles de desempeño (regular, bueno, excelente…) de las personas en su ámbito personal y/o profesional, ya sea durante la realización de tareas diversas o en sus interacciones sociales.

 

Gestión por competencia

Herramienta estratégica indispensable para enfrentar los nuevos desafíos que impone el medio.

Es impulsar a nivel de excelencia las competencias individuales, de acuerdo a las necesidades operativas y garantiza el desarrollo y administración del potencial de las personas, "de lo que saben hacer" o podrían hacer.

 

Aptitudes, personalidad y competencias

Las Aptitudes y Rasgos de Personalidad permiten caracterizar a los individuos y explicar la variación de sus comportamientos en la ejecución de tareas específicas.

Las Competencias afectan a la puesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personalidad y también conocimientos adquiridos para cumplir bien una misión.

Las Competencias no pueden desarrollarse si las aptitudes requeridas no están presentes.

La competencia se refiere a tareas ó a situaciones de trabajo que es capaz el individuo de realizar.

Las Competencias se diferencian de las Habilidades y Cualidades porque estas resultan de una formación.

Gestión por competencia implica la adopción de un enfoque que supere el tradicional enfoque del rasgo de personalidad. Este enfoque es el denominado: “Enfoque Basado en la Competencia”.

 

Tipos de competencias

 

Competencias Clave y Tipologías: Mertens

Según Leonard Mertens los tipos de competencias se pueden dividir en:

 

Competencias genéricas: Referidas a un conjunto o grupo de actividades, se relacionan con los comportamientos y actitudes laborales propios de diferentes ámbitos de producción, como, por ejemplo, la capacidad para el trabajo en equipo, habilidades para la negociación, planificación, etc.

 

Competencias básicas: son las que se relacionan con la formación y que permiten el ingreso al trabajo: habilidades para la lectura y escritura, comunicación oral, cálculo, entre otras.

 

Competencias específicas: Destinadas a funciones o tareas específicas, se relacionan con los aspectos técnicos directamente relacionados con la ocupación y no son tan fácilmente transferibles a otros contextos laborales como: la operación de maquinaria especializada, la formulación de proyectos de infraestructura, etc.)

 

 

Otra Clasificación:  Cardona y Chinchilla (1999)

 

Las técnicas o de puesto:

Atributos o rasgos distintivos que requiere un trabajador excepcional en un puesto determinado. Incluyen conocimientos, habilidades, o actitudes específicas, necesarias para desempeñar una tarea concreta.

 

Directivas o genéricas :

Comportamientos observables y habituales que posibilitan el éxito de una persona en su función directiva.

Son de carácter propiamente empresariales a las que se les denominan de eficacia personal. Incluyen aquellos hábitos que facilitan una relación eficaz de la persona con su entorno.

 

Pro-actividad: iniciativa, autonomía personal.

Autogobierno: gestión personal del tiempo, del estrés, del riesgo, disciplina, concentración y autocontrol.

Desarrollo personal: auto-crítica, auto-conocimiento, cambio personal.

 

 

Las competencias directivas estratégicas:

Son aquellas necesarias para obtener buenos resultados económicos:

 

 La visión,

 La resolución de problemas,

 La gestión de recursos,

 La orientación al cliente, y

 La red de relaciones efectivas.

 

Las competencias directivas intratégicas:

Son aquellas necesarias para desarrollar a los empleados e incrementar su compromiso y confianza con la empresa. Se trata en esencia de la capacidad ejecutiva y de la capacidad de liderazgo:

 

 La comunicación,

 La empatía,

 la delegación,

 El "coaching,y

 El trabajo en equipo

 

Competencias Transversales: SCANS, 1992

 

Gestión de recursos: tiempo, dinero, materiales y distribución, personal.

Relaciones interpersonales: trabajo en equipo, enseñar a otros, servicio a clientes, desplegar liderazgo, negociar y trabajar con personas diversas.

Gestión de información: buscar y evaluar información, organizar y mantener sistemas de información, interpretar y comunicar, usar computadoras.

Comprensión sistémica: comprender interrelaciones complejas, entender sistemas, monitorear y corregir desempeños, mejorar o diseñar sistemas.

Dominio tecnológico: seleccionar tecnologías, aplicarlas en la tarea, dar mantenimiento y reparar equipos.

Andrew Gonzci, 1996 formula las siguientes tendencias de tipificación:

Cuadro  5. Tendencias de tipificación de competencia 

 

Competencias Clave y Tipologías: Bunk 

Llamadas también competencias críticas y en inglés Core Competencies; referidas a aquellas que posibilitan desarrollar un desempeño exitoso en diferentes contextos. Según el alemán G.Bunk podemos tipificarlas en:

Competencia técnica: es el dominio experto de las tareas y contenidos del ámbito de trabajo, así como los conocimientos y destrezas necesarios para ellos.

Competencia metodológica: implica reaccionar aplicando el procedimiento adecuado a las tareas encomendadas y a las irregularidades que se presenten, encontrar soluciones y transferir experiencias a las nuevas situaciones de trabajo.

Competencia social: colaborar con otras personas en forma comunicativa y constructiva, mostrar un comportamiento orientado al grupo y un entendimiento interpersonal.

Competencia participativa: participar en la organización de ambiente de trabajo, tanto el inmediato como el del entorno, capacidad de organizar y decidir, así como de aceptar responsabilidades.

Determinación del perfil de competencias

Cada vez resulta más limitada y de poca utilidad la descripción de un puesto a partir del análisis tradicional de tareas, basada en la observación de tiempos y movimientos.  Esta técnica ha dejado de ser funcional para determinar cómo se logran objetivos complejos y dinámicos. Es necesario que el análisis de competencias requeridas incluya situaciones y variables que reflejen el alcance o extensión del aprendizaje, como son la resolución de situaciones imprevistas, la comunicación, el trabajo en equipo, la inteligencia emocional; así como la relación de todas estas capacidades con la especialidad técnica, ya que esto determina la profundidad del aprendizaje. 

Definición

 Es el proceso que se sigue para establecer, a partir de una actividad de trabajo, las competencias que se ponen en juego con el fin de desempeñar tal actividad, en forma excelente.

 

La cobertura de la identificación puede ir desde el puesto de trabajo hasta un concepto más amplio de área ocupacional o ámbito de trabajo.

Modelos

Los modelos de instrumentación de la competencia laboral que existen a nivel mundial son múltiples, según el enfoque que se quiera dar al aprendizaje del personal y la posición que ocupa la persona en la estructura de mando y responsabilidades de la organización. 

Pueden coexistir varios enfoques a la vez en la organización, sin que esto afecte negativamente la coherencia como sistema. 

Los modelos existentes se pueden clasificar en tres clases: funcionalista, conductista y constructivista. (Mertens)

Modelo Funcional. La aproximación funcional refiere a desempeños o resultados concretos y predefinidos que la persona debe demostrar, derivados de un análisis de las funciones que componen el proceso productivo. Generalmente se usa este modelo a nivel operativo y se circunscribe a aspectos técnicos.
Las evidencias que modelos de este tipo piden son: de producto; los resultados de las observaciones de la ejecución de una operación; y, de conocimientos asociados. 

Por ejemplo en la industria del vestido, una evidencia de producto es el ensamble de una pieza con dobleces, botones y que cumple con la calidad en el acabado; una evidencia de desempeño es la observación en el manejo de la máquina y del orden y limpieza que la operadora mantiene en su lugar de trabajo; una evidencia de conocimiento es la identificación de las partes de la máquina de coser y sus funciones, y la explicación de cómo asegurar la calidad en su puesto de trabajo.

Modelo Conductista. El modelo conductista se centra en identificar las capacidades de fondo de la persona que conlleva a desempeños superiores en la organización. Generalmente se aplica a los niveles directivos en la organización y se circunscribe a las capacidades que le hacen destacar ante circunstancias no predefinidas. 

Por ejemplo, capacidad analítica, toma de decisiones, liderazgo, comunicación efectiva de objetivos, creatividad, adaptabilidad. En este caso los desempeños a demostrar por la persona no se derivan de los procesos de la organización sino de un análisis de las capacidades de fondo de las personas que se han destacado en las organizaciones. Por ejemplo, capacidades a demostrar en Liderazgo pueden ser: a) Plantear objetivos claros; b) Estimular y dar dirección a equipos de trabajo; c) Tomar responsabilidad y adjudicar sus acciones; d) Identificar las fortalezas de otros y delegar tareas adecuadamente; entre otras.

Modelo Constructivista. En el modelo constructivista no se define a priori las competencias del personal, sino las construye a partir del análisis y proceso de solución de problemas y disfunciones que se presentan en la organización. En esta perspectiva, las competencias están ligadas a los procesos en la organización: es el desarrollo de las competencias y la mejora de los procesos. 


Por ejemplo, en una empresa se hace conciencia entre el personal directivo y operativo, que no se tienen definidas rutinas de mantenimiento preventivo, ni las técnicas para el predictivo. A la vez que se diseñan éstas rutinas y técnicas, las competencias del personal implicadas van emergiendo. Desde ésta perspectiva no interesa identificar como competencia las capacidades existentes y predeterminadas, sino las que emergen en los procesos de mejora.

 

Técnicas:

 

Panel de Expertos. Consiste en transformar los retos y estrategias a las que se enfrenta la organización teniendo en cuenta factores socio-políticos, económicos, tecnológicos, entre otros en formas de conductas requeridas para lograr un desempeño exitoso en el individuo.

En esta técnica participan un grupo de individuos, quienes deben ser buenos conocedores de las funciones y de las actividades que en general deben acometerse en un determinado puesto.

 

Entrevistas. Se llevan a cabo mediante interrogatorios efectuadas sobre la base de incidentes críticos a una muestra representativa de ocupantes del puesto, para obtener a través de un método inductivo, informaciones contrastadas sobre las competencias que realmente son utilizadas en dicho puesto.

La muestra debe estar integrada por un grupo de individuos con un rendimiento superior, y por otro grupo menor con un rendimiento medio (proporción ideal entre 60 y 40 % del total de la muestra respectivamente).

 

Entrevistas Focalizadas. Detecta el nivel de desarrollo de las competencias de la persona mediante una estrategia estructurada de preguntas. Busca obtener la mejor predicción en cuanto a si el evaluado posee o no las competencias requeridas en el puesto, al obtener evidencias de conductas que demuestran que el empleado ha utilizado estas competencias en el pasado. Presenta un nivel de exactitud muy elevado.

 

Evaluación de Competencias

Métodos:

 

Método Evaluación 360°. Consiste en un sistema para evaluar el desempeño a través de un cuestionario, donde pueden expresarse criterios en relación al comportamiento observable o deseable.

Este cuestionario, en el cual pueden también incluirse preguntas abiertas, se aplica a los propios evaluados, a sus superiores, a sus colaboradores (en los casos respectivos) y a clientes tanto internos como externos. Teniendo en cuenta las informaciones relevantes que se obtengan, se realiza una fotografía del desempeño de la persona.

 

Método del Assesment Center ó centros de valoración. Este método, considerado de gran valor predictivo, constituye en esencia, un modelo de evaluación actitudinal y aptitudinal del comportamiento, basado en múltiples estímulos e inputs.

La metodología que se aplica para esto se basa en la aplicación de una serie de ejercicios que pueden adaptarse a un sector en particular, o a un nivel jerárquico determinado, creando en torno a esto, situaciones que semejen la realidad laboral en la que se desempeña el individuo.

La evaluación de los individuos es llevada a cabo por varios observadores, consultores y técnicos especialmente entrenados, quienes observan y registran los comportamientos de los evaluados. 

A partir de los resultados de la evaluación se detectan necesidades de desarrollo, se obtienen importantes criterios para la evaluación del desempeño, para la formación de equipos de trabajo, entre otros.

Pasos para su efectividad:

 

Definir el puesto de trabajo de los candidatos de acuerdo a las competencias para su éxito.

 

Creación de la matriz de competencias que evalúa cada uno de los ejercicios: La misma competencia estará valorada por al menos tres pruebas, la misma prueba no debe valorar más de tres competencias.

 

El Test de Monster. El test de Monster "on line", se construye con el propósito de ofrecer a las empresas soluciones avanzadas para la selección de candidatos de una manera eficaz y a bajos costos en el sitio.

Posibilita la aplicación de un programa informático, lo cual lo hace personalizado, apareciendo en pantalla sólo los puntos correspondientes a las competencias elegidas, debidamente mezcladas de forma aleatoria.

Genera un informe escrito, que sirve de orientación para la interpretación de los resultados, lo cual no sustituye a la entrevista personal.

 

Software de Evaluación de Competencias S.O.S.I.A integra en un solo instrumento la valoración de la personalidad (entendida como un conjunto de rasgos relativamente estables y como la predisposición a ponerla en funcionamiento de manera espontánea y constante; y los valores intra e interpersonales, en el sentido de preferencias y objetivos que guían la conducta, suponen el motor y la fuente de motivación que inspiran los comportamientos.

 

Otra técnica de selección que se ve afectada por la gestión por competencias es la visita domiciliaria, sin embargo sobre este tema no hay mucho material escrito disponible.

 

Las personas que en la actualidad trabajan sobre la selección de personal por competencias son pocas entre ellas figuran Martha Alicia Alles de Argentina, Jaime Grados de México, Nelson Rodríguez Trujillo de Venezuela y consultores como Hay Group.

 

 

Consideraciones Finales

Es importante, pues, ir avanzando hacia una suerte de catálogo de competencias; lo que se inició con las tipologías que hemos expuesto y que posteriormente ayudarán a exponer los sistemas de Identificación de Competencias.

Además, es importante tomar en cuenta que debemos también prepararnos de manera sólida para enfrentar el reto no sólo a nivel de la empresa sino a nivel sectorial de modo concertado, por ello citaré a Eduardo Martínez, quien mencionó cuales podrían ser “las ventajas y limitaciones” de un modelo de gestión por competencias:

 

Ventajas
El Enfoque por Competencias responde mejor a los requisitos del puesto.

Hace más transparente el mercado de trabajo (al utilizar la certificación de competencias).

En las empresas la gestión de personal puede ser mas eficiente (se compensa más equitativamente).

 

Limitaciones
La certificación por competencias no es aplicable en los países en donde las relaciones laborales se basan en títulos profesionales. Son pocos los países que tengan sistemas de certificación por competencias. En Europa en el Seminario CEDEFOP se discutió el enfoque y su aplicación en la certificación y concluyeron que es una idea muy buena pero difícil de implementar porque los sistemas de certificación y educación requieren actualización costosa de programas y estándares e instrumentos de certificación y educación (imaginarse el tener que montar sistemas de pruebas para certificarse). Por ahora se prueban en el trabajo mismo, es decir, el costo de la certificación lo asume el empleador, sin embargo a futuro el costo debe ser de la colectividad.

La gestión por competencias puede generar conflictos (se conocen algunos casos de reclamos entre empleadores y sindicatos). Los empleadores sostienen que deben efectuarse mejoras salariales sobre certificados y no sobre productividad. Los trabajadores manifiestan que los empleadores subirán artificialmente los estándares para no subir los sueldos”.

 

EL CICLO PHVA

Este ciclo “Planificar – Hacer – Verificar – Actuar”  fue desarrollado inicialmente en la década de 1920 por Walter Shewhart, y fue popularizado luego por W. Edwards Deming. Por esta razón es frecuentemente conocido como “Ciclo de Deming”.

El concepto PHVA es algo que está presente en todas las áreas de nuestra vida profesional y personal, y se utiliza continuamente, tanto formalmente como de manera informal, consciente o subconscientemente, en todo lo que hacemos. Cada actividad, no importa lo simple o compleja que sea, se enmarca en este ciclo interminable.

 

 

Figura 1. Ciclo PHVA

Fuente: FONDONORMA

 

Dentro del contexto de un sistema de gestión de la calidad, el PHVA es un ciclo dinámico que puede desarrollarse dentro de cada proceso de la organización, y en el sistema de procesos como un todo. Está íntimamente  asociado con la planificación, implementación, control y mejora continua. Fondonorma

 

Planificar

Establecer los objetivos y procesos necesarios para conseguir resultados de acuerdo con los requisitos del cliente y las políticas de la organización.

 

Hacer

Implementar los procesos

 

Verificar

Realizar seguimiento y la medición de los procesos y los productos respecto a las políticas, los objetivos y los requisitos para el producto, e informar sobre los resultados.

 

Actuar

Tomar acciones para mejorar continuamente el desempeño de los procesos.

 

 

MANUAL DE NORMAS Y PROCEDIMIENTOS

Instrumento de información en el que se consignan en forma metódica, las operaciones que deben seguirse para la realización de las funciones de una o varias entidades, según Quiroga Leos, Gustavo.

Presentación escrita de los procedimientos que deben ser seguidos para llevar a cabo las actividades administrativas de la organización. Describe, en su secuencia lógica, las distintas operaciones, actividades o pasos en los cuales se compone un proceso señalado; generalmente: quien, cómo, dónde, cuándo, por qué y para qué han de realizarse.

 

Objetivos

Conocer el funcionamiento interno de las dependencias en lo que se refiere a la descripción de tareas, ubicación, requerimientos y a los puestos responsables de su ejecución.

 

Compendiar en forma ordenada, secuencial y detallada las operaciones que se efectúan, los órganos que intervienen y los formatos que se van a utilizar para la realización de las actividades institucionales, agregadas en procedimientos.

 

Establecer formalmente los métodos y técnicas de trabajo que deben seguirse para la realización de las actividades.

 

Precisar en  forma sencilla responsabilidades operativas para la ejecución, control y evaluación de las actividades evitando duplicidades.

 

Aumentar la eficiencia de los trabajadores, indicándoles lo que deben hacer y cómo hacerlo.

 

Facilitar labores de auditorias, control interno y su vigilancia.

 

Constituir una base para el análisis y mejoramiento posterior del trabajo.

 

Servir de guía para el adiestramiento del personal.

 

 

Política. Afirmación de carácter general que guía la actuación de los integrantes de la institución sobre una función determinada, para alcanzar los objetivos.

Una política es una guía básica de acción; prescribe los límites generales dentro de los cuales han de realizarse las actividades, sirve para:

 

Orientar a los subordinados en las acciones particulares que deben tomar.

Evitar frecuentes consultas sobre asuntos fundamentales

Favorecer la coordinación, uniformidad en el funcionamiento y el trabajo en equipo.

 

 

Flujograma: Es un gráfico que muestra la situación de las interrelaciones de las personas y también de los recursos de la empresa, de una manera clara. Además, es un diagrama de uso frecuente en sistemas y procedimientos. Dentro de su diseño, la simbología empleada es convencional. Sin embargo, algunos de los símbolos se han generalizado.

Denominados también fluxograma, o carta de flujo de procedimientos, los cuales satisfacen tres funciones:

 

Permiten al analista asegurarse que ha desarrollado todos los aspectos del procedimiento.

 

De las bases para escribir un informe claro y lógico.

 

Es un medio para establecer un enlace un enlace con el personal que eventualmente opera el nuevo procedimiento.

 

Características:

Definido: Proceso ordenado según lógica y sin ambigüedad.

 

Explicito: Estructurado claramente y detallado en forma tal que pueda ser entendido por cualquier persona.

 

Finito: Posee un principio y un fin.

 

General: Abarca de generalidad del proceso que describe sin considerar eventos excepcionales o particulares.

 

Entrada: Dispone de valores iniciales asignados antes de comenzar la ejecución de pasos.

 

Salida: Produce resultados después de ejecutar todos los pasos.

 

Decisiones; Tiene alternativas que permiten el desarrollo de los pasos y obtener óptimos resultados.

 

Cuadro 6. Simbología Flujograma

Símbolo

Uso

Inicio/Fin. Indica inicio o fin del procedimiento, haciéndose referencia al procedimiento procedente o posterior.

Proceso. Ejecución de las operaciones. Se utiliza siempre que una actividad o grupo de ellas tengan como objetivo un cambio, ya sea en el valor, forma o disposición de la información.

Documento. Se utilizará cuando se desee representar un documento cualquiera. (Formulario, comunicación, listado..) cuando tenga varias copias deberán representarse dentro del diagrama y numerarse con cero el original y las copias con numeración ascendente.

Archivo. Representa un archivo de oficina, donde guarda un documento en forma temporal o permanente. 

Actividad fuera del ámbito de investigación.

Conector. Se utiliza siempre que se necesite interrumpir en graficado de la información y deba seguirse en otro lugar.

Decisión. Representa el momento que se interrogación implique tomar uno o varios caminos.

Líneas de flujo o de unión. Conecta los símbolos señalando en orden en que se deben realizar las operaciones.

 

 

Formularios e Instructivos. Son todas aquellas formas o documentos que se realizan periódicamente para registrar información y evidencia relacionada con el proceso.

 

Uso de Formularios

Recopilar y analizar información.

Solicitar actividades específicas (materiales, documentos, información…)

Obtener aprobaciones y/o autorizaciones

Servir como base para la innovación y mejora continua.

 

Parte del Formulario:

Identificación

Instrucciones

Introducción

Cuerpo

Conclusión

 

Instructivo del formulario. Es una herramienta útil en la interpretación y registro de los datos, asegurando con ello que la información se ha plasmado en forma exacta y correcta.

 

Los instructivos deben contener:

Aspectos administrativos del formulario.

Descripción de cada campo.

 

 

-Prioridad

-Perfil individual

-Normas y Procedimientos

-Sistema de información

-Recursos humanos

-Equipos técnicos

-Capital de inversión.