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Arqueo Aegyptos

El Valle de los Reyes

 

Nombre

Seti I

Descubierta por Gian Battista Belzoni
En el año 1817
Dinastía XIX
Momia Trasladada al escondrijo de Deir el-Bahari

El año de 1871 fue un año grandioso para Belzoni.  El día 16 de octubre comienza a excavar en la que muchos denominan, la más bella Morada para la Eternidad del Valle de los Reyes. El día 18, ya estaba dentro.

"Esta vez tuve la felicidad que me recompensó ampliamente de todas mis penas. Puedo considerar el día de este descubrimiento como uno de los más afortunados de mi vida. Y quienes saben, por experiencia, tener éxito en una empresa larga y penosa más allá de lo esperado son los únicos que pueden imaginar la alegría que me dominó al penetrar, primero de todos los hombres que actualmente viven en el globo, en uno de los más hermosos y vastos monumentos del Antiguo Egipto; en un monumento que se habría perdido para el mundo y que está tan bien conservado que se diría que acababan de terminarlo poco antes de nuestra entrada."

La totalidad de la morada de eternidad de Seti I está decorada, desde el comienzo del corredor descendente hasta la sala del sarcófago. Por doquier, los colores de los bajorelieves están intactos, llenos de vida. Los techos están sobrevolados por buitres con sus alas desplegadas, es la madre regeneradora. Belzoni se tropieza con un pozo. Encuentra un trozo de cuerda atada a un cantón de madera, pero la cuerda se desintegra en cuanto Belzoni la toca. Debe aguardar al día siguiente para regresar con un tablón de madera, colocarla a modo de pasarela y traspasar el vacío del pozo.

La enumeración de las partes de las que consta la morada de Seti es increíble. Escalera, corredor, escalera, corredor, pozo, una sala con cuatro pilares, un pasillo que se detiene en una sala con dos pilares, un nuevo pasillo que conduce a una nueva escalera, otro corredor, otra sala pequeña, otra sala con seis pilares con dos capillas adyacentes, la cámara funeraria con bóveda en cañón que da acceso en su lado izquierdo a una estancia para el mobiliario fúnebre, y finalmente,, otra sala con cuatro pilares.

Lo que Belzoni buscaba con ansiedad eran los tesoros, pero se dio con un canto en los dientes. Tan solo un cuerpo de toro, estatuillas distintas clases, restos de cerámica. Pero ni rastro de obras de arte.

Sin embargo, el tesoro está ante sus ojos. El techo de la cámara funeraria está decorado con signos astronómicos y astrológicos. El cuerpo del rey será regenerado eternamente gracias a su madre Nut, el cielo. El Ka del rey reside en medio del cosmos estelar, las estrellas imperecederas de las cuales Seti I es la Gran Estrella al oriente del cielo que vivirá en las doce horas del día y de la noche, traspasando así las fronteras de los siglos y de la eternidad.

Aunque en su momento Belzoni no pudo adivinarlo siquiera, la morada para la eternidad de Seti I es una magna enciclopedia teológica del Antiguo Egipto. Allí están escritos el Libro de la Cámara Oculta ó la Amduat, el Ritual de la Apertura de la Boca y de los Ojos, el Libro de las Puertas, las Letanías de Ra y  el Libro de la Vaca Divina. Es un conducto mágico que transporta al faraón difunto a un mundo mágico e imperecedero, en el cual el valor del tiempo se ha detenido para satisfacción de las divinidades. Seti es El Gran Dios, el que está dotado de vida, el Toro Poderoso, el que está guiado por Maat hacia el camino de Occidente, es la Luz Divina. Ofrenda a todas las deidades y su alma se regenera, pasando a ser parte del conjunto de la materia que forma el Universo.

El arte que denota la morada de eternidad de Seti I es fascinante. Algunas escenas están esbozadas de forma perfecta, mientras otras, sin embargo, tan solo la rozan. Belzoni advierte que, al contrario de lo que muchos opinan, esto no es un fallo. Los artistas quisieron que así sucediese, y así sucedió. Amén. Para comprender la naturaleza del artista y del arte egipcio, debe comprender la estética y las plantillas que esta morada nos ofrece.

El sarcófago es de calcita, sin igual en el mundo. Se vuelve transparente cuando se le acerca una luz a cualquiera de sus paredes. Está decorado con escenas del Libro de las Puertas. Por desgracia y, como de costumbre, el hombre es víctima de su estupidez natural, así que la tapa del sarcófago fue arrancada y partida, transportada a Londres  para que finalmente acabase en manos de un museo privado en Lincoln's Inn Fields. El mundo entero debiera exigir  que esta maravilla, patrimonio de la Humanidad, regresase a su lugar de origen. No se llevaron la Gran Pirámide por que habría que hacer una ampliación del museo, que si no. Lo mismo ocurre con los bajorelieves que Champollión recortó, y que se hallan en el Louvre y en Florencia. Si la intención es que el mundo entero disfrute del arte egipcio, es aceptable, pero no es la primera vez que colecciones enteras recorren el planeta, y luego regresan al lugar en el que deben de estar. Muchos opinan que el proyecto es de una envergadura faraónica, nunca mejor dicho, pero la totalidad de momias y utensilios del ajuar funerario, deberían descansar, una vez acondicionado el lugar, allí donde los grandes faraones de Egipto decidieron descansar para toda la eternidad, por los siglos de los siglos.

Afortunadamente, su momia fue rescatada por los sacerdotes Herihor y Smendes, y en el año décimo del reinado de Siamón llevada al escondrijo de Deir el-Bahari. Seti I fue el hijo de Ramsés I y de la reina Satre, hermano de la Gran Esposa Real Tuya y padre de Ramsés II, El Grande. Seti I fue el  hombre del dios Seth que gobernó las Dos Tierras bajo la forma del Horus Viviente.


La Morada de Eternidad de Seti I tiene una longitud de 100 metros. La anchura del corredor es de  2.61 metros. La altura del corredor es de  2.61  metros. La altura de las  puertas es de   2.07 y 2.10 metros.

 

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