Cada uno de los más afamados diseñadores del mundo de la moda y belleza, tratan de marcar tendencias refinadas y únicas, queriendo siempre de sorprender con lo inesperado. Apelando para ello a su imaginación puesta al servicio de la belleza y el estilo de la mujer dinámica de hoy día.
Para las noches de fiestas y champaña, las reglas a seguir generalmente son: el lujo deslumbrante y la sensualidad, pero a su vez no demasiado ceremonioso.
KENZO
Kenzo, joven de origen japonés, de figura desgarbada y de ojos miope, es un talentoso creador de la moda y belleza a nivel mundial. Irrumpió sorpresivamente en la pasarela parisina, para imponer su estética oriental.
La propuesta innovadora del exótico Kenzo no estuvo limitada exclusivamente al color, sus vestidos modificaron concepciones incuestionables en el mundo de los creadores de la moda y belleza de Occidente.
El tema de su tan conocida paleta de colores, siempre gira a su alrededor. Tratando de buscar nuevos juegos combinatorios que tienen la virtud de sorprender a sus más selectos seguidores. Kenzo ha logrado dibujar un arquetipo femenino capaz de reunir las misteriosas fragancias de Oriente con la osada desenvoltura occidental.
GIANFRANCO FERRE
Gianfranco Ferre es obeso, usa pequeños lentes y se desplaza pesadamente por la pasarela cuando sale a recibir los aplausos que el público habitualmente premia sus colecciones. Es italiano y de gustos refinados; sorprendió a la “haute couture” francesa cuando fue contratado por Christian Dior, símbolo indiscutido de París, después de haber alcanzado renombre dentro la moda y belleza internacional desde Milán y Roma.
YVES SAINT LAURENT
Yves Saint Laurent fue entronizado mucho antes que Gianfranco Ferre, y es seguido con particular preferencia no sólo por la crítica especializada y una clientela elegante, sino también por dos figuras que con envidiable fidelidad acompañan desde la platea sus desfiles: nos referimos a la bella y distante Catherine Deneuve y a la enigmática Paloma Picasso.