Núm 30, II Época - Febrero 2001 - Edita FE-JONS - La Falange
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Núm 30, II Época - Febrero 2001 - Edita FE-JONS - La Falange |
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España,
antes monárquica que rota Reconciliación Una
cuestión de dignidad |
Leyendo
toda la prensa, la liberal (Abc), la
socialdemócrata (El País), la radical
reformista (El Mundo), y la de pesebre
de provincias (que sigue la orientación del poder local que mande en su
zona), pero toda ella afín al discurso cultural dominante, podemos comprobar
que hay, con extraña unanimidad, y usando argumentos sospechosamente iguales,
un ataque concertado contra los obispos, pero no al Sr. Setien,
o al Sr. Mengano o Zutano, a los que si que habría razón de criticar, sino
que aprovechando la ocasión atacan de manera indiscriminada a los Sucesores
de los Apóstoles, con el fin último de atacar a la Iglesia, y a la cosmovisión
que representa, la única alternativa al Nuevo Orden de “valores” que pretenden
imponer. Quizá muchos católicos nos sintamos decepcionados con las actitudes de esos Sres. Setien, Mengano o Zutanez, que además son obispos, pero que lo olvidan, pero desde luego la Iglesia hace bien en no firmar el pacto antiterrorista. Sin entrar en discusión ni opinar si es bueno ese pacto desde el punto de vista civil y que lo firmen las entidades políticas y sociales, la Iglesia no debe ponerse al mismo nivel que estas ni hacer seguidismo de estratégias que representan intereses políticos, por muy legítimos que en el campo civil estos puedan ser. Por ciento, fueron esos partidos, que ahora firman el pacto antiterrorista, los que con su legislación proseparatista (desde las leyes fundamentales a los reglamentos), indultos de asesinos, presupuestos usados en la educación en la insolidaridad de miles de jóvenes, subvenciones a entidades separatistas, desarmando legalmente las actuaciones de las fuerzas de seguridad del Estado y moralmente al conjunto de los españoles, etc. Los que crearon el caldo de cultivo de los nidos de terrorista y afines, dando impulso al terrorismo . Con la excusa que están buscando los medios, serviles instrumentos del poder actual, en el gobierno o en la oposición, central o autonómico, lo que se pretende es empezar a atacar a la Iglesia, primero intentando desprestigiarla ante la población, para después procurar desplazarla de sus Derechos y cortando su libertad Los miembros de la Iglesia, nos gusten o no las actitudes tibias de muchas de sus Jerarquías, debemos ponernos en guardia para defenderla. Manuel Morillo |
