que ejercen las profesiones más diversas se nos lamentan de que se abuse de su dependencia en el dominio profesional y económico para obligarlos a violar su conciencia cristiana, a despreciar los mandamientos divinos y a renegar de Cristo y de su Iglesia"

El primer eje se expresó semánticamente con dos construcciones: ya vimos como el programa original del NSDAP se hablaba de un "cristianismo positivo", (es decir desvinculado de cualquier institución religiosa tradicional)

En 1937, Kerrl, ministro de asuntos religiosos del Reich aclaraba: "La obra del estado nacional-socialista en los últimos cuatro años y medio no ha sido otra cosa que un cristianismo absolutamente positivo, el que convirtió en realidad una Fe, que no solo fue capaz de mover las montañas, sino que realmente las movió."

Complemento y contracara de ésta, fue otra expresión acuñada en el 35 que cobraría vigor luego en 1937 cuando Pio XI publicara la encíclica Mit brennender Sorge: la de "
cristianismo político". Esta última sugería la existencia de un desdoblamiento entre el Vaticano como asiento de la Santa Sede y el Vaticano como estado asociado a los intereses de los aliados; respecto del primero no había objeciones en la medida que no se opusiera al principio ya mentado del programa del partido, en cuanto a la adhesión al segundo constituía per se un grave impedimento (cuando no una sospecha de traición) para acceder a cualquier escalón en la sociedad. La perversidad de la adjetivación consiste en construir laberintos inconducentes. Ya en agosto el episcopado alemán reunido en Fulda criticaba que con este nuevo santo y seña ("el cristianismo político") se reprochaba "que los católicos prestan demasiada atención a los asuntos de derecho constitucional,  que solo pueden impresionar a personas incapaces de formar un juicio, solo a personas que no averiguan por que se habla tanto de las supuestas usurpaciones del dominio público por parte de quienes sirven a la Religión y se habla tan poco de los políticos que usurpan el dominio de la Religión y de la Iglesia...Acerca de esto, la Conferencia de los Obispos ha dirigido un memorial al Führer y Canciller del Reich, refiriéndose al peligro de abuso de los nuevos métodos, así como otras tantas restricciones de la libertad religiosa y a las vejaciones impuestas a la conciencia cristiana...Nos sentimos inquietos por nuestra Iglesia pero experimentamos honda preocupación por

Continúa en la pag. 19

INTRODUCCION | Iª Parte | 2ª parte | conclusión | Propaganda antireligiosa | bibliografia

Información de contacto:

Correo: gonzalocasanova@hotmail.com