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Virus de la mente parte dos


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VIRUS DE LA MENTE PARTE DOS
por Héctor Ugalde Corral (UCH)
Artículo publicado en la Revista "Personal Computing México"
Octubre 1997

Virus de la mente
parte dos

"Una idea es algo que tienes;
una ideología es algo que te tiene a ti"
Morris Berman

Usuario: ¿Y qué tiene de malo todo eso de los memes, de esos virus de la mente?
Cracker: Nada de malo, te controlan, te dominan y tú ¡ni te das cuenta!
Hacker: A pesar de que hay antivirus...
Amigo (usuario Avanzado): ¡Ah caray! ¿Antivirus de la mente?
H: Pues sí. El ser escéptico, el ser incrédulo.
C: ¡No crees ni en ti mismo!
U: ¿No creer en nada?
H: Bueno, sí. Pero razonar y cuestionar tus pensamientos y tus supuestas creencias.
E: ¿Cuestionar lo que pensamos? ¿Cuestionar lo que sentimos? ¿Cuestionar si existimos? ¿Cuestionar la realidad de todo?
A: ¡Cuestionarnos si sólo somos personajes de alguna mente que escribe nuestra vida, nuestros destinos!
C: ¡No creo!
H: Puedes creer en lo que quieras, pero no creer nada más por creer.
C: ¡Ver para creer!
H: Todo comienza con las rutinas...
C: ¡Ya vas a empezar con tu rutina de las rutinas!
H: Creamos rutinas para no sobrecargar al cerebro.
C: El mío no se sobrecarga.
U: Porque así quedó después de una sobrecarga...
H: ¡Imagínate tener que pensar en cada paso que damos! Hay muchas cosas que hacemos automáticamente y eso está bien; pero muchas veces no sabemos por qué hacemos algo.
A: Como meterte en este rollo...
H: Lo malo es hacer las cosas sin pensar, simplemente porque así son, o porque siempre se han hecho así. Les voy a contar una historia...
C: ¡No, por favor! Esa anécdota de cómo te pirateaste el software del primer ábaco ¡ya la has contado muchas veces!
H: ¡No inventes! Esta historia no es sobre mi.
C: ¡Ah bueno! Si no vas a hablar de ti, ¡cuéntala!
A: ¿Va a ser una enseñanza Zen?
H: Humm... ¡Podría ser!... Una señora estaba preparando un pan, cuando su esposo, mirando lo que hacía, le preguntó porque cortaba los extremos del pan...
C: ¡Quizás no le gustaban los extremos!
A: ¡Como tú!
C: ¡A mi sí me gustan los extremos!
A: Sí, pero a lo que me refiero es que ¡tú eres un extremo!
U: ¡Pérenle! Estabamos con lo de los extremos, pero del pan.
C: ¡No te metas en política!
U: ¡Vaya! ¿Pues que le contestó la esposa?
H: Le respondió que cortaba los extremos porque así lo hacía su madre.
U: ¿Y por qué lo hacía así su madre?
C: ¡En la ídem! ¡Qué sé yo!
H: Pues le hablaron a la madre y le preguntaron por qué cortaba los extremos del pan, y les contestó que lo hacía así porque no cabía en su horno.
U: ¡Esa era la razón!
H: Sí, pero resulta que el pan completo ¡sí cabía en el horno de la hija!
U: Cosas de la modernidad...
H: Sin embargo, la hija seguía repitiendo lo que hacía su madre ¡sin cuestionarse nunca la razón de lo que hacía!
A: Y a veces pasa lo mismo, pero la razón se pierde en el tiempo, muchas generaciones atrás.
C: ¡Ya no se les puede preguntar a los ancestros!
A: Yo ya había oído la historia, aunque era un pastel, pero de carne.
U: El detalle no importa, lo importante es la "carne".
C: ¿No eras vegetariano?
H: Las acciones no pensadas nos "cortan", nos "mutilan", ¡nos limitan!
C: ¡Hay que ser ciego para tener fe ciega!
H: Eso crea los prejuicios. Ideas que tenemos a priori sobre algo que realmente no conocemos y que no nos molestamos en conocer.
C: ¡Ves! ¡Realmente no quieres conocerme!
H: En lugar de conocer a alguien, nos parece más fácil aplicar etiquetas.
A: Pensar que todas las mujeres son iguales.
H: O que todos los hombres...
U: Creer que una raza es inferior.
C: ¡O superior!
A: Etiquetar a los personajes con nombres genéricos, ¡en lugar de sus verdaderos nombres!
H: Las generalizaciones, en general, son malas, ¡incluyendo ésta!
A: Los estereotipos nos impiden conocer la verdadera esencia de lo que nos rodea...
U: Hummm... ¡ya me perdí! ¿Qué tiene que ver esto con los virus de la mente?
H: En que las ideas se van pasando de cerebro a cerebro, de generación a generación, infectando mentes.
U: Y las ideas malas son como virus, ¿no?
H: No, resulta que todas las ideas son como virus. Están en un cerebro y son comunicadas a otras personas, las cuales pueden quedar "infectadas" (la idea prende en su cerebro) o no. Lo curioso es que muchas veces aceptamos las ideas sin pensar, es decir: aceptamos virus que infectan nuestra mente.
U: Entonces es malo aceptar ideas sin pensar, ¿no?
H: Pues sí, aunque el problema es que un gran número de virus mentales nos son inoculados desde niños.
U: ¿Desde niños?
H: Sí, el cerebro de los niños está hecho para aprender, para aceptar las cosas sin cuestionarlas, y eso es bueno porque les permite aprender rápidamente, imitando a sus mayores.
C: ¡Haz lo que digo y no lo que hago!
H: Aceptan historias irreales como la de Santaclós y los Reyes Magos, el Ratón de los dientes y muchísimas otras cosas que no son tan inofensivas y que llevarán toda su vida.
A: Como la religión, que en la gran mayoría de casos es la de sus padres.
U: Pero la religión de nuestros padres es la verdadera, ¿no?
A: ¿Sería igual de verdadera si hubieras nacido en una familia musulmana? ¿o budista? ¡Igual creerías que esa es la religión verdadera!
U: Pero lo importante no es la religión, sino el creer en Dios, la fe...
H: ¡Bueno! ¡No nos metamos en discusiones de religión! Simplemente: los niños aceptan todo lo que se les diga, y algunas cosas son perjudiciales, como por ejemplo, le dicen "¡Eres un tonto!", y el niño lamentablemente se la cree.. Piensan: "si mis papás lo dicen debe ser verdad...".
A: Es por ello que los niños son presa fácil de los anuncios de televisión.
H: La memética (la ciencia que estudia los memes) sirve para estudiar cultos, ideologías y hasta campañas de publicidad.
A: Ideologías políticas...
C: Virus que llevan al fanatismo.
U: ¿Algo así como lavado de cerebro?
C: Sí, ¡pero sin detergente!
H: Los medios nos bombardean con conceptos, órdenes e información errónea.
C: ¡No dejes de comprar información errónea! ¡Cómprala hoy!
A: ¡No dejes para mañana lo que puedas comprar hoy!
H: Cómprame hoy la idea de los virus de la mente.
C: ¡Los virus son la especie dominante de este planeta!
U: ¡Ah caray!
C: Hay virus antes y después del hombre y ¡sobrevivirán por siempre!
H: ¡Calma, Nostravirus! Deja tus profecías que yo tengo mis predicciones del fin de los virus...
U: ¿Deveras?
H: ¡Por supuesto! ¡hay esperanza!
U: Pero ¿Cómo?
H: Podemos rebelarnos en contra de esos "replicantes", esas ideas que se repiten, que se reproducen en nuestras mentes.
U: ¿Cómo?
H: Podemos razonar y cuestionar las ideas que tenemos.
U: ¿Todas?
H: No todas, pero si algunas de las ideas preconcebidas que tenemos, o sea: ¡casi todas!
U: ¡Así lograríamos tener verdaderas ideas propias!
C: ¡Elegir por nosotros mismos!
H: ¡Tomar decisiones no manipuladas!
A: Y así ¡ser libre en tus pensamientos!
Autor: ¡Espérense, que eso no lo he escrito!
Lector: ¿Se refieren a ser libres y realmente pensar nuestros verdaderos pensamientos?
C: Pues sí, ya tenemos otro lector contagiado con el virus Meta-Meme...
H: ¡Cierto! Con todo esto que te hemos explicado sobre los memes, lector, una idea ha invadido tu cerebro: la del Meta-Meme, o sea: el concepto que te formas sobre los memes.
A: Tú sabrás si aceptas totalmente este virus en tu mente.
U: Y si después le cuentas a otros esta idea contagiosa.


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