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EXTRACTOS SOBRE EL LIBRO:

"LA VIDA Y LA MUERTE"

DOS GRANDES MAESTROS
QUE NOS ENSEÑAN DE LA MANO











EXTRACTOS DE CAPITULOS QUE COMPONEN EL LIBRO


CAPITULO UNO: ENFOQUE PSICOLÓGICO

Esta primera parte, podrá influir igualmente en nuestra visión de la muerte como en nuestra visión de la vida. Lo mismo puede suceder con el resto de este texto y no será por casualidad que así suceda, pues en definitiva, entiendo que tanto la vida como la muerte no son más que dos caras de una misma moneda. Según mi humilde modo de ver, es muy importante que podamos comprender la perfecta interconexión que existe entre la vida y la muerte. A medida que aprendemos a vivir nos vamos preparando para saber morir. Y a medida que sabemos integrar la muerte en nuestro diario trajinar, estamos aprendiendo a vivir mejor. La vida y la muerte son dos grandes maestros que siempre caminan de la mano.

La muerte no es algo con lo cual nosotros nos encontraremos al final de nuestras vidas. Ella nos acompaña desde el primer momento en el cual nacemos. Por lo cual me parece muy sano darle la bienvenida lo más tempranamente posible. A su vez, en sí misma, esta vestida de imprevisibilidad: nadie sabe cuando y bajo que condiciones sucederá la muerte del actual cuerpo físico, lo cual amerita que desde el vamos, nos preparemos tomando ciertas precauciones y no haciendo de cuenta que nunca nos va a suceder.

A todos nos gustaría saber que nos vamos a morir en paz, para lo cual es fundamental darnos cuenta que lo imprescindible es aprender a vivir en paz. Esto pone en las manos de cada uno de nosotros la responsabilidad de las condiciones en las cuales se dará nuestra propia muerte. No se trata tampoco de intentar vivir bien por miedo a morir mal. Se trata de vivir bien por que simplemente es maravilloso vivir bien y todo lo demás "se nos dará por añadidura", será bueno como consecuencia de..., incluyendo la muerte.

A propósito nos dice el Dalai Lama en su prólogo al libro tibetano de la vida y de la muerte escrito por Sogyal Rimpoche: "El instante real de la muerte es también la ocasión en que pueden presentarse las experiencias interiores mas profundas y beneficiosas. Mediante la repetida familiarización con los procesos de la muerte por medio de la meditación, un meditador experimentado puede aprovechar su muerte para alcanzar una gran realización espiritual. Por eso los practicantes con experiencia emprenden prácticas meditativas en el momento de morir".

Hermosas y reales palabras. No obstante, la mayoría de los humanos no somos practicantes con experiencia en estos campos. Por lo general, los occidentales vivimos corriendo apuradamente de un lado a otro, sin detenernos seriamente en ninguna etapa de nuestras vidas a profundizar en nuestro centro. Entiendo que esta actitud es fundamental, si queremos vivir y morir dignamente... Sería hermoso lograr que la muerte no nos sorprenda cuando llegue, sino que por el contrario la estemos esperando con la mayor serenidad posible.

Hemos de vivir preparados para la muerte. A través de la comprensión del proceso de la muerte, viene la integración de la misma en nuestra vida cotidiana, lo que paralelamente implica tener nuestras relaciones al día y vivirlas con honestidad y plenitud. Darnos a conocer tal y como somos, mostrarle claramente nuestro afecto a las personas queridas, solucionar fricciones y conflictos o desapegarnos nos ayuda sin duda a vivir con mayor plenitud, pero al mismo tiempo nos permite perder el miedo a la muerte, logrando que no nos importe partir o que podamos enfrentarnos a ella con mayor facilidad cuando llegue el momento.

Las muertes súbitas son más difíciles de elaborar porque no hemos tenido tiempo de nada. Eso nos enseña cómo hemos de vivir nuestras relaciones para que en caso de que se produzca una muerte súbita, hayamos dejado todo lo más resuelto posible. La idea es intentar resolver los conflictos en vida, tener la menor cantidad posible de asuntos pendientes, expresar nuestros afectos abiertamente aquí y ahora,...mantener nuestras relaciones al día. Eso nos ayuda a irnos con mayor paz.

Es un hecho que la muerte nos hace reconstruir nuestra escala de valores, de manera que si ahora nos dijeran que nuestros días están contados, pondríamos nuestras cosas en orden y durante el tiempo que tuviéramos de vida haríamos exactamente lo que queremos.

El hecho de recordar la muerte mientras estamos vivos, nos ayuda a valorar lo preciosa que es la vida. No hemos de vivir la muerte como una tragedia, sino como una oportunidad de transformación, como una disciplina más en el camino, "como una puerta más en el pasillo de la vida". Reflexionar sobre la muerte nos ayuda a poner las prioridades de la vida, y nos muestra que todo es transitorio, y que no tiene ningún sentido aferrarse a lo material.

En general, solemos confundir lo que es la muerte en sí con el proceso que nos lleva a la misma. El común denominador de los humanos, tememos más al proceso que a la propia muerte. Nuestra muerte es inevitable y si nos informamos correctamente respecto a ella no tenemos por qué temer nada. En cambio las características del proceso, como venimos diciendo dependen de nuestra manera de vivir. Todos elegimos libremente con nuestros actos cotidianos la manera en que se desarrollará el proceso que nos llevará a la muerte. La muerte es solamente lo que cada cual hace de ella. Sicut vita, finis ita: morimos como hemos vivido.

Goethe escribió una frase muy hermosa: "Todo lo que está maduro desea morir" El final de nuestra vida puede ser tan bello como la vida misma en sus mejores momentos, si sabemos y queremos integrar el fin con el principio y el medio.

Voy a empezar citando a un esclavo y filósofo greco judío que vivió en los comienzos de la era cristiana. Su nombre es Epícteto y ha escrito un libro muy interesante llamado "Enquiririón" que traducido al castellano significa "Manual". Creo que en la comprensión del contenido de sus palabras está una gran clave para poder vivir la vida y la muerte con equilibrio y naturalidad...

Extractos del Manual de Epícteto:

"Los dioses dejaron en las manos de los hombres la manera en que ellos decidan reaccionar frente a lo que les sucede. Y de las demás cosas, los dioses no dejaron nada en las manos de los hombres".

"NO SON LAS COSAS MISMAS
LAS QUE AL HOMBRE ALBOROTAN Y LE ESPANTAN,
SINO LAS OPINIONES ENGAÑOSAS
QUE TIENE EL HOMBRE DE LAS MISMAS COSAS.

Como se ve en la muerte
que si con luz de la verdad se advierte
no es molesta por sí, que si lo fuera,
a Sócrates molesta pareciera.
Son en la muerte las cosas duras
cuando amor necio tenemos
sobre las opiniones que formamos sobre ella.
Y siendo esto en la muerte verdad clara
que es la más temible y espantosa
lo propio haz de juzgar por cualquier cosa.
Por esto, cuantas veces tus sesos se turbaren
culparás a tus propias opiniones,
y no a las cosas mismas, ya propias o ya ajenas
pues ellas en su ser todas son buenas".


A los griegos les interesaba mucho el tema de la muerte por la presencia de Sócrates quien tenía sobre ellos una gran influencia y quien había tenido una muerte muy distinta al común denominador. La muerte para él no fue un momento de dolor, de sufrimiento ni de tristeza; se murió tranquilo, sereno, alegre, de una manera totalmente natural como sucede hoy en muchas tribus "incivilizadas". Epícteto dice: "si la muerte en sí fuera molesta entonces lo sería molesta para todos, pero para Sócrates no lo fue. Por consiguiente la muerte en sí no es lo que causa el problema. El problema lo causas tú". El problema lo causa el enfoque que decidimos dar a lo que nos sucede.

CAPITULO 2: ENFOQUE CIENTÍFICO

Como es de suponer, la investigación de la muerte no se origina en los tiempos modernos. En todas las culturas se ha supuesto una vida después de la muerte en mayor o menor grado. Podemos encontrar mucha información al respecto en el libro llamado "La vida después de la muerte". El concepto de supervivencia post mortem parece haber estado entre nosotros desde hace cien mil años, cuando los hombres de Neanderthal comenzaron a enterrar a sus muertos y a ungirlos con tierra rojiza. Tan primitivas costumbres funerarias se han asociado invariablemente con alguna religión organizada, como la creencia en una vida superior; son una evidencia muda de que nuestros antepasados homínidos no eran totalmente materialistas.

El conocimiento científico de este tema (llamado tanatología) es más difícil de alcanzar que la opinión o las creencias existentes, pues debe basarse en una clara observación de la realidad. La creencia racional se basa en el conocimiento, en hechos. Surge de la experiencia que ha pasado por la prueba de un examen lógico y por una encuesta científica. Es esto exactamente lo que han hecho los autores, realizando sus investigaciones en dos países: Estados Unidos e India.

Las experiencias que han recabado estos doctores, contradicen tanto las ideas aceptadas por el mundo médico, como las enseñanzas tradicionales cristianas e hindúes. Los fenómenos dentro de cada cultura no se conforman en su mayoría a las creencias religiosas en la otra vida. Los pacientes ven algo nuevo, inesperado y contrario a sus creencias. Las ideas cristianas de "juicio", "salvación" y "redención" no fueron reflejadas en las visiones de los pacientes norteamericanos. Por otra parte, aunque tuvieron muchos informes sobre visiones del cielo, las visiones del infierno y los demonios se hallan en un gran porcentaje ausentes. Las figuras y entornos de la otra vida experimentados por los cristianos fueron totalmente de naturaleza benigna y agradable. Lo mismo sucedió con los hindúes. La experiencia se presenta indistintamente en hombres y mujeres, sin importar edad, raza, creencia religiosa, nivel socioeconómico o grado cultural; además llega a sucederles tanto a creyentes como a escépticos.

Estos médicos, junto con tantos otros dan una visión general de los datos de investigación relevantes, como apariciones vistas colectivamente por varios observadores, revelaciones de médiums que dan a conocer hechos que solo los muertos saben, visiones en el lecho de muerte, experiencias fuera del cuerpo y efectos físicos que parecen mensajes de muertos (como por ejemplo el movimiento de cuadros, vasos que se rompen, timbres que suenan misteriosamente, etc.)



COMPROBACIONES BASADAS EN ESTUDIOS MEDICOS

  • Mientras que las alucinaciones ordinarias dependen de la personalidad, las visiones de los moribundos no son afectadas por este factor; las apariciones parecen tener una fuente externa, en lugar de ser meras proyecciones de pensamientos o deseos insatisfechos.


  • La morfina, el Demerol y otros potentes alucinógenos son administrados con frecuencia a los enfermos para hacerles más soportables sus dolores. Sólo una pequeña minoría de los que habían experimentado visiones recibió tales medicamentos. Los que habían recibido medicación no tuvieron mayor frecuencia de visiones de la otra vida. Cualquier cosa que hubieran podido hacer esas drogas, es evidente que no generaron fenómenos en el lecho de muerte que sugirieran la existencia de otra vida.

  • Así mismo, descubrieron que los fenómenos que sugieren otra vida no están relacionados con el índice de tensión, expectativas de muerte o recuperación, ni con el deseo del sujeto de ver a una persona querida. No se encontró ninguna evidencia que sugiriese que los factores psicológicos conocidos que facilitan las alucinaciones produjeran también visiones relacionadas con la otra vida.


  • De acuerdo con los pacientes investigados, se sacó la conclusión de que el encuentro con el "más allá" los cambia considerablemente. Provoca un incremento en la benevolencia y transforma drásticamente sus intereses, valores y emociones. Sea lo que sea lo que pueda caracterizar la "vida después de la vida", no parece que se trate de lo que la caracteriza ahora.


  • Los informes realizados arrojaron que las visiones suelen describir la muerte como la transición a una existencia gratificante en cinco de cada seis casos.


El siguiente gráfico demuestra la comparación de los fenómenos centrales que sugieren la existencia de otra vida entre los pacientes estadounidenses e hindúes.



CAPITULO 3: ENFOQUE CIENTÍFICO NO RECONOCIDO

RELATO DE UN NACIMIENTO DEL "OTRO LADO"

El autor relata lo que ve, situado astralmente en el universo al que vamos cuando morimos. Está acompañado por un guía de ese universo. Existen otras personas reconocidas mundialmente que han tenido experiencias de "viajes astrales" como por ejemplo: San Pablo, Santa Teresa, el filósofo sueco Emanuel Swedenborg, el matemático J.H.M. Whiteman, el ingeniero Robert Monroe, etc.

"Nos acercábamos a un grupo de árboles de imponentes troncos y ramas llenas de follaje. Cuando los rodeamos, se ofreció ante mí un espectáculo inesperado. Mi guía me señaló con la mano, para darme a entender que debíamos detenernos.
Allí había reunida una decena de seres en las más diversas posturas, situados alrededor de un punto que yo no podía distinguir y que parecía estar en medio del círculo que formaban.
Me chocó la variedad de sus vestidos; una chica con traje de campesina, largo y amplio, parecía vestir a la moda del siglo pasado. Sus vecinos llevaban ropas que me parecieron más recientes, aunque bastante curiosas, no sé por qué; quizá por su textura o, sencillamente, por su color. Sólo un hombre, que me pareció de unos cincuenta años, estaba casi desnudo. Un tejido de color azul envolviéndole los riñones le servía de taparrabos.
No brotaba de esos seres ninguna palabra, ningún sonido. Todos ellos parecían absortos en un misterioso trabajo. Algunos, con los ojos cerrados, tenían el aspecto de aquellos a quienes la concentración la meditación acaba por hacer impenetrables.
Todo era serenidad. La naturaleza, exuberante, luminosa y protectora, la profunda calma de estos hombres y mujeres, todo inducía al silencio.
Yo ignoraba el significado de aquella reunión singular. Instintivamente comprendí que mi guía deseaba que me contentase con mirar sin hacer preguntas. Mi espera fue corta. A ras del suelo, en el centro del círculo, surgieron, no sé de dónde, minúsculas chispas blancas. De hecho, me pareció que nacían del mismo centro de la atmósfera, o de la luz extraordinariamente viva, casi palpable, que inunda alimenta todo ese universo. Las chispas se hicieron cada vez más blancas y luego su brillo se empañó ligeramente. De repente, desaparecieron. Por fin me di cuenta de que habían dado lugar a una nube azulada, ovoidal, que se perfilaba progresivamente. Se diría una gran bocanada de humo de cigarrillo en vías de solidificación. Entonces la forma pareció dispersarse.
A partir de ese momento, comprendí que ocurría algo extraordinario. Desde el suelo se desprendía lentamente de la forma brumosa una silueta humana. Otra vez aparecieron algunas chispitas blancas que dieron la impresión de irse cuajando. Ahora podía distinguir con precisión una cara y nos miembros humanos; después aparecieron el busto y el abdomen. Acababa de aparecer ante mis ojos un cuerpo humano completo, desnudo como en el momento de nacer o morir. No era el cuerpo de un niño n i mucho menos. Era el cuerpo gastado y descarnado de una anciana. Yo miraba sus labios que esbozaban una sonrisa ligera y sus ojos que se abrían con esfuerzo, como si acabara de despertar de un largo sueño. Pronunció suavemente una palabra, lanzó una tímida exclamación que no oí con claridad, luego, con gesto de autómata, se tocó la cara con la mano.
Me sentí conmovido sin saber por qué. Había algo punzante, cierto hechizo en el espectáculo de esa anciana que parecía nacer de la nada o del infinito. Los seres que la rodeaban habían abandonado su mutismo y se apiñaban a su alrededor. Con gozo contenido y mil precauciones la levantaron y la tomaron por debajo de los brazos. Yo los oía decir: "Anda...Anda...".
No me quedó grabado el nombre en la memoria, pero supuse que se trataba de un nombre de pila. Entonces me volví hacia mi guía y, ya fuera a causa de mi mirada interrogativa o mis efervescentes pensamientos dijo:

Acabas de asistir a un nacimiento... ya debes sospechar que este mundo es el que acoge a los seres humanos tras la muerte de su carne. Para llegar hasta aquí esta anciana ha tomado un camino idéntico al tuyo. La única diferencia es que ella ha dejado para siempre su viejo ropaje de huesos y carne. Ha roto las ligaduras que la unían con él. En tu próximo desdoblamiento, cuando aun estés flotando sobre tu cuerpo, fíjate en una especie de cordón umbilical que une tu cuerpo astral a tu cuerpo físico. Ese cordón aparecerá ante tu vista como una delgada cinta plateada. Es lo que los iniciados han llamado siempre el "cordón de plata". Es un lazo infinitamente extensible que durante la vida terrestre mantiene en contacto permanente el cuerpo de luz y el de materia sólida. Solamente la muerte física por accidente, enfermedad o vejez logra romperlo. Has de saber que el momento de la ruptura es para todo ser, sin ninguna distinción, el de la liberación del alma, el de la Energía animadora.
Señalándome con la mano el pequeño grupo que manifestaba un gozo tranquilo y profundo, siguió explicándome:

Es el momento del reencuentro. Esa anciana está atendida por los miembros de su familia y por sus amigos más íntimos, muertos antes que ella en la Tierra. Su recogimiento de hace un momento era sólo señal de su trabajo. Han utilizado el poder del pensamiento en este mundo infinitamente grande, para guiar al cuerpo astral de la difunta desde la Tierra hasta ellos.

"La narración de este nacimiento en el universo astral, hará reír, sin duda, a muchos. Sin embargo, no hay en este fenómeno nada más que la estricta aplicación de las leyes naturales. Ustedes los humanos, ponen muchas limitaciones a la naturaleza. Déjense llevar con más frecuencia a la observación de las cosas y de los hechos. Sus probetas no lo pueden resolver todo, no pueden cuantificarlo todo... Alrededor de cada planeta, de cada una de las esferas del espacio, hay un mundo como éste. Sabrás que aquí estas en el doble de la Tierra, en lo que corresponde a su cuerpo astral. Es una zona que se extiende a lo largo de miles de kilómetros sobre la corteza terrestre, sin embargo, ¡ningún cohete entrará aquí! Es una cuestión de vibraciones. ¿Lo entiendes ahora?"

Meurois-Givaudan



CAPITULO 4: ENFOQUE HUMANO Y PRÁCTICO


ALGUNOS CONSEJOS PRACTICOS
PARA AYUDAR A QUIEN SE VA



RECIBIR Y DAR CONOCIMIENTO SOBRE QUE SIGNIFICA "MORIR"

Cuando nos estamos muriendo, es bueno saber qué nos espera y hacia qué mundo nos encaminamos. Las ideas falsas sobre lo que sucede después de la muerte son las que nos hacen tener miedo de ella. Por lo tanto nos conviene estar correctamente informados.

El legendario Maestro Po nos dice: "A lo único que debes tenerle miedo, es a tu propio miedo"

Sólo debe existir una preocupación: la de esperar algo más que la nada, la de desear contactarnos con una realidad superior. El motor de la vida es la esperanza. Un cuerpo astral que no espera, es una energía que se gasta en pura pérdida, una vibración que se niega a acrecentar su ritmo. Si un alma sólo cree en la nada, creará su propia oscuridad hasta que no tenga nada que esperar. Si un alma cree en algo, su viaje hacia el País de la Luz Blanca será rápido. Nuestra propia luz está en nosotros y, al morir tenemos que hacerla nacer de nosotros. Ilumina el universo transitorio que conduce desde la Tierra hasta el mundo astral.



EVITAR EXCESOS EMOCIONALES

Tampoco es correcto decirle al que se va: ¡¡no te mueras!! ¡¡No me dejes!! Esta es una actitud comprensible pero egoísta. Cuando las almas que están partiendo se disponen para disfrutar de nuevas experiencias en el más allá, son despertadas de pronto al vívido recuerdo de la vida humana por los lloros y lamentos de sus amigos y parientes. Los pensamientos de aflicción de los parientes producen vibraciones similares en su mente y causan una gran pena y aflicción. Tenemos que pensar en la persona que en ese momento está viviendo un cambio muy importante en su vida y no en nuestros sentimientos. Con nuestra actitud podemos entorpecer o podemos colaborar para que el desprendimiento sea lo menos traumático posible.

En los seres más evolucionados no existe especie alguna de conflicto en estos momentos. Pero, en el común denominador, la conciencia del cuerpo físico lucha para que el alma no lo abandone. Además de eso, en las personas emotivas, la lucha se traba también en el cuerpo mental, o emocional, que no quiere dejar la vibración terrestre. Cualquier reacción afectiva exagerada de nuestra parte, perturba los últimos momentos de la encarnación terrestre; si podemos evitarlo seremos una ayuda para quien está viviendo esa transición



NUESTRO ÚLTIMO PENSAMIENTO

Es muy importante nuestro último momento de conciencia. Es importante que ingresemos a la muerte con pensamientos elevados, pues son ellos los que nos van a acompañar al más allá y a conducir a buen puerto. Un perfecto ejemplo de esto lo dio Gandhi, que cuando fue asesinado públicamente a balazos, lo único que dijo fue: ¡oh Ram!, es decir ¡oh Dios!

El estado del espíritu en ese preciso instante es decisivo para lo que vendrá después. De ahí la importancia de estudiar el proceso de la muerte y de familiarizarnos con él durante nuestra vida. La muerte llegará, sin falta. Si dedicamos lo mejor de nuestro tiempo a cosas fútiles, descuidando la preparación, cuando llegue el momento seremos incapaces de pensar en otra cosa que no sea lo que estuvimos haciendo todos los días, por mayor esfuerzo que hagamos en elevar nuestros pensamientos.

Por este motivo es que en muchas culturas se reza o se leen textos sagrados en el lecho del que va a partir (en voz baja y con un tono constante). Esto ayuda al moribundo a olvidar su idea del cuerpo o su enfermedad y a pensar en algo más elevado. Cuando su memoria falla, esas frases sagradas de las escrituras le recuerdan su verdadera naturaleza espiritual. No es fácil conservar una conciencia elevada en el momento de la muerte, cuando las enfermedades atormentan al cuerpo y se desvanece la conciencia. Pero para un hombre que ha disciplinado su mente a lo largo de toda su vida y que ha intentado fijarla en su Interior o en Dios (como pueda concebirlo) por medio de una práctica constante, el último pensamiento será elevado. Esto no puede producirse por medio de una práctica dispersa durante un día o dos, una semana o un mes, sino por el esfuerzo, el placer y la constancia de toda una vida. En general, se nos ocurre ponernos a pensar en la espiritualidad en nuestra vejez. Si tomáramos conciencia de esa hermosa realidad desde nuestra misma infancia, recogeríamos una rica cosecha espiritual en el atardecer de nuestra vida.

Las últimas palabras de Plotino antes de morir fueron las siguientes:

"Estoy tratando de unir lo divino que hay en mi con lo divino que hay en el universo".



CAPITULO 5: ENFOQUE ESPIRITUAL

Intentemos comprender que somos luz y energía, porque eso es lo que es Dios. Hemos estado vivos siempre como creación espiritual. Siempre. Por lo tanto, al nivel del alma, nosotros somos una inmensa masa de energía en identificación. No tenemos edad y somos eternos...

"Pasamos por tantos estadios durante nuestra estadía en la Tierra...
Dejamos un cuerpo de bebe, pasamos para uno de niño, de ahí para uno de adulto, hasta que envejecemos.
¿Por qué no podríamos dar un paso mas, abandonando el cuerpo de adulto, para alcanzar un plano espiritual?
Es lo que hacemos.
La vida es interminable, por tanto nunca morimos; en realidad nunca nacemos. Simplemente pasamos por fases diferentes.

Nunca paramos de crecer; estamos siempre creciendo. Cuando alcanzamos el plano espiritual, continuamos nuestro desenvolvimiento. Pasamos por estadios diferentes de desenvolvimiento. Cuando llegamos estamos exhaustos. Precisamos pasar por un estadio de renovación, de aprendizaje, y por un estadio de decisión. Decidimos cuando, donde y por que motivo queremos volver. Todo es crecimiento y aprendizaje. Continúo crecimiento. Nuestro cuerpo es apenas un vehículo que nos sirve mientras estamos aquí. Es nuestro espíritu quien vive para siempre.

Escogemos cuando debemos retornar a nuestro estado físico y cuando debemos dejarlo. Sabemos cuando ya cumplimos aquello para lo que fuimos enviados a la Tierra... Cuando ya hayamos tenido tiempo suficiente parra reenergetizar nuestras almas, nos será permitido escoger si queremos o no retornar al estado físico una vez más.

Brian Weiss


¿Qué es la muerte?

La muerte es la separación del alma de su cuerpo físico. A la entrada del alma en un cuerpo se lo llama nacimiento. A la marcha del alma del cuerpo se lo llama muerte. El cuerpo muere cuando el alma se ausenta.

La muerte es una puerta que se abre entre un aspecto de la vida y otro. Es el cese de la actividad corporal o física. Es la transición de un estado del Ser a otro. Un cambio de la forma de la conciencia a otro plano astral o existencial. El hielo se convierte en agua y ésta se convierte en vapor y en gas invisible, según su grado de vibración. Lo mismo ocurre con la vida en los distintos planos de manifestación.

La muerte nos abre las puertas a una forma más elevada de vida. Es sólo un cambio en la forma. La vida fluye hasta fundirse en lo Eterno.

La muerte no es el fin de la vida sino un aspecto más de esta. Es un incidente natural en su curso. Es necesaria para nuestra evolución. No es algo opuesto a la vida, sino una fase de la misma. El fruto perece, pero su semilla está plena de vida. La semilla muere, pero un gran árbol crece a partir de ella. El árbol perece, pero se convierte en carbón, el cual es rico en vida...

De igual modo que un hombre duerme y se despierta, así ocurre con la muerte y el nacimiento. La muerte es como el dormir; el nacimiento es como el despertar. Una persona con discernimiento y sabiduría no ve a la muerte representada por el esqueleto que porta la guadaña para cortar el hilo de la vida, sino más bien, la ve como representada por un ángel que porta la llave de oro para abrirle la puerta hacia una existencia mucho más amplia, plena y feliz.

Quien nace comienza a morir, quien muere, comienza a vivir. La vida es la muerte y la muerte es la vida. El nacimiento y la muerte son, meramente puertas de entrada y salida al escenario del mundo.

Del mismo modo que nos movemos y trasladamos de una casa a otra, el alma pasa de un cuerpo a otro para ganar experiencias. De igual modo que una persona se despoja de sus viejos adornos y se pone otros nuevos, así mismo penetra el habitante de este cuerpo, abandonando los cuerpos usados, en otros nuevos. No temamos a la muerte puesto que somos inmortales.

La muerte llega cuando la voluntad de estar en el cuerpo físico desaparece del ser reencarnante. Luego de alcanzarse el objetivo de la encarnación, cesa en el Ser Interior la voluntad de permanecer viviendo dentro del cuerpo humano. Un ciclo viejo llegó a su fin, y debe comenzar otro. El va entonces a buscar nueva forma, más adecuada para sí y para el uso del Espíritu inmortal que está en su centro profundo. Deja de sentirse atraído por la vida en el plano físico, pierde interés por todo lo que es externo y se retira de sus envolturas, dirigiéndose hacia los niveles internos.

Swami Sivananda







Una vez discernidos todos los misterios de la vida, desearás la muerte, porque la muerte no es sino otro misterio de la vida.

Kahlil Gibran









El espíritu existe en muchas frecuencias de vibración diferentes, como las ondas de un campo electromagnético. Nuestra persona física es la expresión de cierta frecuencia y, aunque nuestra esencia permanece cuando el cuerpo desaparece, los que dejamos atrás ya no pueden percibir nuestras vibraciones.

Carlos Warter








"...recordé que había dejado de cortejar a dos mujeres por temor a ser rechazado. También me acordé de algunas ocasiones en que había dejado de hacer cosas pensando que podría hacerlas más tarde. Sentí una enorme pena de mí, no sólo porque estaba siendo enterrado vivo sino porque había tenido miedo de vivir. ¿Por qué sentir miedo de recibir un "no", de dejar las cosas para hacerlas después, si lo más importante de todo era gozar plenamente de la vida? Allí estaba, trancado en un ataúd, y ya era demasiado tarde para volver atrás y demostrar la valentía que debería haber tenido..."

Paulo Coelho
(El peregrino)








Según el criterio de Marlo Morgan, la principal diferencia consiste en que estos aborígenes saben adónde van cuando exhalan su último suspiro en este mundo, mientras que la mayoría de nosotros lo ignoramos. Si lo sabemos, nos marchamos en paz y confiados, de lo contrario, es evidente que existe un conflicto.

Marlo Morgan
(Las voces del desierto)








"La muerte, que es verdad eterna, es una evolución, así como el nacimiento y el crecimiento es evolución lenta y firme. La muerte es tan necesaria para el crecimiento del hombre como la propia vida". Gandhi en su libro Aquí y ahora. La vida eterna no es un estado de existencia que podamos prever oscuramente más allá de la muerte. Existe en potencia dentro de nosotros y ahora. . La vida eterna puede ser experimentada ahora mismo si podemos dejar de lado los intereses egoístas, y entregar nuestra íntegra personalidad a las exigencias del momento presente. La vida eterna, en realidad, no es sino el vivir constructivamente y con toda conciencia cada momento que pasamos.

Taisen Deshimaru
(Preguntas a un maestro zen)








De igual modo que un hombre duerme y se despierta, así ocurre con la muerte y el nacimiento. La muerte es como el dormir; el nacimiento es como el despertar.

Swami Sivananda








Si no muriésemos en nuestros niveles humanos, no podríamos percibir otros mundos de conciencia que están más allá del esquema terrestre. La evolución de la humanidad en conjunto depende de que ella pueda ocuparse de energías más elevadas. Las fuerzas terrestres por sí mismas no tienen aún la posibilidad de proporcionar al hombre el desarrollo superior al cual esta destinado.

Trigueirinho
(La muerte sin miedo ni culpa)








La muerte no es un estado final sino una transformación de nuestra conciencia.

Carlos Warter
(Conocerse es sanarse)








Hacia los 120 o 130 años de edad, cuando la persona se emociona pensando en volver a "la eternidad", y tras preguntarle a la Unidad si es por el bien supremo, convocan una fiesta, una celebración de su vida y separándose del grupo, luego de la despedida, sencillamente se mueren en pocos minutos.

Marlo Morgan
(Las voces del desierto)








Las ideas espirituales elaboradas en la Tierra se transforman en verdaderas fuerzas vivas después de la muerte.
La muerte es la separación del alma de su cuerpo físico.
A la entrada del alma en un cuerpo se lo llama nacimiento.
A la marcha del alma del cuerpo se lo llama muerte.
El cuerpo muere cuando el alma se ausenta.


Swami Sivananda








Nuestra vida es como las imágenes sobre una pantalla de televisión. Nuestra muerte es como la interrupción de estas imágenes después de haber apretado el botón. La imagen desaparece cuando se pulsa el botón, pero las ondas continúan...

Taisen Deshimaru
(Preguntas a un maestro zen)








Nuestra única finalidad en la vida es crecer espiritualmente. A mis setenta y un años puedo decir que he vivido de verdad. La lección última es aprender a amar y a ser amados incondicionalmente; en este mundo nada tiene importancia, excepto amar.

Elisabeth Kübler-Ross.
(Autobiografia)








"Los sabios entendieron que este mundo natural es solamente una imagen y una copia del paraíso. La simple existencia de este mundo es la garantía de que existe otro más perfecto que éste".

Coelho








El mundo en el que nos encontramos luego de que nuestro cuerpo deja de sernos útil, existe en una longitud de onda distinta de la que corresponde a la Tierra que conocemos. Los átomos, las partículas de vida o energía que lo componen vibran de acuerdo con una frecuencia infinitamente superior a la de nuestro universo cotidiano. Por esta razón ese lugar queda absolutamente fuera del alcance de los cinco sentidos del hombre común. No obstante, ese mundo es tan real como el mundo en el que estamos acostumbrados a vivir.

Meurois - Givaudan









BIBLIOGRAFÍA

  • "El Enquiririón" - (Epícteto).
  • "Siglo nuevo, vida nueva" - (Carlos González Valles S.J.)
  • "Mozart´s Letters" - (Vol. II, p.907)
  • "Lo que vieron...a la hora de la muerte" - (Karlis Osis y E. Haraldsson.)
  • "Tierra esmeralda" - (A. y D. Meurois - Givaudan)
  • "Mensajes de los Maestros" - (Brian Weiss)
  • "¿Qué es la muerte?" - (Swami Sivananda)
  • "La muerte sin miedo ni culpa" - (Trigueirinho)
  • "Alpha and the Omega" - (Osho)
  • "Conocerse es sanarse" - (Carlos Warter)
  • "Las Voces del desierto" - (Marlo Morgan)
  • "Preguntas a un maestro zen" -(Taisen Deshimaru)
  • "Autobiografía" - (Elisabeth Kübler-Ross)
  • "El Peregrino" - (Paulo Coelho)
  • "Aquí y Ahora" - (M.K.Gandhi)
  • "El libro tibetano de la vida y de la muerte" - (Sogyal Rimpoche)







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