Buscar los origenes del Tango es una apasionante aventura que nos lleva
a internarnos en el pasado de Buenos Aires, accediendo a un mundo lejano
y lleno de misterio.
Si bien allá por el aņo 1880 comienzan a aparecer definidos los elementos
estructurales del Tango, este género musical tenía su prehistoria.
Hacía muchos aņos ya que la palabra se utilizaba como sinónimo de baile
de negros o reunión festiva de la gente de color.
Buscando una individualidad, el tango que de pronto se llamaría "TANGO
CRIOLLO" en el Río de la Plata, para diferenciarse del Andaluz, reúne en
su cocina distintos elementos que sabiamente combinados por anónimos
creadores gestará el más exquisito plato musical de la región.
Presente estuvo en su alumbramiento el ritmo persistente de la habanera,
que se iba expandiendo por todo el continente dejando su marca en muy
diversas culturas musicales.
No olvidemos el paso obligado de los navíos que venían de Europa haciendo
escala en La Habana. Ritmo de habanera tuvo, sin lugar a dudas, el naciente
Tango.
Pero por ahí andaba la milonga, que con su languidez le dió una incipiente
melancolía que aņos después despertaría como elemento indisoluble del
Tango. La milonga se sumó al nuevo ritmo.
Aporte del hombre de las orillas, el hombre que dejaba el campo, que iban
cuadriculando las alambradas al límite de la ciudad, (eso era el arrabal..)
Y con figuras del candombe se iría gestando la manifestación coreográfica
del Tango, que a poco se transformaría en una danza de pareja abrazada
muy sensual y vistosa, pero que traía como origen generador, el movimiento
del negro ante la música.
Hubo entonces quien tocó esta nueva música y estubo quien la bailó.
Y quienes lo hicieron, sin advertir seguramente el acto trascendental que
estaban realizando, fueron los hijos de aquellos inmigrantes que llegaban al
Río de la Plata.
El gran movimiento inmigratorio tenía que dejar su testimonio en la cultura de
su tiempo. Y fue en el Tango donde apareció el testimonio de quienes venían
para sumarse al desarrollo de las manifestaciones estéticas de este rincón
del mundo.
Era la afirmación de una nueva generación de argentinos, que allá por 1880
salieron bailando un Tango. Un Tango muy distinto al que hoy se conoce,
pero Tango al fin, avanzando velozmente en la búsqueda de sus elementos
definitivos.
El origen de uno de los movimientos artísticos más bellos que existan.